Buen debut del sevillano, que
pasea una vuelta al ruedo en ante una novillada destartalada, morucha y sin
fuerza de Sánchez Herrero en tarde lluviosa, fría y ventosa.
Pablo Aguado |
ZABALA DE LA SERNA
Madrid
@zabaladelaserna
Un día habría que celebrar en Las Ventas el festival del
viento que ayer se daba en Valencia. Cometas en el cielo por novillos que
embisten con la cabeza por donde las cometas. Tal que el primero de Sánchez
Herrero. Un caballo con testa de uro. Morfología en cuesta. Como el Alpe
d'Huez. Muy propio para torear... Miguel Ángel León abría el cartel de tres
chavales del Sur. Ruiz Muñoz y Pablo Aguado se presentaban en Madrid. Si no
fuera por Ruiz Muñoz, la terna completa de Sevilla. Propia para inaugurar la
Feria de Abril. Pero Muñoz nació en la gaditana Puerto Real y en la Maestranza
anunciaban una de rejones para desperezar abril.
León aprovechó con la muleta la inercia de la distancia para
sacarle algo al enorme novillo, que embestía con todo, desordenado. Perdida la
inercia, se defendía a cabezazos. Sin maldad, pero a testarazo limpio. La faena
se enredó y se alargó entre la firmeza y la voluntad del chico. Como la espada
se hundió tendida, su eficacia fue nula. Una odisea para descabellar. Una
escalera habría sido necesaria para que Miguel Ángel León viese la muerte
tapada.
Para la terna del Sur, Taurodelta escogió una novillada de
Salamanca. De Salamanca y de origen Aldeanueva. El utrero de la presentación de
Ruiz Muñoz se caía una y otra vez con su amplia osamenta a cuestas. La
procedencia de las dos cosas: el amplio hueso y el derrumbe. Ruiz Muñoz no supo
qué hacer con tanto batacazo más que matarlo a la mayor brevedad. No habían
arrastrado las mulillas al torete cuando saltó un valiente antitaurino con
casco de aviador y los lemas al uso. Los 1.000 turistas chinos se descojonaban
de la risa, los aficionados se cabreaban con iracundia y la Policía Nacional
miraba con tancredismo de guardia urbano. El anti se abrazó al cadáver de
hermano toro. Pero la policía intervino, por fin, antes de que consumara el
acto de necrofilia.
Con Pablo Aguado aparecieron los oles, los pasajes más templados,
un concepto del toreo. Y no es que el penitente castaño tercero embistiese
derechito, sino más bien descolocando la cara. Aguado compuso pasajes bellos
tras un inicio de doblones tan toreros como inoportunos. Pero desde ahí se
sintió una idea de torear, un embroque elegante, una verticalidad armónica.
Cara derecha y esbozos de naturales a pies juntos; un cambio de mano y una
trincherilla de fino trazo. Y un sentido del tiempo dudoso. El aviso cumplió su
misión y Aguado se fue a por la espada. La lenta agonía trajo el segundo. Nada
enfrió los pañuelos de partidarios. Unos cuantos. Los mismos que le animaron a
pasearse la vuelta al ruedo.
El negro cuarto parecía incluso menos alto siéndolo. No
tanto como el quinto con hechuras del Torre Eiffel. Ninguno puso nada para
romper un poquito hacia delante. León y Ruiz Muñoz los mataron. Llovía ya con
ganas. Todos los elementos para el antitoreo conjurados.
Pablo Aguado se fue a portagayola. Y libró la larga
ajustada. Otro novillo feo. Como con el lomo quebrado. Empresa, veedores y
veterinarios, ese clan, deben hacérselo mirar aunque sólo sea porque es año de
concurso; por la Fiesta, ya son demasiadas temporadas de contrastado
desinterés.
Aguado siguió en su lucha contra el antitoreo. De uno en
uno, enfrontilado y al natural dibujó una bella serie. Y otra más. Inventándose
embestidas y arabescos a golpe de muñeca. No rubricó con el acero la firma de
un buen debut.
SÁNCHEZ HERRERO/ M.A. LEÓN, RUIZ MUÑOZ Y PABLO AGUADO
Novillos de Hermanos Sánchez
Herrero, muy grandes, destartalados, muy altos y largos; blandos y mansos,
sin fuerza alguna.
Miguel Ángel León, de malva y oro. Estocada tendida y una
docena de descabellos. Aviso (silencio). En el cuarto, estocada (silencio).
Ruiz Muñoz, de verde botella y oro. Media estocada
(silencio). En el quinto, estocada (silencio).
Pablo Aguado, de rioja y oro. Estocada. Dos avisos
(petición y vuelta al ruedo). En el sexto, pinchazo y estocada. Aviso (saludos).
Monumental de las Ventas. Domingo, 3 de abril de 2016. Unas 5.000
personas.
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