Dentro del ambiente taurino
nacional
ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA
AL RUEDO
A tres días de que concluya 2016, la Fiesta de los Toros a
nivel nacional ha quedado marcada por varios detalles y acontecimientos que
llamaron mucho la atención de los aficionados y que la mantienen pues algunos
de ellos continúan palpables y otros ya están en el recuerdo que permanecerán
por su propio valor y trascendencia.
Dentro de esos aspectos que, para nosotros, dejaron huella
relevante en el devenir de este moribundo Año Viejo, destacan seis que a
continuación desglosaremos de manera tácita y expresa, y sin hacerlo de forma
cronológica para no afectar la importancia que cada uno de ellos tuvo y sigue
teniendo.
Empezaremos pues por los dos primeros, es decir, con los
espadas, uno de a pie y otro de a caballo, que decidieron iniciar su campaña
del adiós a los ruedos, nos referimos al maestro del toreo mexiqueño Eulalio
López “Zotoluco” y al mejor rejoneador y de todos los tiempos en este país el
potosino Rodrigo Santos, sin duda dos pilares cada uno en lo suyo y que dejarán
un hueco muy difícil de llenar.
Por un lado, “Zotoluco” es un diestro auténtico
representante del toreo a la mexicana que con poco más de 30 años como matador
de toros siempre evidenció y materializó el deseo de querer ser y logró,
convirtiéndose en un ejemplo para otras camadas toreras y ahora en su campaña
de despedida de los ruedos ha demostrado el por qué es la figura del toreo
nacional pues aparte de llevarla a cabo de forma triunfal acabará al frente del
escalafón nacional.
En tanto, Rodrigo Santos es el rejoneador mexicano que más
ha toreado en la historia y cuando toreé su postrera corrida se habrá quedado
cerca de las mil corridas, sin embargo, él sabe y está plenamente consciente de
que el momento ha llegado, más allá de las frías estadísticas. De igual forma
está efectuando una exitosa campaña del adiós y encabezando como siempre,
jalando de la carreta, en el escalafón de los toreros de a caballo mexicanos.
Pero así como unos se van, otros regresan, como es el caso
del espada tlaxcalteca Rafael Ortega, quien apenas iniciado el mes de diciembre
de este año volvió a vestir el terno de luces tras tres años de retiro y ahora
retorna por sus fueros más por gusto que por necesidad y con la firme intención
de llegar a las mil corridas toreadas y ser el primer espada en Tlaxcala en
lograrlo, lo cual sucederá, a consideración el propio Rafael, en 2018 pues está
a tan sólo 46 festejos de conseguirlo.
Otro detalle que señala al 2016 es el surgimiento del grupo
Tauromaquia Mexicana Siglo XXI que se ha fijado como principal meta y propósito
la defensa a ultranza de la Fiesta Brava nacional uniendo a toda la familia
taurina para llegar a un solo fin, el que se declare Patrimonio Cultural de
México y una muestra de ello es que ya en las redes sociales se están recabando
firmas para presentar la solicitud ante la Organización de Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), tal y como ya lo alcanzara la
Charrería Mexicana.
Pero sin duda, los dos eventos que marcaron al 2016 fueron,
primero, el penoso deceso el 2 jueves de junio del sinigual “Brujo de Apizaco”
Rodolfo Rodríguez “El Pana”, ése a quien la vida le guardaba a partir de aquel
domingo 7 de enero de 2007, a los casi 55 años de edad, una historia diferente
pues cuando toreaba ese día su corrida de despedida en la Monumental Plaza
México, como el “Ave Fénix” resurgió de entre las cenizas de un pasado
ensombrecido por sus debilidades humanas para convertirse en figura del toreo,
lo que lo llevó a ser plenamente reconocido tanto en España como en Francia, lo
que no sucedía en su propio país pero base de ese especial carácter suyo iba
logrando los objetivos, quedándole sólo uno por cumplir, el de su confirmación
en Madrid, pero la suerte ya estaba echada y ese domingo 1 de mayo en Ciudad
Lerdo, Durango, a los 64 años cumplidos, el toro “Pan Francés” de Guanamé le
cortó las alas y un mes después en Guadalajara, Jalisco, se apagaba la luz de
un torero que dejó huella imborrable en la historia del toreo nacional.
Y, segundo, sin duda, fue el refresco que le dio a nuestro
espectáculo favorito el surgimiento de la nueva empresa “TauroPlaza México” que,
bajo el mandato de los ganaderos don Alberto Bailleres González y don Javier
Sordo Madaleno Bringas, se hicieron cargo desde septiembre del destino de la
Monumental Plaza México realizando innovadores seriales de novilladas y
corridas de toros, además de haber tenido el detalle de remozar todo el
inmueble taurómaco de la colonia Noche Buena. Aspectos que todavía algunos no
cuajan en el gusto de la afición pero que, seguramente, y tras su primera
incursión al frente del gran coso de Insurgentes, harán todo lo posible por
regresar al público a los tendidos.
Esperamos de verdad entonces que 2017 venga con mejores
posibilidades de mejora en nuestra Fiesta Brava y de ello ya estaremos dando
cuenta en su momento, cuando el año que iniciará viva sus últimos suspiros.
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