El torero peruano Andrés Roca Rey ha sido el triunfador de
la recién finalizada Feria del Señor de los Milagros, en Lima, donde se llevó
el galardón que lo reconoce como el mejor matador del año en la histórica plaza
de Acho, en el año en la que cumple 250 años.
Tras celebrarse ayer la quinta y última corrida de la feria,
el jurado designó a Roca Rey como ganador del Escapulario de Oro del Señor de
los Milagros 2016, convirtiéndose en el primer torero peruano que lo gana en
dos ocasiones y junto con el español Ángel Teruel, los únicos que los han
obtenido en forma consecutiva.
El Escapulario de Plata, el reconocimiento al mejor astado,
fue para "Veranozo" de la ganadería Hermanos García Jiménez, lidiado
en quinto lugar por el español José María Manzanares en la corrida de ayer.
Lleno en la plaza en un festejo en el que Roca Rey y
Manzanares cortaron cuatro y dos orejas, respectivamente, a un encierro justo
de presentación, noble y bravo.
Mientras que Morante de la Puebla cortó una oreja al primero
de la tarde, al que recibió con finos lances a la verónica que son de sello
propio. El diestro sevillano centró la faena en el pitón derecho por el que el
toro embestía con más clase, con derechazos rematados con el de pecho.
Molinetes y otros pases de adorno fueron el preludio de una estocada en lo alto
que tumbó al toro sin puntilla. Faena corta que se premió con una oreja.
Con el cuarto, el
toro no permitió lucimiento. El torero mató de una estocada caída y atravesada.
Manzanares estuvo cumbre en Lima. Al segundo, que embestía
con prontitud, galope y nobleza, lo recibió por verónicas templadas que
arrancaron los primeros aplausos. Luego toreó por el pitón derecho por donde
instrumentó buenos pases de mano baja. Faena corta de acuerdo a la fuerza de su
oponente. Pinchó tres veces al matar.
La lidia al bravo quinto fue un compendio de buen toreo. El
toro mostró su calidad y bravura desde los primeros lances a la verónica del
alicantino que fueron ovacionadas. La faena de muleta fue colosal por la pureza
y profundidad de su trasteo. Citaba al toro a varios metros de distancia para embarcarlo
con muletazos lentos, largos, y suaves. Un trincherazo de cartel frente al
tendido 4 y una estocada arriba y fulminante le valió las dos orejas y una
lenta vuelta al ruedo en medio de una inmensa ovación.
El tercero, pronto y gazapón, no permitió a Roca Rey lucirse
en el toreo de capa. Tras la vara y las banderillas, el toro acudió a los
llamados y el diestro logró buenos muletazos, largos y templados con el toro
barriendo la arena. La estocada caída, fue de efectos fulminantes y la plaza
pidió las dos orejas que le concedieron.
Tras la gran faena de Manzanares al quinto, Roca Rey salió
decido a todo con el sexto, que era bravo y codicioso. Brilló en las verónicas
de rodillas que remató con una larga cambiada que levantó al público de sus
asientos. Una vara corta dejó al bravo crudo para que el peruano pueda lucirse
en el quite por gaoneras. Tras un buen tercio de banderillas, inició citando de
rodillas desde los medios para recibirlo con la arrucina y continuar con
derechazos ligados.
Se puso de rodillas nuevamente, resultando cogido sin
consecuencias. Mató de una estocada arriba con la que le concedieron dos
orejas. / EFE
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