Darín,
Gloria Estefan, 'Tomatito' y 'El Juli', Medallas de Oro al Mérito en las Bellas
Artes.
GONZALO
IZQUIERDO MEJIAS
Diario ELMUNDO
de Madrid
El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes
23 de diciembre la concesión de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas
Artes correspondientes al año 2016, concediendo la dedicada a la Tauromaquia a
Julián López 'El Juli'. De esta forma, el torero madrileño entra en la lista
que recoge figuras históricas como a Curro Romero, Antonio Ordóñez, El Viti,
Pepe Luis Vázquez, Rafael de Paula, Antoñete, El Cordobés, Enrique Ponce o
Hermoso de Mendoza, entre otros.
Desde qué tomó la alternativa en Nimes (Francia)
en el año 1998 de manos de José María Manzanares (padre) y Ortega Cano, El Juli
ha ostentado temporada tras temporada el cetro del toreo. Las apabullantes
cifras de su carrera; 18 años como matador de toros, más de 1500 corridas de
toros estoqueadas y 138 novilladas, 23 toros indultados y un sinfín de puertas
grandes en las plazas más relevantes del orbe taurino, corroboran la dimensión
alcanzada por el torero madrileño. Por encima de cifras, un poder delante del toro
que está en plenitud y que sigue conquistando todas las tardes.
El Juli ha conseguido alcanzar cotas que le sitúan
como candidato a ser considerado un torero de época con el paso del tiempo. Una
afición desmedida, una capacidad de sacrificio heroica y, por encima de todo,
una perseverancia admirable le han llevado a cuajarse como un torero
fundamental en la Tauromaquia actual.
El Juli nació en una familia que conocía bien el
toreo ya que su padre fue novillero y después banderillero. Desde los primeros años
de su infancia, sintió la vocación por dedicar su vida al toro por lo que
debutó en público con apenas 11 años como alumno de la Escuela Taurina de
Madrid. Un numeroso grupo de toreros retirados y aficionados empezaron a
seguirle por las plazas de los alrededores de Madrid. Aquella etapa novilleril
desembocó en una novillada en solitario en La Ventas. Aquella tarde la afición
venteña esperaba con la escopeta cargada a un Juli que, con sólo 15 años
resolvió una tarde hostil consiguiendo su primera Puerta Grande y poniendo a
todo el mundo de acuerdo, esta tarde marcaría su sino como torero.
Después llegó la alternativa en Nimes
proclamándose el matador de toros más joven de la historia y comenzó una etapa
que ya alcanza las 18 temporadas. En estas temporadas, han existido importantes
cimas como el encuentro con el toro «Cantapájaros» en Madrid, tarde en la que
descerrajó la Puerta Grande, o las siete Puertas del Príncipe de La Maestranza
de Sevilla, o el férreo vínculo que liga su carrera a México o Nimes.
En 13 ocasiones se ha anunciado como único espada
en las que ha demostrado los pilares de su tauromaquia; un profundo
conocimiento del toro, una amplia variedad de suertes tanto con el capote como
con la muleta, una raza incontrolable y una eficacia estoqueadora que le ha
permitido asegurar importantes triunfos.
La Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes
llega en un momento de madurez en la trayectoria de El Juli que afronta con la
raza que siempre le ha caracterizado su futuro al frente del toreo.
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