La Ministra del Trabajo española... declarada enemiga acerrima y publica del toreo, por algo tiene pasando a "pan y agua" a los subalternos y resto de cuadrillas de toreros |
De ser un fiel defensor y animador de los
escraches para sus rivales políticos, a condenarlos enérgicamente si se los
hacen a él mismo o a los de su partido. Pablo Iglesias llama ahora ‘violentos’
a los taurinos por el escrache protagonizado por los banderilleros y picadores
hacia Yolanda Díaz, ayer en Toledo, para protestar por la denegación de la
prestación económica que les deniegan y corresponde legalmente por la pandemia
de Covid-19, cuando él mismo desde hace 7 años agitaba a las masas a practicar
lo que él llamaba el ‘jarabe democrático’.
Todo empezó en 2013, unos meses antes de fundar Podemos.
Por aquel entonces, Pablo Iglesias justificaba los escraches contra las
“élites” calificándolos de “jarabe democrático”, en un comentario emitido en su
programa Fort Apache en el canal HispanTV, diciendo: ‘Los escraches son el
jarabe democrático de los de abajo’.
Pablo Iglesias pronunció esas palabras después de
los escraches convocados por la extrema izquierda ante los domicilios
particulares de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, de la diputada
del PP Beatriz Rodríguez Salmones, del diputado Ignacio Gil Lázaro (hoy miembro
de Vox) del dirigente del PP Esteban González Pons, en este último caso pegando
carteles con su cara y aporreando durante 45 minutos la puerta de su piso, en
el que se encontraban sus hijos, según informa outono.net.
Sin embargo, padecer los escraches en carnes
propias parece que no le sienta tan bien al vicepresidente. Baste el ejemplo de
ayer del colectivo taurino a Yolanda Díaz, o cuando Iglesias prohibió en
febrero manifestarse a la organización de agricultores APAG Extremadura a las
puertas de su chalet de Galapagar para protestar por la crisis del sector
primario, agravada por la drástica subida del SMI pactada por el PSOE y
Podemos. Otro ejemplo más: cuando prohibió las caceroladas en los alrededores
de su mansión de Galapagar por gentes que protestaban por la gestión del
Gobierno en la crisis sanitaria y económica del coronavirus.
Ejemplos hay muchos, como vemos, de que la cosa
cambia si el escrache se lo hacen a él y a su partido o a los demás. Es el
‘Donde dije digo, digo Diego’. O ‘haz lo que digo, pero no lo que yo hago’.
Quién te ha visto y quién te ve, Iglesias. / MUNDOTORO
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