Morante de la Puebla, las jóvenes
promesas y el ganado, las grandes incógnitas de la Feria de Abril.
ANTONIO LORCA
Diario ELPAIS de
Madrid
La temporada 2016 será, sin duda, crucial para la fiesta de
los toros. De su capacidad de regeneración interna, de su imaginación para
mantener a los clientes y atraer a otros, de la unidad del sector y, sobre
todo, de la autocrítica y la renovación de planteamientos económicos y
organizativos obsoletos dependerá, en gran parte, que salga airosa de esta
cruenta guerra en la que, por muy variadas razones, lleva todas las de perder.
La fiesta de los toros está sola y no goza de buena salud. Y
esta es la razón fundamental por la que sus enemigos avanzan en todos los
frentes, con la colaboración necesaria de una corriente animalista que ha
calado muy hondo en la sociedad moderna.
Así, lo que suceda este año en las plazas y fuera de ellas
determinará el futuro inmediato de un patrimonio cultural, estrechamente unido
a la historia de este país, que atraviesa una aparente decadencia entre la
desidia de unos y la cobardía de otros.
El domingo comienza la Feria de Abril y en la plaza
sevillana se la juegan Morante, tan grande como irregular artista, las nuevas
generaciones de toreros, el ganado y, especialmente, la propia fiesta. Es
imprescindible que Sevilla triunfe para que le cambie el semblante a un
espectáculo que, hoy por hoy, ofrece escasas razones para la emoción.
El toro, el gran protagonista, está desaparecido, y las
figuras siguen sin entender -y los toreros más jóvenes tampoco- que el síndrome
Domecq, el animal noble y tonto, sin fortaleza, sin fiereza ni casta, es un
muro infranqueable para la salvación de la fiesta.
Cansada y desesperada, la afición ha huido en bandada de las
plazas, y solo en ocasiones especiales es sustituida por un público
triunfalista, como el que llenó el pasado domingo la Maestranza, volátil,
veleidoso y de dudosa afición. El drama de la tauromaquia moderna es que la
mayoría de esos aficionados considera al toro un elemento secundario, lo que
subvierte el sentido primigenio de la fiesta.
Además, la tauromaquia no es hoy un valor políticamente
correcto, y de ella se esconden representantes de la cultura, el arte y la
intelectualidad que hasta hace poco presumían de una tradición respetable.
El Gobierno del Partido Popular aprobó una ley para la
Regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural y no se ha atrevido a
aplicarla; el PSOE se debate cobardemente en sus contradicciones internas, y la
izquierda flamea la bandera del antitaurinismo que más bien pretende ocultar su
rechazo a la identidad española en una campaña animalista.
Hasta el Tribunal Constitucional está asustado y escondido,
pues en 2106 se cumplirán seis años de que el PP presentara un recurso de
inconstitucionalidad ante la prohibición acordada por el Parlamento catalán.
El pasado 13 de marzo, por fin, el taurinismo ofreció,
después de muchos años, una imagen de unidad y acudió en manifestación por las
calles de Valencia para exigir respeto y libertad.
Y hubo más: ha nacido la Fundación del Toro de Lidia para
‘normalizar la presencia de la tauromaquia en la sociedad y reivindicar las
libertades de los aficionados’. Y, hasta ahora, ha denunciado ante la justicia
a las instituciones que, presuntamente, incumplen la ley que protege la fiesta
y a quienes interrumpen la celebración de los festejos.
Por último, la Asociación Nacional de Organizadores de
Espectáculos Taurinos (ANOET) ha presentado un informe en el que analiza el
gran impacto económico de la fiesta de los toros (1.604 millones de euros en
2013) con mínimas subvenciones (25,5 millones, el 0,9 por ciento del gasto
total en materia cultural de todas las administraciones públicas).
El problema es que todas las acciones taurinas están
diseñadas a la defensiva y con ánimo de desterrar el maldito complejo que
atenaza a quien a estas alturas mantiene que el toreo puede ser un modo de
entender la belleza.
Parece que nadie trabaja por la fiesta, sino para defenderla
de los antitaurinos. ¡Craso error…!
La tauromaquia pervivirá si se regenera y moderniza; si las
figuras cambian radicalmente de actitud; si las empresas se actualizan, y,
sobre todo, si se resucita el toro bravo, fiero y encastado.
Por eso, esta temporada es de infarto; porque los enemigos
no se detienen (el Ayuntamiento sevillano de La Algaba ha decidido retirar el
nombre de la calle dedicada a El Algabeño; el de Coslada celebrará una consulta
popular sobre los festejos taurinos, y se han reunido miles de firmas en
Galicia para prohibir los festejos en esa Comunidad), mientras las figuras del
toreo siguen empeñadas en lidiar toros bobos del encaste Domecq que desesperan
a los más pacientes, y los empresarios presentan abonos tan importantes como
los de Sevilla y Madrid con los mismos ingredientes de siempre, sin novedades
ni gestas, como si no pasara nada.
O se taponan las heridas y se reanima el enfermo, o no habrá
ley ni impacto económico que detengan su declive final.
LAS TARDES DE LA MAESTRANZA
Domingo 3 de abril.
Toros de Benítez Cubero para Rui Fernandes, Andy Cartagena, Leonardo Hernández,
Armendáriz, Manuel Manzanares y Andrés Romero.
Lunes 4.
Toros de Tornay para Esaú Fernández, Jiménez Fortes y Borja Jiménez.
Martes 5.
Toros de Torrestrella para Miguel Ángel Delgado, Pepe Moral y Javier Jiménez.
Miércoles 6.
Toros Las Ramblas para Miguel Abellán, El Cid y Joselito Adame.
Jueves 7.
Toros de El Pilar para Sebastián Castella y Alberto López Simón, mano a mano.
Viernes 8.
Toros de Victoriano del Río para Morante de la Puebla, El Juli y M. Ángel
Perera.
Sábado 9.
Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, José María Manzanares y Andrés
Roca Rey.
Domingo 10.
Toros de Fermín Bohórquez para Sergio Galán, Diego Ventura y Lea Vicens.
Lunes 11.
Toros de Daniel Ruiz para El Cid, David Mora y Daniel Luque.
Martes 12.
Toros de Jandilla para Morante, Diego Urdiales y Alberto López Simón.
Miércoles 13.
Toros de Victorino Martín para Manuel Escribano, Morenito de Aranda y Paco
Ureña.
Jueves 14.
Toros de Núñez del Cuvillo para Sebastián Castella, José María Manzanares y
José Garrido.
Viernes 15.
Toros de Núñez del Cuvillo para Morante de la Puebla, El Juli y Andrés Roca
Rey.
Sábado 16.
Toros de Fuente Ymbro para Finito de Córdoba, Juan José Padilla y El Fandi.
Domingo 17.
Toros de Miura para Rafaelillo, Javier Castaño y Manuel Escribano.
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