Para
septiembre y octubre
Actualmente sin dolientes en una ciudad donde abunda la miseria, el vandalismo y la desidia, así se halla un icono del toreo internacional, el Nuevo Circo de Caracas / Cortesía Alejandro Vielma |
Ya se
habla de estados como Jalisco y Tlaxcala donde podría darse la reanudación de
nuestro espectáculo favorito a pesar de la pandemia
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial
para VUELTA AL RUEDO
Se empieza a percibir y a saberse de los
movimientos que existen para reactivar la Fiesta de los Toros en la geografía
taurina del país pues ya desde hace un mes que se sabe de las intenciones y los
propósitos entusiastas para planear con buena medida cómo será este regreso de
los festejos taurinos a nuestras plazas.
De sobra se sabe que al igual que los juegos de la
Liga Mexicana de Beisbol, el espectáculo taurino depende de la respuesta del
público en los graderíos de los diamantes y en los tendidos de los cosos
taurinos, además de las ganancias por sus respectivos esquilmos, totalmente al
contrario del futbol profesional, que todo en él es dinero y aunque no haya
aficionados en las tribunas de los lujosos estadios, las televisoras son las
que entran al quite.
De ahí que algunos empresarios apostaran por
esperar a que empiece el torneo futbolero de Apertura de la Liga MX 2020 sin
gente, enfocado solo para la televisión y aguardar a que en los estadios se
admita al público, de lo que al respecto ya se dijo públicamente que una vez
que inicie esta competencia el jueves 23 de este mes, sería hasta la décima
segunda fecha, es decir, el jueves 8 de octubre, cuando las canchas abran su
aforo a un 30 % y que para las finales, en diciembre, lo harían a un 50 %.
Entonces, con base en estos detalles es que ya se
han dado reuniones entre ganaderos regionales de Jalisco y Aguascalientes, de
representantes de las agrupaciones taurinas con autoridades de Tlaxcala que
arrancarían en septiembre y octubre, de otros ganaderos, con empresarios y
autoridades en las mismas condiciones y, además, de que ya por ahí se vislumbra
el poder saber si hubiera serial en Guadalajara para octubre y noviembre, sin
dejar de mencionar las buenas intenciones del empresario José San Martín de volver
a montar su Feria Nacional del Novillero y el apoyo que quiere dar a jóvenes
matadores de toros en noviembre próximo.
Resultará entonces muy interesante ver cómo será
esta reanudación de la Fiesta Brava en el país, aunque si se aprecia cierto
distanciamiento entre las reuniones que se supone están dándose, como que cada
quien está jalando por su lado sin que haya una auténtica unión. Se necesita
cerrar filas para que esto pueda prosperar, sobre todo pensando en que esta
reactivación tendría que ser únicamente con toreros nacionales y con encierros
que están más que bien puestos. En fin, esperemos a ver cómo es que se ordenan
estas estupendas intenciones y que sea todo para bien. Así lo deseamos.
DATO
Se han dado varias reuniones entre empresarios, ganaderos y
autoridades de manera separada, por regiones, pero sin unificación para
reactivar la Fiesta Brava
Hace más de un siglo: Con peste y epidemia no se guardó
cuarentena taurina
En
enero de 1919 fue inaugurado el Nuevo Circo de Caracas a pesar de la calamidad
sanitaria que se vivía entonces
Nuestro gran amigo y reconocido colega Víctor José
López “El Vito” nos informa desde Venezuela que “cuando se inauguró el Nuevo
Circo de Caracas la muerte había abierto la puerta de la desgracia, en la casa
del General Gómez, la peste de la Gripe Española se había llevado al hijo
preferido, Alí Gómez Bello. Eran los finales de 1918. La partida del hijo
querido del presidente atizó la campaña sanitaria en inmenso territorio de
aquella Venezuela desolada. Las ciudades importantes como Valencia, Maracaibo,
Barquisimeto y Caracas reforzaron alcabalas y atención a los enfermos de la
epidemia.
Aquel año de 1919, cuando el Nuevo Circo fue
inaugurado el 29 de enero, a pesar de la calamidad sanitaria que cada día
tomaba posición alarmante en las diversas urbes y, muy especialmente, en los
pueblos y caseríos del desolado campo venezolano se celebraron 17 espectáculos
en la plaza de San Agustín, muchos más de lo que se celebran hoy día en toda
Venezuela. 17 funciones en Caracas, sin contar los que se celebraron en el Circo
Metropolitano, escenario que continuaría hasta pasados los años 40 presentado
corridas de toros y novilladas.
La inauguración de la plaza de Caracas fue con dos
toreros vascos, los dos donostiarras de San Sebastián, Serafín Vigiola
‘Torquito’ y Alejandro Sáez ‘Alé’. Toreros que, juntos en mano a mano o en
tercia, participaron en las cuatro primeras corridas en la historia de la nueva
plaza de toros que, en terrenos municipales de San Agustín, suplantó las
dependencias del matadero municipal. Los festejos se celebraron con toros
criollos, todos procedentes de los valles de Aragua de los hatos de los
hermanos Gorrín, Martínez Sánchez y de Felipe Kinsler, en Cagua, de Antonio
Santaella en Tocorón y de Punta Larga, propiedad del general Gómez.
‘Alé’ y ‘Torquito’ torearon mano a mano las dos
primeras corridas, el cartel fue reforzado con el peruano Elías Chávez
‘Arequipeño’ más tarde cuarto y quinto carteles con ‘Machaquito de Sevilla’ y
Francisco Posada, la cuarta corrida. Siempre, Alejandro Sáez presente en estos
primeros festejos, todos organizados por el sindicato Unión del que formaban
parte un grupo de ciudadanos que, con sincero sentido taurino y conscientes de
su significado, promovieron la construcción del Nuevo Circo.
