JOSÉ LUIS
BENLLOCH
@JLBenlloch
Redacción APLAUSOS
Los toros reviven tras el confinamiento. De la
atonía más absoluta se ha pasado a una programación que, teniendo en cuenta de
donde se viene, se antoja frenética. De una semana para otra ha surgido una
lluvia de carteles por doquier: menos de los que se daban en la normalidad de
siempre pero muchos más de los que se podía imaginar el toreo hace unos días.
Ávila, El Puerto de Santa María, Mérida, Osuna, Huelva, Herrera, Beziers,
Plasencia, Estepona... han convocado ruedas de prensa para presentar las combinaciones
de toros y toreros que se celebrarán a partir de mediados de este mes de julio
y, sobre todo, a partir del próximo mes de agosto. Mientras, otras grandes
plazas como Arles, Nimes y Zaragoza hacen gestiones ganaderas y reservan fechas
a los toreros con intención de dar sus ferias de septiembre y octubre. Otras
plazas como Valladolid o Salamanca, que preparaban sus ferias de septiembre,
han visto frenados sus propósitos por las autoridades de Castilla y León que,
pese a sus proclamas a favor de los toros, han puesto unas limitaciones de
aforo que los hacen inviables.
Y si hay un torero protagonista en ese nuevo fenómeno ese es Enrique Ponce, que aparece en todas las ferias que se van anunciando, detalle que va con su personalidad -no se puede obviar que ha sido el torero con más corridas toreadas de la historia- y a buen seguro le aliviará de la tormenta mediática que se ha desencadenado en torno a su vida privada. El valenciano fue el primero que echó a caminar en el proceso de la desescalada torera anunciando que torería a principios de agosto en Navas de San Juan en la que parecía que iba a ser su primera actuación, pero aquel anuncio que iba a dar a la ciudad jienense el protagonismo del reestreno, ha quedado superado y el propio maestro está anunciado con anterioridad en Osuna. Su apoderado, Juan Ruiz, ha asegurado a LAS PROVINCIAS que tiene firmadas más de veinte corridas de toros "que se pueden ir a treinta si se cumplen todos los planes". "El objetivo de Enrique -insiste- es crear ilusión y no dejar pasar la temporada en blanco por el riesgo de desconexión que podría generar". Y añade: "No hay otro interés en Enrique que reactivar la temporada y si bien fuimos los primeros nos alegra mucho que otros compañeros se hayan sumado a nuestra postura".
Y si hay un torero protagonista en ese nuevo fenómeno ese es Enrique Ponce, que aparece en todas las ferias que se van anunciando, detalle que va con su personalidad -no se puede obviar que ha sido el torero con más corridas toreadas de la historia- y a buen seguro le aliviará de la tormenta mediática que se ha desencadenado en torno a su vida privada. El valenciano fue el primero que echó a caminar en el proceso de la desescalada torera anunciando que torería a principios de agosto en Navas de San Juan en la que parecía que iba a ser su primera actuación, pero aquel anuncio que iba a dar a la ciudad jienense el protagonismo del reestreno, ha quedado superado y el propio maestro está anunciado con anterioridad en Osuna. Su apoderado, Juan Ruiz, ha asegurado a LAS PROVINCIAS que tiene firmadas más de veinte corridas de toros "que se pueden ir a treinta si se cumplen todos los planes". "El objetivo de Enrique -insiste- es crear ilusión y no dejar pasar la temporada en blanco por el riesgo de desconexión que podría generar". Y añade: "No hay otro interés en Enrique que reactivar la temporada y si bien fuimos los primeros nos alegra mucho que otros compañeros se hayan sumado a nuestra postura".
La corrida de Osuna, 1 de agosto, será retransmitida con toda
probabilidad por Canal Sur y prácticamente ya se han vendido todas las
localidades que autorizan las medidas sanitarias vigentes, un cincuenta por
ciento del aforo.
Los descontentos
Pese a ello, en un mundillo tan pasional y tan
dado a la polémica en el que se llega a caer frecuentemente en el cainismo,
estos brotes verdes han sido acogidos con una torera división de opiniones.
Mientras se conviene en la importancia de dar toros -nadie discute que la
temporada y el mismo futuro del toreo necesitan que se den toros- no son pocos
los que infravaloran el esfuerzo que supone esta oleada de festejos y exigen
que se programe en las grandes plazas. No es fácil que lo logren de momento.
Los costos de programación en esas plazas, las exigencias reglamentarias y las
dudas sobre su acogida alejan de ese objetivo a los empresarios, a las figuras
e incluso a las autoridades, que huyen de las convocatorias multitudinarias que
podría desencadenar un espectáculo en Madrid o Sevilla. El capítulo de las
desavenencias alcanza, faltaría más, al rango de los toreros anunciados, de tal
manera que mientras se afea la falta de compromiso de las figuras que se
resistían a torear, cuando se anuncian se demanda la presencia de nombres menos
estelares en una imposible cuadratura del círculo. Son detalles que no ha
cambiado la pandemia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario