Revolucionó con su espectacularidad y entrega
“Cagancho”, un caballo que escribió una larga e importante historia del rejoneo en los últimos años. Foto: Mauricio Berho |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
"Cagancho”, el popular caballo que ayudó a hacer famoso
a Pablo Hermoso de Mendoza, ha fallecido de un ictus esta noche en la finca del
rejoneador navarro, Zarapuz. Fue en los días anteriores cuando los operarios lo
sacaron a pasear en libertad y, tras un desmayo, comenzó a derivar en faltas de
salud que han terminado con su vida.
Su historia comienza, segun el portal taurino cultoro.com en 1986 nació de una yegua lusitana no
registrada de Évora que falleció poco después de parir al potro su padre es
Nilo un P.S.L. Su genealogía es una mezcla de Veiga y el hierro de Joao
Batista. Desde que nació no tuvo una vida fácil tuvo que criarse sin madre y
sus primero años estuvo algo descuidado. Fue de cuadra en cuadra probado por
algunos toreros y rejoneadores pero al no tener una exagerada belleza pasó
inadvertido para muchos.
Hasta que un buen día de 1990 un joven rejoneador Navarro,
que estaba buscando caballos para abrirse un hueco en el duro mundo del
rejoneo, encontró en la finca de Brito Páes a este fabuloso caballo. Lo miró,
lo saco de la cuadra, lo ensillo y fue aquí cuando surgió uno de los binomios
más importante de la historia del toreo a caballo. Su doma era muy básica solo
los tres aires principales, sus movimientos eran algo bruscos y asalvajados y
le faltaba buenos aplomos. Sin embargo Pablo decidió comprarlo y lo compró por
"1800 €” una cantidad ridícula si lo comparamos con el valor que alcanzó
después. Incluso sus familiares se mofaron del caballo cuando llegó a la cuadra
del rejoneador, sin embargo Pablo Hermoso vio en el caballo luso algo que tan
solo los grandes jinetes pueden ver y es el alma, la chispa, el genio… en
definitiva el corazón del caballo.
Después de mucho entrenamiento y horas de trabajo, el jinete
navarro consiguió pulir al caballo, logró que sus movimientos y aplomos fuesen
más suaves. Comenzó a salir al ruedo como caballo para el último tercio aunque
para ello le faltaba algo no llegaba a transmitir la suficiente confianza al
jinete para matar al toro. El gran descubrimiento llegó cuando el jinete de
Estella lo destinó para el tercio de banderillas fue aquí cuando el caballo
saco a relucir todo su arte y su brío. Encandiló a todo el público con esas
carreras de costados junto a las tablas siempre con el toro pegado a su grupa.
Después de que los aficionados observaran esto todo el mundo quería ver a ese
gran caballo cuatralbo de color negro que levantaba a todo el público de las
gradas con su vistosa suerte y por su forma de citar al toro.
La fama de este caballo fue tal que como los buenos toreros
de a pie, tuvo su retirada flamante en las plazas importantes, y al terminar la
corrida, el animal daba la vuelta al ruedo con su jinete Pablo Hermoso de Mendoza.
Cagancho estuvo 11 años en activo, toreo en más de 700 corridas y durante su
recorrido ha toreado en las plazas más importantes del mundo, como Sevilla (La
Maestranza), Madrid (Las Ventas), Pamplona y México D.F.
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