Saúl Jiménez Fortes se encuentra
sedado e intubado en la UVI, pero estable dentro de la gravedad, explica su
apoderado Nemesio Matías.
«La cornada le ha afectado la base del cráneo, las fosas nasales y el paladar». |
PALOMA MORENO
Diario LARAZON de Madrid
«La mejor noticia es que no hay noticia». Así, de claro y
rotundo respondió a LA RAZÓN Nemesio Matías, apoderado de Jiménez Fortes,
cuando explicaba la última hora del malagueño. Al final de la tarde de ayer, el
torero se encontraba sedado e intubado en la Unidad de Vigilancia Intensiva del
Hospital Clínico de Salamanca, aunque todo parece ir bien ya que sus más
allegados ya pudieron visitarle.
El diestro fue estabilizado en la enfermería de la plaza y
posteriormente trasladado al Clínico de Salamanca para ser intervenido. Fortes
entró en el quirófano alrededor de las diez y media de la noche y salió cuatro
horas más tarde, después de que hubiera que «reconstruirle toda la zona
afectada por la cornada, que llegó a tocar un poco el cerebro, por la base,
rompió la estructura de la nariz y la lengua y destrozó el paladar», explicó
apesadumbrado su apoderado.
Los médicos confirmaron este diagnóstico y que la vida del
diestro no corre peligro. A través de un breve parte médico explicaron que el
torero se encuentra «estable dentro de la gravedad, aunque habrá que esperar al
menos 24 o 48 horas para poder hacer una evaluación más precisa». Cada segundo
influye y, según Matías, «los próximos tres o cuatro días serán importantísimos
para conocer el alcance de la lesión y las posibles secuelas».
La cornada se produjo al recibir de rodillas a su primer
toro en la plaza de toros de Vitigudino, donde fue empotrado con fuerza contra
las tablas, corneándolo en el cuello.
El entorno familiar y la cuadrilla de Fortes pasa, de nuevo,
por un momento muy delicado, de máxima tensión y precupación. «Estamos muy mal.
Es una injusticia que le cojan tanto los toros con esta dureza. No sé si en la
historia del toreo ha pasado algo así...» se quejaba su apoderado, que declaró
con esperanza que «cuanto más duro sea el camino, más grande será la
recompensa».
Su madre, Mary Fortes, sabe de lo que habla, fue torera y
«sabe lo que son las cornadas y lo está pasando muy mal porque ésta es mucho
más grave que la de Madrid», razonaba Matías, que confirmaba a LA RAZÓN que a
lo largo del día de hoy «intentaremos hacer una rueda de prensa para contar
todas las novedades. Los médicos a lo mejor se plantean bajarle la sedación,
pero todo dependerá de la evolución durante la noche».
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