Herrerías necesitaba un golpe de timón, como pasa en Sevilla
Después de unas temporadas en las que las críticas a su gestión iban
subiendo de tono, hasta desembocar directamente en pedir su salida de la
gestión, Rafael Herrería ha dado un golpe de timón en la preparación de los
carteles de la Temporada Grande de la plaza México: ha cerrado la vuelta de
José Tomás a la mayor plaza del mundo. Será el 31 de enero, dentro de las
corridas extraordinarias del aniversario. Aún queda por fijar el cartel
completo, que tardará un par de meses en darse a conocer. Pero el contrato está
firmado y ha habido prisas por oficializarlo. Todos dan por seguro que la
fórmula le va a funcionar a Herrerías para solventar su crisis. Puesto a
especular cabría preguntarse si no sería algo así lo que necesita Ramón
Valencia en Sevilla.
Redaccion TAUROLOGIA.COM
Rafael Herrerías estaba contra las cuerdas por la gestión de
la Plaza México. Más o menos como el tándem Eduardo Canorea-Ramón Valencia en
Sevilla tras el segundo plante del club de los cinco. Con la afición pidiendo a
la propiedad su relevo como gestor de la mayor plaza del mundo. Y en 24 horas
han cambiado las tornas como por ensalmo. Con muchos meses de antelación ya ha
anunciado que tiene firmado el contrato para la reaparición de José Tomás en la
Temporada Grande del coso de la avenida de Insurgentes. Y ya no se habla de
otra cosa a nivel planetario, como diría aquella ministra. No hay periódico en
el que hoy no aparezca destacada esa noticia.
Y eso que no ha trascendido más que la fecha: el 31 de
enero, domingo, en las vísperas de las corridas que tradicionalmente se
organizan con ocasión del aniversario de la inauguración de la México. El dar a
conocer el cartel completo del acontecimiento queda para más adelante, para
hacerlo a la vez que se hace público el conjunto de los carteles principales.
Pero a partir de esa contratación, de lo que muy
probablemente será un mano a mano con un primer espada mexicano, las aguas
mexicanas han comenzado a bajar más mansas. Entre otras cosas porque Herrerías
ha cogido a todo el mundo con el pie cambiado.
Por lo pronto, Herrerías ya se ha asegurado la principal
contratación para que el derecho de apartado
--la fórmula más o menos parecida a los abonos de España--resulte
atractivo y ese cartel por sí solo tire del conjunto de la programación. De paso plantea una buena papeleta al resto
de las figuras, que como es habitual no se dejan fácilmente pisar el poncho por
otro compañero. Y así, por ejemplo, si
el pasado año El Juli no alcanzó acuerdo alguno con Herrerías, el panorama
cambia sustancialmente para este futura temporada.
Solventada la contratación del ídolo de Galapagar, que éste
si que ha puesto a su pueblo natal en el mapa, Herrerías tiene por delante un
reto no pequeño: mejorar sustancialmente la selección y, sobre todo, la
presentación del ganado a lidiar, que en los pasados años dejó mucho que
desear.
En las tardes esporádicas que ha toreado en España y Francia
José Tomás siempre busco mantener un nivel de dignidad en cuanto a la
presentación de sus toros. Un ejemplo claro fue la selección que hizo para su
histórica encerrona en Nimes: estaban todos en las justa medida se no mover a
escándalo. A este toreo no le pasa lo que El Juli protagonizó en Pamplona el
pasado mes de julio.
Para el torero el reto no es pequeño. Se da por supuesto que
no va a dejar de pisar el acelerador a tope en ese acontecimiento. Por su reto
radica en colocar el cartel de “No hay billetes”, agotando las mas de 40.000
entradas que afora la Monumental. Hace muchísimos años, tanto que se cuentan
por décadas, que ese cartel no se pone; colocarlo el 31 de diciembre es la
medida del éxito total.
¿Y si la fórmula se trasplantara a Sevilla?
Los pocos que están en las interioridades de este contrato
confirman que Herrerías apostó a una fórmula a la que José Tomás tan sólo se
pudiera contestar que si. Y efectivamente consiguió lo que parecía imposible.
Sabido es que en la actualidad José Tomás espacia sus
actuaciones, casi en consonancia con su propio ciclo vital: cada actuación
parece como si tuviera un particular por qué. Había que volver a
Aguascalientes, la plaza de lo que rayó en tragedia, y eligió el momento para
hacerlo: era un reto que tenía planteado consigo mismo y lo ganó. La que ya se anuncia
para la México viene a coincidir con los 20 años de su alternativa, que data
del 10 de enero de 1995, con Jorge Gutiérrez y Manolo Mejía en el cartel, ante
toros de Xajay.
Teniendo un palmarés como muy pocos pueden exhibir, José
Tomás tiene una página en blanco. En su día quiso apabullar en Madrid y lo hizo
con aquellas dos corridas extraordinarias fuera del abono de 2008, con las que
puso un punto y aparte. Todavía hoy se cotizan los videos no oficiales de
aquellas dos actuaciones.
Sin embargo, José Tomás no figura en el elenco de las
grandes figuras que e han cortado un rabo a un toro en la Maestranza sevillana.
En una ocasión estuvo en un “casi”, pero no terminó de salir. A poco que se le
conozca semejante intento encaja bastante bien con ese ciclo vital en el que
hoy por hoy fundamenta su carrera.
Si ese ciclo vital para 2016 pasara por intentar su reto de
Sevilla, está claro que la fecha idónea sería el Domingo de Resurrección, que
en el próximo año cae en el 27 de marzo. Se trata de una de las corridas
emblemáticas del año taurino, que si además se anuncia en un mano a mano con
Morante de la Puebla las colas en la taquilla sería interminables. Y Ramón
Valencia, una vez que camina por libre sin Eduardo Canorea, habría salido del
actual callejón al que no se le ve fin.
Pero todo esto no dejan de ser puras y simples
especulaciones. Pero que si la conjunción de todos los astros del universo
mundo la propiciara, pondría fin a unos episodios lamentables que han
emborronado la historia de la Maestranza. Desde luego, algo de este tipo se
necesita en el coso del Baratillo.
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