Con doble festejo, matinal y
vespertino este próximo sábado
Marco incomparable que se espera mantenga, a pesar de todo, una plaza con personalidad como la de Monumental de Mérida. Foto: José León |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
La historia taurina emeritense tomaría un rumbo meridiano
cuando un 9 de diciembre de 1967 se inauguraría formalmente la que es hoy la
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia”. Comenzaba así un idilio y un
nuevo tiempo para el toreo en la “Ciudad de los Caballeros”, contando con un
coso adaptado a los nuevos tiempos. De aquella fecha este viernes celebramos 49
años.
La historia señala que una tromba de agua horas antes del
festejo hizo que la inauguración formal, el sábado 9 de diciembre de 1967, se
pospusiera para la mañana del domingo 10, donde los toros colombianos de Achury
Viejo (Benjamín Rocha) y Félix Rodríguez fueron la materia prima para que los
diestros César Faraco (+), Manuel Benítez “El Cordobés” y Francisco Rivera “Paquirri”
(+) dieran las primeras emociones a una plaza que ha hecho historia taurina. De
esta tarde tenemos que el primer toro lidiado se llamó «Merideño», N° 608 de 432
kg del hierro de Rodríguez; el primer capotazo lo dio César Faraco; la primera vara
la ejecutó el picador venezolano Rigoberto Bolívar; el primer par de
banderillas las colocó Carlos Saldaña (+); la primera oreja fue cortada al quinto
toro del festejo, «Campanero», N° 84, concedida a “Paquirri”, bajo la organización
empresarial del todopoderoso Manolo Chopera.
Ese mismo día, Paco Camino corona el primer gran triunfo en
esta plaza al desorejar al segundo astado de su lote, al lado de Curro Girón
(oreja) y Julio Aparicio, además del rejoneador Juan Cañedo, despachando toros
de Ambaló.
Se concretaba con ello un proyecto de numerosos aficionados,
quienes motivados por los aires de modernidad que se habían visto en San Cristóbal
con el levantamiento de la Plaza de Toros de Pueblo Nuevo, dieron pie a que la
ULA, Gobernación de Estado y socios particulares unieran esfuerzo económico
para levantar en poco menos de seis meses la estructura en lo que fue la
Hacienda La Liria, bajo el proyecto de la Facultad de Arquitectura en los
Arquitectos Alfredo Blanco, Elí Saúl Uzcátegui, Ramón Pérez y Luis Ramírez, y el
Ingeniero Calculista Manuel Padilla Hurtado (+), con un aforo de 16460
espectadores actualmente.
Por la arena merideña se han dado cita la gran mayoría de
las grandes figuras del toreo contemporáneo, destacando ídolos de su afición
como lo fueron Eloy Cavazos, Bernardo Valencia, Leonardo Benítez, Tomas
Campuzano, “Niño de la Capea”, toreros que a lo largo de este casi medio siglo
han dado lustre y grandeza a un espectáculo que lamentablemente por intereses
oscuros de quienes manejan los hilos del toreo en la actualidad han
desvirtuado, ridiculizando y enmacillando con actuaciones polémicas (tanto de
autoridades como empresariales) grandes momentos para la tauromaquia merideña, que
han tenido como epicentro el mencionado redondel.
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