martes, 28 de julio de 2020

No hay que “bajar la guardia”

Afirma Miguel Aguilar 
Miguel Aguilar en Cantinuevo puede disfrutar de la prestigiosa yeguada, pura raza árabe, “Complutum Arabians” / Cortesía Aguilar
El destacado novillero acalitense se halla en España desde marzo, por lo que la pandemia lo agarró allá y a diario se entrena en la finca de Cantinuevo

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO

Hicimos contacto en España, vía telefónica, con el destacado novillero aguascalentense Miguel Aguilar, quien se encuentra por aquellas latitudes desde el jueves 5 de marzo pasado, precisamente después de haber actuado en el coso “San Marcos” el domingo 1 en la segunda función del serial, es decir, 15 días antes de que se suspendiera la temporada por el peligroso brote del Covid-19 a nivel mundial. 

Por lo tanto, lo de la complicada pandemia agarró a Miguel ya estando en suelo ibérico, pero es él mismo quien nos cuenta cómo es que le ha ido en esta época y la manera en que la ha ido salvando, teniendo como “cuartel general” el Centro Internacional de Tauromaquia y Alto Rendimiento (CITAR), concretamente en la finca de Cantinuevo, localizada en Fuentelencina, provincia de Guadalajara, donde se ubica la ganadería del mismo nombre, Cantinuevo, casa de la divisa en encarnada y blanca, y de encaste Domecq. 

“Llegué a España una semana antes de que se declarara la pandemia y tras haber actuado en mi tierra a principios de marzo, es decir, que llegué a suelo español el viernes 6 de tal mes”, dijo de entrada Aguilar. 

Sin embargo, todo lo que eran planes estupendos para la consecución de la carrera de este estupendo novillero de Aguascalientes se vinieron abajo pues al arribar a España y que se desatara lo del coronavirus, lo primero que perdió Miguel fue la novillada que ya tenía hecha para abril en el coso francés de Garlín. 

- ¿Cómo entonces es que ha sido tui estancia en la finca de Cantinuevo? 
“Pues además de esperar a ver qué sucede, no queda más que entrenar como si nada pasara, es decir, tal y como lo he hecho desde un principio, yo estoy listo para torear mañana si fuera el caso. Sin embargo, si pega que los proyectos que había se hayan venido para abajo. Ojalá y en septiembre y octubre se pueda hacer algo ahora que ya se está reanudando la actividad taurina en el país, pues dependiendo de lo que suceda mi intención es quedarme acá hasta octubre, pero, repito, hay que esperar”. 

- Dentro de esta preparación que estás llevando a cabo ¿en qué ganaderías has logrado alistarse? 
“La verdad es que ha habido mucha actividad en el campo y gracias a ello es que he tentado en ganaderías como las de Adelaida Rodríguez, Zalduendo, Espioja, Aguadulce, Guerrero y Carpintero, Eugenio Frías y, por supuesto, en la de Cantinuevo, donde entreno a diario al lado de mis paisanos, los también aquicalidenses Emiliano Robledo y Emilio Ricaud, además del jalisciense Rubén Núñez”. 

- ¿Has tenido la oportunidad de lidiar toros a puerta cerrada? 
“Sí, he toreado tres en la dehesa extremeña de Zalduendo y otros tres novillos en la salmantina de Espioja”. 

Tal y como lo indica Miguel Aguilar, su entrenamiento es fuerte, como siempre, a pesar de la larguísima cuarentena, misma que le ha servido el novillero para poner a prueba su afición y vocación torera: “Este espacio me ha servido para ordenar mis ideas, mentalizarme y asegurarme de qué es lo que quiero, pues estoy cierto de que con ello afianzaré mi personalidad y la forma en que me gusta hacer el toreo. Sin embargo, ahora que ha bajado sensiblemente la actividad uno se ve obligado a hacer estos autoanálisis que, sin duda, me vienen bien, además de que ahora mismo entrenar es duro por el calor que hace pues a diario llegamos a temperaturas de entre 36 y 38 grados centígrados, de ahí que el entrenamiento sea entrada la tarde pues el sol se mete alrededor de las 10 de la noche”, comenta Miguel. 

Finalmente, Aguilar afirma que “no hay que bajar la guardia y sé que tengo que alistarme como si fuera a torear el domingo”. ¡Suerte matador!

DATO
En las dehesas de Adelaida Rodríguez, Zalduendo, Espioja, Aguadulce, Guerrero y Carpintero, Eugenio Frías y Cantinuevo se ha preparado Aguilar

En su XXIX aniversario luctuoso: Recuerdo a la figura de Román “Chato” Guzmán
El célebre subalterno fundó la agrupación de subalternos e inauguró en 1947 los cosos Monumentales México y “El Toreo” de Cuatro Caminos

Uno de los más notables toreros de plata que ha dado nuestro país, nos sólo por su desempeño en el ruedo sino igualmente fuera del mismo demostrando un férreo y decisivo carácter cuando había que pelear por los derechos de sus colegas subalternos fue, sin duda, el célebre Román “Chato” Guzmán, quien este miércoles 29 de julio estará cumpliendo 29 años de haber fallecido en la Ciudad de México a los 86 años de edad. 

Román Moncebaiz Guzmán, mejor conocido en el ambiente taurino como Román “Chato” Guzmán”, fue un sobresaliente banderillero nacido en el Distrito Federal el 9 de agosto de 1905 y su trayectoria taurina la inició en 1918 para luego destacar en las cuadrillas de significativos matadores como Pepe Ortiz, Heriberto García, Alberto Balderas, David Liceaga y Luis Castro “El Soldado”, entre otros. 

El 17 de julio de 1933 junto con su gran compañero, el picador de toros yucateco Saturnino Bolio “Barana” tuvo uno de sus más grandes logros, fundar la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros. 

Curiosamente, el 31 de octubre de 1937, en “El Toreo” de la Condesa, recibe el trofeo “Oreja de Plata” que se disputaban los novilleros del cartel y que fueron incapaces de hacer algo relevante durante el festejo. 

Al “Chato” Guzmán le correspondió dar el primer capotazo y colocar el primer par de banderillas al primer toro, “Jardinero” de San Mateo, que se lidió en la inauguración de la Monumental Plaza México, el 5 de febrero de 1947 y lo mismo hizo en la apertura de “El Toreo” de Cuatro Caminos, en Naucalpan, Estado de México, el siguiente 23 de noviembre del mismo 1947. Ese era Román “Chato” Guzmán. 

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