El PP y Ciudadanos han votado en
contra de la modificación de la Ley de protección de los animales, aprobada por
los populares en 1992.
JOSEP MARIA AGUILÓ
Palma De Mallorca
Diario ABC de Madrid
El Parlamento balear ha aprobado este martes, con los votos
a favor del PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos, tomar en
consideración la modificación de la Ley de protección de los animales que viven
en el entorno humano, una decisión que en la práctica supondrá la prohibición
de las corridas de toros en Baleares y también la supresión de espectáculos
como los «correbous».
La ley originaria fue aprobada en 1992, con el popular
Gabriel Cañellas como presidente autonómico. En la sesión parlamentaria de esta
tarde han votado en contra de la modificación de la citada ley el PP y
Ciudadanos, mientras que Proposta per les Illes (PI), sucesora de la extinta
UM, se ha abstenido.
En la actual legislatura, el Ejecutivo regional está
presidido por la socialista Francina Armengol, gracias al acuerdo de
gobernabilidad suscrito hace diez meses entre el PSOE, MÉS y Podemos. Esta
última formación sólo da su apoyo externo a Armengol, ya que por ahora no
cuenta con consejeros autonómicos.
Cabe recordar que el pasado mes de febrero la Cámara
autonómica había aprobado ya una proposición no de ley relativa a la
prohibición de los espectáculos taurinos en todas sus formas y a la supresión
de cualquier ayuda pública para las corridas. Dicha proposición también instaba
a prohibir cualquier espectáculo que cause sufrimiento a un animal. En aquella
ocasión estuvieron presentes en el hemiciclo activistas y miembros de la
campaña «Mallorca sense sang» («Mallorca sin sangre»), que ha logrado que 33
municipios de la isla se declaren antitaurinos. Al igual que ha ocurrido este
martes, el PP y Ciudadanos se opusieron entonces a la supresión de las corridas
de toros.
La proposición aprobada en febrero también instaba al
Gobierno central a aprobar medidas legislativas, administrativas, educativas y
de protección de la infancia según las directrices de las Naciones Unidas.
Finalmente, se instaba al Gobierno a aprobar una ley de protección de los
derechos de los animales para garantizar en todo el Estado estándares comunes
para impedir el maltrato animal.
En ese contexto de controversia parlamentaria entre el
tripartito y las formaciones de la oposición, el pasado domingo tuvo lugar en
el municipio mallorquín de Muro la que podría ser la última corrida de toros
celebrada en Baleares. Previamente, en las proximidades de la Monumental de
Muro se concentraron partidarios y detractores de la tauromaquia. La
intervención de la Guardia Civil evitó que se produjeran incidentes de
relevancia.
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