viernes, 17 de julio de 2020

Nace la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros

El 17 de julio de 1933
Han sido ya 87 años de una larga y constante lucha en defensa de sus derechos y obligaciones como un sindicato bien constituido

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO

Ahora, en esta difícil e incierta época de la pandemia provocada por el Covid-19 y con motivo de que este viernes 17 de julio se cumplen 87 años del nacimiento oficial y jurídico de la honorable Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, tomando en cuenta el acta constitutiva que da fe de ello cuando el licenciado Leovigildo Figueroa, secretario de acuerdos de la Junta General de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal, certificó que en el expediente número R.A./312/607/933, formado con motivo del registro de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros en la Ciudad de México a los 17 días del mes de julio de 1933, reunidos en el salón de actos del Club “Alberto Balderas”, se asienta el histórico hecho.

Por ello, queremos recordar la historia en cuanto al inicio de esta notable agrupación. Se trata de una historia breve, según reza el relato, pero no por ello poco interesante y digna de saberse. Es la historia sindical de la agrupación de subalternos, la más seria, la más respetable y la que mejor ha sabido defender los derechos de picadores, banderilleros y puntilleros, gracias a los cimientos que tuvo hace muchos años, los cuales fueron puestos por relevantes subalternos a quienes les deben cuanto hoy disfruta la generación de toreros de las especialidades mencionadas.

El célebre banderillero Román “El Chato” Guzmán es quien se refiere a la formación de su respetada Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros en un escrito dirigido a quien fuera por años y años el eje de la Fiesta de los Toros en el país, el doctor Alfonso Gaona, cuando este fungía como empresario de la plaza de toros capitalina.

En el largo escrito, el que fuera distinguido peón de brega y soberano dominador del arte de banderillear apunta: “Querido amigo Alfonso, siendo miembro activo del Montepío de Toreros en las pocas veces cuando asistí a las juntas, con tristeza comprobé las diferencias que había entre matadores y novilleros con los subalternos, pues nunca se vio que los tomaran en cuenta en las discusiones, ya que no valíamos nada ante ellos aparentemente. Desde entonces me di cuenta perfectamente que los intereses de los matadores y los banderilleros eran enteramente diferentes. Mi idea fue de inmediato fundar, a como diera lugar, una agrupación, sindicato o unión exclusivamente para picadores y banderilleros”.

Era pues el año de 1927 cuando pasaba todo esto. Ese año -continúa Guzmán- “aprovechando que fui a torear a Mérida, hice contacto con Saturnino Bolio ‘Barana’, con quien hablé largamente de mi idea sobre unificar a los subalternos y de esa manera proteger sus intereses tan menospreciados y nulos tal y como estaban en ese momento, a pesar de tener derechos legítimos que defender. Nuestras primeras pláticas se reanudaron cuando ‘Barana’ llegó a México y durante ellas fuimos avanzando más para darle forma a una idea.

Recuerdo que las primeras juntas que tuvimos, algunos subalternos para exponer la idea de unificarnos, tuvieron lugar en el salón del Club ‘Alberto Balderas’ y, poco después, cuando hubo mayores adeptos para buscar la manera de formar la unión, ‘Barana’ consiguió el local donde hacían sus reuniones los beisbolistas, el cual estaba en las calles de Isabel la Católica # 2, altos y recuerdo el deseo tan grande que tenía de llegar a tener nuestra propia casa.

Mientras tanto, ahí tuvimos juntas más formales a las que asistían picadores y banderilleros que comenzaron a tener fe en lo que perseguíamos y nos acompañaban en las discusiones los periodistas taurinos don Enrique Arzamendi y don José Jiménez Latapí ‘Don Dificultades’, el matador Alberto Balderas y un señor que se decía licenciado y cuyo nombre no recuerdo, quien nos animaba mucho y nos daba consejos legales para llegar a alcanzar el éxito en cuanto pugnábamos por hacer, asegurándonos que llegaríamos a lograr nuestros propósitos.

Recuerdo como si fuera ahora que ‘Don Dificultades’ decía: ‘Cuando hagan ustedes la unión de subalternos, ya verán que los matadores no tendrán otro remedio que estar junto con ustedes y de paso los novilleros’.

Yo en cambio pensaba que no, nunca estaremos juntos. Y ‘Barana’ opinaba igual que yo. Al correr de los años, aquello que pensábamos fue lo que pasó y hasta hoy los subalternos tienen su unión aparte de los matadores”… (Continuará)

DATO
Todo empezó cuando Román Guzmán le expuso al doctor Alfonso Gaona las diferencias que había entre matadores y novilleros con los subalternos

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