Y en todo este maremágnum de normas y decretos de
los gobernantes que dicen y desdicen a la velocidad del rayo subyace un tema
tan injusto como doloroso: la discriminación que sufren los profesionales del
toreo a los que, por decisión estrictamente política y por encima de las normas
del propio Gobierno, se les ignora en el tema de los subsidios en claro agravio
con las ayudas que reciben otros profesionales de la industria cultural. El
caso está afectando especialmente a los menos afortunados y está llevando a
muchas familias a umbrales de extrema necesidad.
La situación ha degenerado en un auténtico burreo
en el que los dos ministerios implicados, Cultura y Trabajo, se pasan la pelota
de unos a otros para no atender los derechos de los profesionales del toreo que
contempla el Real Decreto de Ayudas al Sector Cultural a través del SEPE. No se
puede obviar, pero lo hacen, que los profesionales taurinos están incluidos en
la categoría de “artista en espectáculo público” desde el Real Decreto
1435/1985, de 1 de agosto.
El caso es que mientras el Ministerio de Cultura
confirma, incluso lo ha hecho el propio ministro, que los profesionales
taurinos tienen acceso a las ayudas, el Ministerio de Trabajo rechaza
sistemáticamente las peticiones. Victorino Martín desde la Fundación ha
calificado la situación de especialmente frustrante: "Comprendemos
perfectamente que no les gusten los toros pero no podríamos concebir que fuera
por ese motivo por el que los profesionales taurinos estuviesen perseguidos por
su Ministerio". Pues sucede, pasa, perdieron la decencia, dos ministerios,
dos, se pasan la pelota en un burreo intolerable. / Redacción
APLAUSOS
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