Respuesta de la Corte a una
consulta particular
El Consejo Constitucional francés ha vuelto a respaldar la
legitimidad de las corridas en Francia. Al hilo de una consulta sobre una
posible desigualdad entre el tratamiento de las corridas de toros y el de las
peleas de gallos, dos tradiciones con tratamiento especial en Francia, el
Consejo ha señalado que el legislador quería promover el desarrollo de la
tauromaquia en las zonas establecidas, al contrario de lo que ocurre con las
peleas de gallo.
El Observatorio Nacional francés de las Corridas de Toros ha
enviado un comunicado, firmado por su presidente, André Viard, que reproducimos
a continuación:
“En Francia, el código
penal castiga con multas el maltrato animal, pero esta ley no se aplica cuando
se trata de dos tradiciones muy ancladas en dos regiones distintas del país:
los toros en el Sur y las peleas de gallos en el norte y la isla de la Reunión.
El texto del código
penal distingue sin embargo entre las dos tradiciones, autorizando las corridas
en las ‘regiones de tradición’, y las peleas de gallos sólo en las ‘localidades
de tradicion’. Con lo cual, desde la aprobación de esta ley en 1964, varias
plazas de toros se han podido construir en ciudades donde no las había, pero
que pertenecían a las regiones consideradas de tradición taurina, es decir las
cuatro comunidades del Sur.
Al revés, se ha
prohibido siempre la apertura de gallódromos en localidades que no eran
tradicionales, y hasta se ha prohibido construír nuevos gallódromos en
localidades que sí lo eran, puesto que la justicia consideraba que las peleas
sólo estaban autorizadas en los lugares existentes.
Dos organizadores de
peleas de gallos en la isla de la Reunion, a los que la justicia quiere multar
con 30.000 euros por haber organizado peleas en un sitio que no era
tradicional, han consultado a través de su abogado al Consejo Constitucional si
era normal que las peleas de gallos y las corridas no tengan los mismos
derechos.
Esperaban, obviamente,
que el Consejo Constitucional iba a equiparar el ámbito de ambas tradiciones,
pero, al revés, éste ha confirmado que la ley no crea ninguna ilegalidad [sic]
entre las dos culturas, puesto que al redactarla, el legislador había tenido en
cuenta su arraigo distinto.
Dicho de forma más
sencilla, el Consejo Constitucional ha explicado que si sólo se autorizaban las
peleas de gallos en los lugares ya existentes, es porque el legislador querría
acompañar a esta tradición hasta su desaparición, sin prohibirla : “Se trata de
dos prácticas distintas por naturaleza; se ve en los trabajos preparatorios de
la ley del 8 de julio 1964 que el legislador quiso controlar de forma más
estricta la exclusión de responsabilidad penal para las peleas de gallos, para
acompañar y favorecer la desaparición de estas prácticas”.
Al revés, considerando
el profundo arraígo de la cultura taurina en una población mucho más ámplia, el
legislador quiso favorecer su desarollo dentro de su zona de predilección.
Con su decisión
pronunciada ayer, el Consejo Constitucional vuelve a reforzar la cultura
taurina en Francia, después de haber confirmado hace dos años que la excepción
cultural que existe en la ley a favor de las corridas es perfectamente
constitucional”. / MUNDOTORO
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