El sindicato Unión competía, taurinamente, con el
empresario Eloy M. Pérez, que era para el momento el empresario del Circo
Metropolitano, la arena más importante del país. Se organizaron tres corridas
de toros en Caracas, en menos de 24 horas. Dos en el Nuevo Circo y una en el
Metropolitano. En la plaza de Puerto Escondido, el Metropolitano, actuaron
‘Saleri II’ y ‘Posadero’ en homenaje a Juan Vicente Gómez y, en San Agustín, en
el Nuevo Circo, una corrida nocturna el 8 de marzo, con Domingo González
‘Dominguín’ y Francisco Martín Vázquez en el cartel y, el 9 de marzo, Domingo
González ‘Dominguín’, Francisco Martín Vázquez, dos toreros cabeza de
importantes dinastías históricas y, ‘Saleri II’, el ‘Paquirri’ de aquellos
tiempos. Tres corridas de toros gomeros de los hatos de Mariara.
El 20 de abril en plena pandemia, se inauguró la
Temporada de Corridas Económicas: Elías Chávez ‘Arequipeño’ e Isaac Olivo
‘Meri’. En la corrida del 11 mayo fue herido por el primer toro de la tarde el
banderillero Emigdio Rodríguez ‘Bombita’, que actuaba como sobresaliente de
espadas en el mano a mano. Fue la primera sangre derramada en la arena
agustina, plaza de toros que más adelante cobraría con la vida la intrepidez de
los espadas. El matador de toros peruano Canessa, que estaba en el tendido,
terminó con los dos toros restantes en esta corrida de la Temporada Económica.
El entusiasmo caraqueño desbordaba las
expectativas y, a pesar del dolor que causaba la epidemia de la Gripe Española,
superaba las emociones que surgían con el nacimiento del beisbol en Venezuela,
cuya cuna mecía ilusiones en terrenos de Sarría, San Bernardino y San Agustín,
campos de pelota muy cercanos a las arenas del Nuevo Circo. Fue el año cuando
nacieron las divisas de los equipos como Los Samanes e Independencia, ‘rivales
de pelo en pecho’ y de hombres que como Jesús Corao sembraron con pasión y
vocación los dos espectáculos, los toros y el beisbol, que nos llevarían a la
cúspide universal del beisbol, como Campeones del Mundo en 1941 y con una
constelación de peloteros en las Grandes Ligas en el Siglo XXI y toreros como
Luis Sánchez Olivares, César y Curro Girón, líderes universales en sus días de
gloria.
El 10 de agosto continuó la Temporada Económica
con Vicente Mendoza, padre de Julio, y el peruano Luis Canessa, para continuación
toros del general Hernández Ron y la presentación de Elías Chávez ‘Arequipeño’
quien formaría pareja con Vicente Mendoza mano a mano el 24 de agosto y en el
primer festival de aficionados prácticos celebrado en el Nuevo Circo con
‘Arequipeño’, Canessa y ‘Bombita’ y los aficionados prácticos Perera López,
Carlos Röhl, Toledo, Azpúrua, Carlos Hellmund y Molinita.
El 14 de septiembre se organizó el beneficio de
Vicente Mendoza para Vicente, ‘Arequipeño’, Manene y José Sánchez ‘La Pulga de
Triana’.
Continuó la primer gran temporada en la historia
del Nuevo Circo los días 14, 19, 20 de septiembre, una corrida de toros a
Beneficio de Vicente Mendoza, ‘Arequipeño’, ‘Manene’ y José Sánchez ‘La Pulga
de Triana’. Una nocturna mano a mano entre Vicente Mendoza, y ‘Meri’ y Vicente
Mendoza, ‘Arequipeño’ y Luis Olivo ‘Meri II’.
El 3 de octubre una corrida Benéfica de la Liga
Venezolana Antituberculosa con los aficionados prácticos Azpúrua y Hellmund y
los matadores de toros Luis Canessa y José Martín ‘Molinero’, quien fue
abroncado por su ignorancia. Y el 8 de octubre con toros de los Hermanos
González Gorrondona, Vicente Mendoza, ‘Arequipeño’, Luis Canessa y ‘Meri’.
Así concluyó la temporada el primer año del Nuevo
Circo, 1919, año de la Fiebre Española, primer año del beisbol entre los
rivales sociales, los oligarcas de Los Samanes, los conocedores del
Independencia y el popular Girardot que era el gallo del pueblo que le echaron
a Los Samanes.
Aquel 1919 fue la antesala para lo que sería la
primera y más grande rivalidad entre dos toreros criollos, el catire Eleazar
Samanes ‘Rubito’, torero que si bien era nacido en Santa Rosalía representaba a
San José, y Julio Mendoza ‘El Negro’, del barrio San Juan. Dos toreros
reconocidos por sus alternativas logradas en Madrid, plaza de Tetuán de Las
Victorias, ‘Rubito’, y Salamanca, ‘El Negro’, fueron quienes encendieron las
pasiones de la Fiesta Brava nacional como no la han vuelto a encender otros
espadas nacionales. A la espera de Jesús Enrique Colombo, a ver si hubiera
alguien que le ponga la piedrita en el hombro y le rete como primera figura de
nuestro más antiguo y propio espectáculo: Los Toros”.
Sin duda, interesante e ilustrativo este recuerdo
que hace don Víctor José López “El Vito” a propósito de la difícil época que
estamos viviendo.
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