martes, 21 de julio de 2020

Las cuadrillas se apostan frente al ministerio de Trabajo

Banderilleros y mozos de espadas, apoyados por algunos matadores, protestan por la “discriminación” del sector en el reparto de las ayudas prometidas por Cultura
ÁLVARO R. DEL MORAL
@ardelmoral
Diario CORREO DE ANDALUCÍA

Las bases del toreo siguen en pie de guerra. A la denuncia pública del presidente de la Fundación del Toro de Lidia contra el sectarismo de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha sumado la primera de las tres concentraciones previstas y organizadas por la Unión de Picadores y Banderilleros de España (UNPBE) y la Agrupación Sindical de Mozos de Espada.

La concentración, iniciada a mediodía de este martes, ha logrado reunir alrededor de tres centenares de profesionales de la tauromaquia que han pedido la dimisión de la ministra protestando por la “discriminación” en el reparto de ayudas por la crisis del COVID-19. Las concentraciones continuarán en las jornadas del miércoles y jueves. Se trata, advierten sus organizadores, de llamar la atención ante la grave situación por la que atraviesa el sector, al que no se han concedido ningún tipo de compensaciones por el parón del estado de alarma.

Los matadores apoyan a sus hombres

Pero los picadores, banderilleros y mozos de espadas apostados a la puerta del ministerio de Trabajo no han estado solos. La presencia de matadores como Espartaco, Cayetano, José María Manzanares, Diego Urdiales, Cristina Sánchez, Emilio de Justo, Paco Ureña o Miguel Ángel Perera, además del Director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Miguel Abellán, ha supuesto un apoyo manifiesto que se ha completado con los mensajes de otros toreros publicados en las redes sociales.

Es el caso del diestro sevillano Pablo Aguado que ha recordado en un vídeo publicado a través de sus canales oficiales que “el ministerio de Cultura aprobó las ayudas a los artistas en espectáculos públicos donde legalmente se encuentran recogidos los profesionales taurinos; sin embargo Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo, ha rechazado estas ayudas por motivos ideológicos provocando que muchas de las familias del mundo del toro no tengan donde comer, no puedan pagar sus hipotecas y tengan que acudir, literalmente, a comedores sociales para dar de comer a sus hijos...”

Pero hay otras figuras ajenas al ruedo que han salido en defensa de este sector laboral como el catedrático Antonio Rodríguez de Arellano, antiguo rector de la Universidad de Sevilla y ex consejero de Esconomía e Innovación con el último gobierno socialista de la Junta de Andalucía que ha señalado que “los profesionales del toro merecen el mismo trato que el resto de trabajadores”. Ramírez de Arellano, que nunca ha ocultado su afición, explica en su perfil personal de Twitter que “si la ley lo dificulta, cámbiese la ley” y que si la ley no lo impide “no se creen dificultades innecesarias” sentenciando que “es de justicia”.

La Fundación del Toro de Lidia (FTL), que apoya sin reservas estas concentraciones, ha estado representada por su portavoz, el periodista vasco Chapu Apaolaza, que comunicó a los profesionales del toro su solidaridad y les agradeció que defiendan “un mundo que es de todos, porque tenéis razones para hacerlo y para que no vuelva el tiempo de la censura”.

Una situación extrema

Los manifestantes se parapetaban detrás de varias pancartas en las que se proclamaba “Los toreros somos cultura, no a la discriminación”, “La discriminación es delito, la tauromaquia es cultura” o “La cultura no se censura, señora ministra no discrimine a los toreros”.

Todos esos lemas aludían a la reiterada negativa del Servicio Estatal de Empleo a adjudicar a los profesionales del toreo las ayudas económicas que el Gobierno ha destinado a los artistas en espectáculos públicos para paliar los perjuicios de parón del COVID, a pesar de que los toreros están reconocidos como tales desde un real decreto de 1985.

Al finalizar la concentración, el banderillero Javier Gómez Pascual leyó un manifiesto en el que aseguró que “hasta ahora, los toreros hemos sido discretos, quizás en exceso, y hemos resistido con admirable fortaleza insultos y agravios, pero este acoso y derribo debe de terminar”. “Hemos demostrado entereza desde la quietud, pero nos toca demostrar nuestro valor y también que la tauromaquia es un arte vigente y necesario en la sociedad del siglo XXI. Y todo esto desde la libertad y la falta de complejos”, continuó. El representante de los banderilleros consideró que “se ha llegado ya a un punto de no retorno, con un Ministerio de Trabajo, como este ante el que estamos, que margina a unos trabajadores por el hecho de ser toreros y les niega la ayuda que tanto ha prometido. No queremos privilegios, pero tampoco que no se cumplan con nosotros las leyes vigentes por el hecho de nuestra profesión”.

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