sábado, 11 de julio de 2020

LEER UNA NOTICIA - Mentiras sofisticadas

CARLOS RUIZ VILLASUSO
@CRuizVillasuso
Redacción APLAUSOS

Parece que queda lejos esa marabunta de reuniones, esperas, desesperas de hace apenas un mes. Se anuncian carteles a cuentagotas. Anécdotas casi de una buena intención (todo es bienintencionado) pero sin una idea clara. Viendo lo que se anuncia, que es bienvenido, uno se pregunta: ¿a qué estrategia o plan obedece? Y no hay otra respuesta que esta: se anuncian toros por la buena intención de que se den toros.

Para mí el año era el de pensar, primero y después, en novilleros y en toreros de los llamados “emergentes”. ¿Las figuras? Por supuesto. Un paseíllo de ellos anima, es un golpe casi psicológico. No entiendo cómo no se han armado novilladas y corridas de más bajo presupuesto, que, en lógica, son más adecuadas a la gran “rebaja” en ingresos por causa de los aforos reducidos. Con estos mimbres, yo creía que en los pueblos las cosas iban a ser de otra forma. No ha sido así. Hay una mini mini temporada de figuras y casi nada más.

Yo pensaba que estos tiempos iban a suponer un cambio, una reflexión. Pues no. Los mismos parámetros, las mismas pretensiones. Las combinaciones de hace tanto. Yo creo que eso del cambio es una de nuestras mentiras más sofisticadas

Fuera de ellas, de las que se anuncian en El Puerto, Mérida, Huelva, San Miguel (respetará la empresa lo anunciado si se celebra) se han anunciado otras corridas cuyos participantes se han buscado la vida para torear, o, en el caso de Ávila, por empecinamiento de un señor al que critican mucho, pero da toros en una plaza difícil con o sin pandemia.

Pienso en Álvaro Lorenzo, Ginés Marín y otros que están en el más absoluto dique seco. Y en los novilleros. Mover por arriba el escenario, por su parte alta, será bueno, no digo que no, pero echo de menos que en estos carteles no haya entrado uno de los citados. Hay una cosa que no entiendo. Se habla de la necesidad del cambio. El cambio viene por que los ya muy consagrados ayuden a ser conocidos a los que pueden ser gente en esto. Y, sin embargo, hasta ahora, a pesar de lo reducido de los aforos, las figuras se juntan o se hacen carteles con ternas de “apoyo”.


Yo pensaba que estos tiempos iban a suponer un cambio, una reflexión. Morante y dos novilleros. Juli y dos novilleros, Roca y dos novilleros. O dos poco conocidos. Pues no. Hay que juntarse de nuevo, otra vez. Los mismos parámetros, las mismas pretensiones. Las combinaciones de hace tanto. Yo creo que eso del cambio es una de nuestras mentiras más sofisticadas.

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