A los 68 años de edad, en León,
Guanajuato
ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA
AL RUEDO
Siempre será difícil escribir una nota sobre el
fallecimiento, dentro de la Fiesta de los Toros, de un ser importante y más
cuando esa persona fue como un hermano para mí, el causante de que hace poco
más de 35 años estudiara la carrera de periodismo, misma que he ejercido con
honestidad a lo largo de 31 años y dos meses, estando seguro de que nunca
defraudé la confianza que me tuvo. Ese personaje de la Fiesta de los Toros fue
el inigualable Guillermo Gómez Ramos, quien pasadas las 06:00 horas del día de
la Navidad de este 2016 dejara de existir en su domicilio ubicado en León,
Guanajuato, de manera natural a los 68 años de edad, los que apenas había
cumplido el reciente martes 27 de septiembre.
Guillermo Gómez Ramos, oriundo de Pachuca, Hidalgo, pero
registrado en el Distrito Federal, fue un gran aficionado a la Fiesta de los
Toros y tanto eficiente como oportuno corresponsal taurino en todo el estado de
Guanajuato desde 1990 en los diarios nacionales La Afición, Milenio, El Heraldo
de México, Ovaciones y recientemente de El Sol del Centro de Aguascalientes.
Apasionado de la Fiesta Brava siempre expuso su gusto por el
toreo verdad de su paisano Jorge Gutiérrez, con quien tenía una especial
amistad y con muchos elementos de la familia taurina.
Su cuerpo será velado en la Agencia Funeraria “Cervantes” de
la ciudad de León, se ofició una misa de cuerpo presente y después será
cremado. Deja Guillermo a su viuda María Torres y a sus hijos, “motores”
importantes en su vida, el ingeniero Guillermo Christian y la licenciada María
Belén.
Se fue pues este estupendo ser humano, quien supo
sobreponerse a pasajes difíciles en su vida. Sin duda, todo un ejemplo de
existencia y como dice la copla: “Algo pasa en el alma cuando un amigo se va”.
Adiós mi querido Memo, descansa en paz hermano.
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