El Concejo de Bogotá, órgano legislativo de la capital
colombiana, aprobó hoy preguntar en consulta popular a los ciudadanos si están
de acuerdo con que se realicen corridas de toros y novilladas en la ciudad,
informaron fuentes oficiales.
La propuesta, que parte del alcalde Gustavo Petro, ahora
deberá pasar un último trámite en un tribunal regional antes de que finalmente
reciba luz verde y la Registraduría (autoridad electoral) fije una fecha para
realizar la consulta.
Horas antes de la votación de hoy, protaurinos y defensores
de animales volvieron a exhibir sus diferencias, desatadas desde junio de 2012
cuando Petro revocó el contrato de arrendamiento de la plaza La Santamaría con
la Corporación Taurina de Bogotá para convertir el coso en un centro cultural
alrededor de la vida "y no de muerte".
La controversia fue resuelta por la Corte Constitucional de
Colombia en septiembre de 2014, cuando sentenció que la tauromaquia debía
regresar a La Santamaría argumentando "la preservación de la cultura
taurina", un fallo que en febrero ratificó. El alto tribunal ordenó además
a la Alcaldía de Bogotá entregar en septiembre de 2016, con mejoras
estructurales, la plaza de toros para que la tauromaquia regrese al escenario.
Ahora, la consulta aprobada hoy pretende averiguar si es
cierto que las corridas de toros son parte de la cultura de los bogotanos,
preguntando a sus ciudadanos si están "de acuerdo, sí o no, con que se
realicen corridas de toros y novilladas en Bogotá".
Para los protaurinos, la pregunta les sitúa en un
"marco de indefensión" y se realiza solo por intereses políticos,
como aseguró a EFE Humberto Martínez, de la Unión de Toreros de Colombia. Martínez
está convencido de que una iniciativa de estas características
"aplastaría" a los que son aficionados a la tauromaquia. "Es
como si preguntaran a los bogotanos si están de acuerdo con los metaleros, los
rockeros o adopción gay, porque somos minoría", consideró este aficionado,
que recordó que solamente el Congreso de Colombia puede abolir la tauromaquia y
advirtió que, en caso de ser necesario, se movilizarán para defender sus
intereses.
"Si tenemos que cosernos la boca, ponernos en huelga de
hambre y que se muera cualquier compañero lo vamos a hacer, porque lo único que
sabemos es que el animalismo (defensa de los animales) en Bogotá es más negocio
y más política que cualquier otra cosa", aseguró. Mientras, los defensores
de los animales responden que la consulta es absolutamente legal, que no va en
contra del fallo del Constitucional y que, además, el argumento de las minorías
no tiene base jurídica en este caso. "Ellos no son minoría constitucional.
Aquí no hay minoría étnica, ni por un tema indígena o pertenencia sexual. Esto
es una minoría en términos de gusto. No hay que confundir el gusto con la
minoría", aclaró a Efe Albeiro Ulloa, miembro del colectivo "Bogotá
sin toreo".
Ulloa matizó que la pregunta busca comprobar si los
bogotanos realmente están de acuerdo con la tauromaquia para, en caso de que
salga el "no", tener una base jurídica para continuar su lucha por la
abolición demostrando que los bogotanos no sienten esta práctica como parte de
su cultura. Algo que no quiere decir que, en caso de que gane el
"sí", el movimiento para erradicar las corridas se apague, matizó. / EFE
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