Cuando al toro no le dan ganas de embestir, no hay modo de
triunfo. Esta tarde el encierro de San Miguel de Mimiahuapam, una ganadería de
confianza, no salió buena y se han ido sin trofeos los mexicanos Juan Pablo
Sánchez, Diego Silveti y el joven peruano Andrés Roca Rey.
Con una magnífica entrada, más de tres cuartos, se lidiaron
seis toros de San Miguel de Mimiahuapam muy bien presentados. Sin embargo, sin
estar a la altura del prestigio de su divisa, los más toreables fueron el
segundo y quinto, sin fuerza el primero, con mucho peligro el tercero, y con
poca raza el cuarto y el sexto.
Sánchez ha tenido los momentos toreros de la tarde, lo mejor
toreado y haciendo gala de su temple. A su primero, sin fuerza, le faltó
emoción, aunque hubo tandas con la derecha muy buenas, mató de estocada para
recibir ovación en el tercio. Con el cuarto, muy torero en el inicio del
trasteo y engarzó series sobre la derecha magníficas, que finalmente vinieron a
menos, cuando el toro se dedicó a huir. Estocada para aplausos.
Silveti, con el segundo se le vio más asentado y el toro
ayudó un poco más, pero la gente se aburrió pronto y hasta se puso exigente.
Mató de varios intentos y escuchó pitos. Con el quinto, el toro más potable,
siguió valiente y la faena empezó a tomar vuelo. En una serie de bernardinas en
el tercero se quitó un derrote, iba con línea directa al estómago, pudo
significar oreja, pero mató de una estocada baja y todo a menos, división de
opiniones.
Roca Rey debutó en Aguascalientes. El tercero desde su
salida enseñó con claridad sus malas intenciones y el peruano con ese valor que
le caracteriza trató y se llevó varios momentos de peligro. Mató de estocada
baja, silencio.
Con el sexto estuvo variado con el capote y empezó con cambios en los medios y el toro se rajó y comenzó a salir suelto, le faltó a Andrés sujetar a la res para estructurar la faena, cierto valor no estuvo ausente. Una estocada desprendida. Ovación con ligera petición de oreja y dio una vuelta al ruedo. / EFE
Con el sexto estuvo variado con el capote y empezó con cambios en los medios y el toro se rajó y comenzó a salir suelto, le faltó a Andrés sujetar a la res para estructurar la faena, cierto valor no estuvo ausente. Una estocada desprendida. Ovación con ligera petición de oreja y dio una vuelta al ruedo. / EFE
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