martes, 27 de diciembre de 2016

Hubo varios detalles que dejaron marcado 2016

Dentro del ambiente taurino nacional

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO

A tres días de que concluya 2016, la Fiesta de los Toros a nivel nacional ha quedado marcada por varios detalles y acontecimientos que llamaron mucho la atención de los aficionados y que la mantienen pues algunos de ellos continúan palpables y otros ya están en el recuerdo que permanecerán por su propio valor y trascendencia.

Dentro de esos aspectos que, para nosotros, dejaron huella relevante en el devenir de este moribundo Año Viejo, destacan seis que a continuación desglosaremos de manera tácita y expresa, y sin hacerlo de forma cronológica para no afectar la importancia que cada uno de ellos tuvo y sigue teniendo.

Empezaremos pues por los dos primeros, es decir, con los espadas, uno de a pie y otro de a caballo, que decidieron iniciar su campaña del adiós a los ruedos, nos referimos al maestro del toreo mexiqueño Eulalio López “Zotoluco” y al mejor rejoneador y de todos los tiempos en este país el potosino Rodrigo Santos, sin duda dos pilares cada uno en lo suyo y que dejarán un hueco muy difícil de llenar.

Por un lado, “Zotoluco” es un diestro auténtico representante del toreo a la mexicana que con poco más de 30 años como matador de toros siempre evidenció y materializó el deseo de querer ser y logró, convirtiéndose en un ejemplo para otras camadas toreras y ahora en su campaña de despedida de los ruedos ha demostrado el por qué es la figura del toreo nacional pues aparte de llevarla a cabo de forma triunfal acabará al frente del escalafón nacional.

En tanto, Rodrigo Santos es el rejoneador mexicano que más ha toreado en la historia y cuando toreé su postrera corrida se habrá quedado cerca de las mil corridas, sin embargo, él sabe y está plenamente consciente de que el momento ha llegado, más allá de las frías estadísticas. De igual forma está efectuando una exitosa campaña del adiós y encabezando como siempre, jalando de la carreta, en el escalafón de los toreros de a caballo mexicanos.

Pero así como unos se van, otros regresan, como es el caso del espada tlaxcalteca Rafael Ortega, quien apenas iniciado el mes de diciembre de este año volvió a vestir el terno de luces tras tres años de retiro y ahora retorna por sus fueros más por gusto que por necesidad y con la firme intención de llegar a las mil corridas toreadas y ser el primer espada en Tlaxcala en lograrlo, lo cual sucederá, a consideración el propio Rafael, en 2018 pues está a tan sólo 46 festejos de conseguirlo.

Otro detalle que señala al 2016 es el surgimiento del grupo Tauromaquia Mexicana Siglo XXI que se ha fijado como principal meta y propósito la defensa a ultranza de la Fiesta Brava nacional uniendo a toda la familia taurina para llegar a un solo fin, el que se declare Patrimonio Cultural de México y una muestra de ello es que ya en las redes sociales se están recabando firmas para presentar la solicitud ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), tal y como ya lo alcanzara la Charrería Mexicana.

Pero sin duda, los dos eventos que marcaron al 2016 fueron, primero, el penoso deceso el 2 jueves de junio del sinigual “Brujo de Apizaco” Rodolfo Rodríguez “El Pana”, ése a quien la vida le guardaba a partir de aquel domingo 7 de enero de 2007, a los casi 55 años de edad, una historia diferente pues cuando toreaba ese día su corrida de despedida en la Monumental Plaza México, como el “Ave Fénix” resurgió de entre las cenizas de un pasado ensombrecido por sus debilidades humanas para convertirse en figura del toreo, lo que lo llevó a ser plenamente reconocido tanto en España como en Francia, lo que no sucedía en su propio país pero base de ese especial carácter suyo iba logrando los objetivos, quedándole sólo uno por cumplir, el de su confirmación en Madrid, pero la suerte ya estaba echada y ese domingo 1 de mayo en Ciudad Lerdo, Durango, a los 64 años cumplidos, el toro “Pan Francés” de Guanamé le cortó las alas y un mes después en Guadalajara, Jalisco, se apagaba la luz de un torero que dejó huella imborrable en la historia del toreo nacional.

Y, segundo, sin duda, fue el refresco que le dio a nuestro espectáculo favorito el surgimiento de la nueva empresa “TauroPlaza México” que, bajo el mandato de los ganaderos don Alberto Bailleres González y don Javier Sordo Madaleno Bringas, se hicieron cargo desde septiembre del destino de la Monumental Plaza México realizando innovadores seriales de novilladas y corridas de toros, además de haber tenido el detalle de remozar todo el inmueble taurómaco de la colonia Noche Buena. Aspectos que todavía algunos no cuajan en el gusto de la afición pero que, seguramente, y tras su primera incursión al frente del gran coso de Insurgentes, harán todo lo posible por regresar al público a los tendidos.

Esperamos de verdad entonces que 2017 venga con mejores posibilidades de mejora en nuestra Fiesta Brava y de ello ya estaremos dando cuenta en su momento, cuando el año que iniciará viva sus últimos suspiros.

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