martes, 18 de agosto de 2015

31 de enero, José Tomás tiene ya cita para reaparecer en la plaza México

Herrerías necesitaba un golpe de timón, como pasa en Sevilla
Después de unas temporadas en las que las críticas a su gestión iban subiendo de tono, hasta desembocar directamente en pedir su salida de la gestión, Rafael Herrería ha dado un golpe de timón en la preparación de los carteles de la Temporada Grande de la plaza México: ha cerrado la vuelta de José Tomás a la mayor plaza del mundo. Será el 31 de enero, dentro de las corridas extraordinarias del aniversario. Aún queda por fijar el cartel completo, que tardará un par de meses en darse a conocer. Pero el contrato está firmado y ha habido prisas por oficializarlo. Todos dan por seguro que la fórmula le va a funcionar a Herrerías para solventar su crisis. Puesto a especular cabría preguntarse si no sería algo así lo que necesita Ramón Valencia en Sevilla.

Redaccion TAUROLOGIA.COM

Rafael Herrerías estaba contra las cuerdas por la gestión de la Plaza México. Más o menos como el tándem Eduardo Canorea-Ramón Valencia en Sevilla tras el segundo plante del club de los cinco. Con la afición pidiendo a la propiedad su relevo como gestor de la mayor plaza del mundo. Y en 24 horas han cambiado las tornas como por ensalmo. Con muchos meses de antelación ya ha anunciado que tiene firmado el contrato para la reaparición de José Tomás en la Temporada Grande del coso de la avenida de Insurgentes. Y ya no se habla de otra cosa a nivel planetario, como diría aquella ministra. No hay periódico en el que hoy no aparezca destacada esa noticia.

Y eso que no ha trascendido más que la fecha: el 31 de enero, domingo, en las vísperas de las corridas que tradicionalmente se organizan con ocasión del aniversario de la inauguración de la México. El dar a conocer el cartel completo del acontecimiento queda para más adelante, para hacerlo a la vez que se hace público el conjunto de los carteles principales.

Pero a partir de esa contratación, de lo que muy probablemente será un mano a mano con un primer espada mexicano, las aguas mexicanas han comenzado a bajar más mansas. Entre otras cosas porque Herrerías ha cogido a todo el mundo con el pie cambiado.

Por lo pronto, Herrerías ya se ha asegurado la principal contratación para que el derecho de apartado  --la fórmula más o menos parecida a los abonos de España--resulte atractivo y ese cartel por sí solo tire del conjunto de la programación.  De paso plantea una buena papeleta al resto de las figuras, que como es habitual no se dejan fácilmente pisar el poncho por otro compañero.  Y así, por ejemplo, si el pasado año El Juli no alcanzó acuerdo alguno con Herrerías, el panorama cambia sustancialmente para este futura temporada.

Solventada la contratación del ídolo de Galapagar, que éste si que ha puesto a su pueblo natal en el mapa, Herrerías tiene por delante un reto no pequeño: mejorar sustancialmente la selección y, sobre todo, la presentación del ganado a lidiar, que en los pasados años dejó mucho que desear.

En las tardes esporádicas que ha toreado en España y Francia José Tomás siempre busco mantener un nivel de dignidad en cuanto a la presentación de sus toros. Un ejemplo claro fue la selección que hizo para su histórica encerrona en Nimes: estaban todos en las justa medida se no mover a escándalo. A este toreo no le pasa lo que El Juli protagonizó en Pamplona el pasado mes de julio.

Para el torero el reto no es pequeño. Se da por supuesto que no va a dejar de pisar el acelerador a tope en ese acontecimiento. Por su reto radica en colocar el cartel de “No hay billetes”, agotando las mas de 40.000 entradas que afora la Monumental. Hace muchísimos años, tanto que se cuentan por décadas, que ese cartel no se pone; colocarlo el 31 de diciembre es la medida del éxito total.

¿Y si la fórmula se trasplantara a Sevilla?

Los pocos que están en las interioridades de este contrato confirman que Herrerías apostó a una fórmula a la que José Tomás tan sólo se pudiera contestar que si. Y efectivamente consiguió lo que parecía imposible.

Sabido es que en la actualidad José Tomás espacia sus actuaciones, casi en consonancia con su propio ciclo vital: cada actuación parece como si tuviera un particular por qué. Había que volver a Aguascalientes, la plaza de lo que rayó en tragedia, y eligió el momento para hacerlo: era un reto que tenía planteado consigo mismo y lo ganó. La que ya se anuncia para la México viene a coincidir con los 20 años de su alternativa, que data del 10 de enero de 1995, con Jorge Gutiérrez y Manolo Mejía en el cartel, ante toros de Xajay.

Teniendo un palmarés como muy pocos pueden exhibir, José Tomás tiene una página en blanco. En su día quiso apabullar en Madrid y lo hizo con aquellas dos corridas extraordinarias fuera del abono de 2008, con las que puso un punto y aparte. Todavía hoy se cotizan los videos no oficiales de aquellas dos actuaciones.

Sin embargo, José Tomás no figura en el elenco de las grandes figuras que e han cortado un rabo a un toro en la Maestranza sevillana. En una ocasión estuvo en un “casi”, pero no terminó de salir. A poco que se le conozca semejante intento encaja bastante bien con ese ciclo vital en el que hoy por hoy fundamenta su carrera.

Si ese ciclo vital para 2016 pasara por intentar su reto de Sevilla, está claro que la fecha idónea sería el Domingo de Resurrección, que en el próximo año cae en el 27 de marzo. Se trata de una de las corridas emblemáticas del año taurino, que si además se anuncia en un mano a mano con Morante de la Puebla las colas en la taquilla sería interminables. Y Ramón Valencia, una vez que camina por libre sin Eduardo Canorea, habría salido del actual callejón al que no se le ve fin.

Pero todo esto no dejan de ser puras y simples especulaciones. Pero que si la conjunción de todos los astros del universo mundo la propiciara, pondría fin a unos episodios lamentables que han emborronado la historia de la Maestranza. Desde luego, algo de este tipo se necesita en el coso del Baratillo.

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