Morante de la Puebla, El Juli y
Miguel Ángel Perera se enfrentan este viernes en Sevilla los toros del ganadero
de Guadalix de la Sierra. *** Un año más en la élite ganadera, lidiará en la
Corrida de Beneficencia de Madrid. Pamplona, Vitoria, Nimes, Málaga y Zaragoza.
Interesante conversación con un ganadero al que tuvimos el honor de conocer en Valladolid en nuestro ultimo viaje a España. |
LUCAS PÉREZ
Madrid
@lucasperezest
A pocas horas de lidiar este viernes en Sevilla, su discurso
sosegado transmite confianza. La que le aporta la experiencia de las
innumerables citas de altura a sus espaldas. Victoriano del Río embarcaba esta
mañana los toros con los que puede alcanzar la gloria una vez más, esta vez en
la Real Maestranza. Como con todas las corridas que salen de la serrana finca
de 'El Palomar', ha puesto todo de su parte para que el toro no sea el señalado
en caso de que la tarde con Morante, El Juli y Perera no sea lo exitosa que se
presume sobre el papel.
Sólo una espina tiene clavada. "Este último mes no he
podido correr a los toros porque si no no pasaban el reconocimiento... Han
cogido 40 kilos. No es lo ideal pero en estos tiempos si embarcas un toro con
menos de 510 kg, no vale", afirma resignado el ganadero ante esta cita tan
especial. "Lidiar en Sevilla, en Madrid... Es lo máximo. Sólo te das
cuenta del valor que tiene el año que no lo haces. Por fuera parezco tranquilo,
pero el estado de nervios lo lleva uno por dentro".
Una de las obsesiones del ganadero de Guadalix de la Sierra
es la preparación del toro. El ejercicio, la alimentación, el saneamiento, son
claves para que haya más probabilidades de éxito en los tiempos actuales.
"Veo vídeos de otros tiempos del toreo y el recorrido del toro era mucho
más corto. Embestía al trote, sin humillar como ahora. Hoy en día al toro se le
exige mucho. Se les engancha muy adelante y se le lleva muy, muy largo. Y va
humillado, con ritmo. Y para eso tiene que tener una preparación física muy
buena. Es fundamental que el toro esté musculado, enfibrado. Pero a veces juega
en nuestra contra la romana. Yo la eliminaba. Lo importante es que el toro se
mueva y en mi ganadería pocos toros se han caído", afirma.
Tras un irregular arranque de año en Valencia, ahora espera
este viernes Sevilla. Y por delante la Corrida de Beneficencia de Madrid,
Pamplona, Málaga, Vitoria, Aranda de Duero, Málaga, San Sebastián de los Reyes,
Nimes, Zaragoza y alguna más para junio, que no se atreve a concretar.
¿Para José Tomás? "Ojalá, sería maravilloso, pero no sé
nada. Ya veremos", dice, y aprovecha para desvelar la regularidad de sus
camadas al hacer resumen de 'sus' plazas de 2016. "Desde hace 20 años
estamos lidiando entre 70 y 80 toros. No obstante la ganadería está en un
periodo de transición, con muchas pruebas. De los 12 sementales que tenemos,
hay 4 o 5 fijos que no suelen fallar. Aún así no puedes parar de seleccionar.
Los criterios de selección siempre son los mismos, pero en la búsqueda no
siempre se obtiene el mismo resultado".
'Beato' como referencia'
Pero, ¿cuál es la búsqueda de Victoriano del Río? ¿Qué toro
le gustaría clonar y lidiar constantemente? "Por fortuna son muchos los
toros que nos han dado gloria. 'Cantapájaros', 'Comunero', 'Dakar'... En la
década de 2006 a 2016, mis toros han posibilitado en Madrid siete Puertas
Grandes. Pero cuando estoy en mi despecho estudiando la ganadería y levanto la
cabeza, miro a 'Beato' y pienso que es el toro de mis sueños. ¡Qué maravilla de
toro! Hay que buscar más 'beatos' pero es una tarea muy difícil.
El año pasado lidiamos un hijo suyo en la Beneficencia y no
funcionó", afirma.
Precisamente de la pasada Beneficencia tiene una espina
clavada el ganadero. En una entrevista a EL MUNDO, Victoriano del Río dijo:
"Si uno de los dos toreros no sale a hombros habrá sido por culpa de mis
toros". Se celebró la corrida y tanto Juli como Perera se fueron a pie de
la plaza. "Sin ser una mala corrida, no hubo ningún toro que embistiera
como lo requiere Madrid para propiciar un gran triunfo. Me siento culpable de
que esa tarde no fuera triunfal".
Victoriano del Río presume de estar entre los ganaderos
'top' en los últimos años. La crisis, en su caso, ha sido más llevadera que
para otros que se vieron obligados a liquidar sus hierros.
¿Hemos pasado ya esos momentos críticos? "No, para
nada. Afortunadamente yo no me puedo quejar, pero tampoco puedes despistarte
porque de no ir una corrida tuya a un sitio, hay dos esperando para entrar. En
este sentido, los toros en la calle han ayudado. Hay menos toros y por tanto se
pagan bien. En muchos casos los festejos populares han sido la vía de salvación
para muchas ganaderías".
"Trabajo, trabajo y trabajo"
Uno de los principales problemas que Victoriano del Río
observa en el toreo actual es la poca importancia que se reconoce habitualmente
al criador. Pocos reconocimientos y atenciones a quienes representan el pilar
en el que se sustenta la Tauromaquia.
"Molesta. Hemos quedado como un sector minoritario y se
nos da poco valor añadido. Somos la base de la Fiesta y casi se nos
descarta", dice. Pese a estos sinsabores, Victoriano disfruta a diario de
su pasión como criador de bravo. Y lo hace rodeado de su familia. Sus hijos,
Pablo y Ricardo, garantizan el futuro de la ganadería.
"¡Y mis nietos! Tengo dos nietos a los que les
encanta!", interrumpe. Ellos son los encargados, con su minucioso trabajo
a pie de finca, de 'crear' toros de triunfo año tras año.
La clave del éxito la aporta su hijo Pablo. "Trabajo,
trabajo y cuando estás cansado, un poquito más de trabajo". Una frase que
no se cansan de repetir en la casa como un lema. Como un trabajador, como un
incansable investigador en busca de la bravura es, precisamente, como
Victoriano del Río quiere que se le recuerde con el paso de los años.
"Así es. Y como un entusiasta y aficionado que cuidó de
forma pormenorizada todos los detalles en la cría del toro de lidia",
finaliza.
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