El novillero consigue los máximos
trofeos de un gran ejemplar de Villamarta de vuelta al ruedo. El sevillano
corta tres orejas en su presentación con caballos.
CARLOS CRIVELL
Diario ELMUNDO de Madrid
Foto: EFE
A la buena novillada de Villamarta le faltó trapío. Alguno
de los utreros que saltaron al ruedo de La Merced eran más propios de
novilladas sin picadores. Se trata de cuidar a lo que empiezan, pero todo tiene
unos mínimos. A pesar de ese detalle, que tiene mucha importancia, la novillada
fue buena por nobleza y movilidad. El cuarto, muy chiquitito y cómodo de
cabeza, fue excelente y recibió el premio de la vuelta al ruedo. Su lidiador,
David de Miranda, le cortó las dos orejas y el rabo. Desde 1989, Espartaco como
premiado, no se cortaba un rabo por un lidiador a pie en La Merced.
El chaval de Trigueros, el de mayor bagaje del cartel, cuajó
de forma sobresaliente a Acusonero. Fue una faena intensa con todos los
detalles que la modernidad ha impuesto en la tauromaquia de nuestros días.
Comenzó con pases por la espalda, siguió con el toreo fundamental por ambos
pitones y acabó con manoletinas. La obra de Miranda tuvo como virtudes
esenciales el temple exquisito y la ligazón. No cabía otra cosa ante un novillo
tan bueno, pero ante este tipo de reses se espera a los buenos toreros. Mató de
una estocada atravesada y el entusiasmo popular llevó a sus manos las orejas y
el rabo, al tiempo que al novillo se le premió con la vuelta.
Antes, el mismo torero había estado menos acertado con el
que abrió plaza, también muy bueno. Un quite por saltilleras demostró su valor
y quietud. En el cuarto fueron tafalleras. En esa faena al primero hubo menos
acoplamiento y algunos enganchones deslucieron su labor, que no fue bien
rematada con la espada.
El otro torero local, Alejandro Conquero, fue todo el
festejo un torero bullidor y entregado. Al primero de su lote lo recibió con
una larga, le dio muchos pases de manera desigual, algunos más limpios y otros
destemplados, toreó de rodillas al final en una tanda de derechazos y abrochó con
las inevitables manoletinas. Fue una labor de entrega algo acelerada que tuvo
un remate pésimo con los aceros.
El quinto novillo no ayudó al joven onubense. Le cantaron
desde el tendido en una manía absurda que habría que prohibir, pero el cante lo
dio el astado que se quedó muy corto y deslució la faena de Conquero, que otra
vez dio un mitin con la espada.
Debutó con picadores Rafael Serna. Es posible que haya
lidiado novillos más fuertes como erales. Su faena al sexto puede ser una buena
muestra de sus posibilidades. Lo recibió a portagayola. El comienzo con la
muleta a media altura fue señorial. El torero, sereno, se explayó por la
derecha en muletazos con prestancia y empaque. El buen novillo de Villamarta
fue toreado de forma exquisita y bella en una faena que debe ser el comienzo de
su trayectoria. No cabe más regusto en su labor. Serna explicó el toreo eterno.
Un espadazo le puso las orejas en las manos. Buen debut del sevillano.
Sorteó para su debut un novillo muy soso. Rafael, algo
nervioso, se asentó en una faena de trazos clásicos con más toreo por la
derecha que por la izquierda. La estocada puso en sus manos la oreja, primera
de su andadura por este escalafón.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de La Merced. Lunes, 3 de agosto de 2015. Última de feria. Más de
media plaza.
Seis novillos de Villamarta,
muy justos de presentación, de buen juego en general. Muy buenos el 1º y el 6º.
El cuarto fue premiado con la vuelta al ruedo.
David de Miranda, de grana y oro. Dos pinchazos y tres
descabellos (saludos). En el cuarto, estocada atravesada (dos orejas y rabo).
Salió a hombros junto a Rafael Serna.
Alejandro Conquero, de blanco y plata. Seis pinchazos,
estocada perpendicular y tres descabellos. Dos avisos (silencio). En el quinto,
cuatro pinchazos (silencio).
Rafael Serna, de espuma de mar y oro. estocada (una
oreja). En el sexto, estocada (dos orejas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario