jueves, 9 de julio de 2020

Fermín Rivera y su doble responsabilidad

Como torero y ganadero
Fermín Rivera ha mantenido el sitio alistándose en varias ganaderías / Cortesía Rivera
Tanto en una como en la otra actividad, advierte con notable preocupación la situación que actualmente se vive en la Fiesta Brava por la pandemia

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO

Resulta más que evidente la ansiedad, incertidumbre y preocupación que está padeciendo los toreros con motivo de los estragos que ha provocado la pandemia por el Covida-19 al haber mermado la economía y en consecuencia arrastrar de mala forma a la Fiesta de los Toros, pero más aún la resienten aquellos espadas quienes además tienen la responsabilidad de conducir una ganadería de reses bravas al ver como se les van quedando en el campo toros puestos para lidiarse y no hay ninguna plaza para ello.

Ese es el caso del estupendo matador de toros potosino Fermín Rivera, quien además de estar tratando de estar a tono como torero para no perder el sitio, está viendo por la dehesa que fundó su abuelo, el diestro del mismo nombre, Fermín Rivera, ubicada en el rancho La Alianza, casa de la divisa en azul, verde y blanco, enclavada en el municipio de Ojuelos, Jalisco, ya que en ambas actividades la situación no es nada favorable.

- Primeramente, como torero ¿cómo has ido sorteando la pandemia?
“Pues la verdad, entre salvando la situación y, más que nada, sobreviviendo. Estamos aguantando de verdad. Esta muy duro esto”.

Al principio -siguió Fermín- “lo de la pandemia nos agarró en el rancho, luego de haber toreado mi más reciente corrida, el domingo 8 de marzo en Mérida, Yucatán, pues lo de Querétaro, en ‘El Salitre”, una semana después ya no pudo ser por el brote del coronavirus”.

- Entonces ¿cómo has mantenido tu forma física y taurina en estos más de 110 días de cuarentena?
“Como se ha podido. Con mucho esfuerzo y dedicación. He logrado lidiar y matar a puerta cerrada cuatro toros en ganaderías como Los Cues y Espíritu Santo, siendo en esta última donde volveré a tentar en estos días, además también de haber probado ganado en las dehesas de Jorge Hernández Andrés y José Garfias, haciendo eso sí, todo guardando las normas sanitarias dictadas por las autoridades. En tanto, hay que seguir esperando a ver cuándo se reactivan los festejos taurinos. No se sabe nada al respecto”.

TAMBIÉN SUFRE COMO GANADERO

En su carácter como ganadero, Fermín Rivera nos confesó: “Imagínate lo que se está padeciendo en el campo bravo cuando muchos ganaderos están tratando de ver que sus toros no se vayan así nada más porque sí al rastro, cuando menos los están echando en sus respectivas plazas de tienta, pero tampoco es la forma ya que hay toda una inversión atrás. Hay toros con mínimo 500 kilos y ante la incertidumbre no se sabe qué hacer. Por desgracia así están las cosas”.

En lo que se refiere a la ganadería que maneja, Fermín señala: “Ahora mismo tenemos siete toros, pero ante la actual situación hemos tenido que administrar su alimentación, su crianza. Sin embargo, pasan los días e insisto, al no saberse nada con certeza, uno lo que quiere es lidiar los astados ya que, de no ser así, está la otra opción, la de echarlos a puerta cerrada, pero ese no es el modo. Se está sufriendo de verdad”.

Sobre otras actividades camperas, el torero ganadero, nos dijo que apenas ha tentado un par de vacas, pero si está más que pendiente de las nacencias en el rancho, mismas que se le dan de marzo a octubre. Y una buena noticia dentro de esta difícil situación es que ya llovió en el rancho, que ese era otro problema, que no le había caído agua. ¡Suerte matador!

DATO
Fermín Rivera ha logrado lidiar y matar a puerta cerrada cuatro toros en dehesas como la queretana de Los Cues y la potosina de Espíritu Santo

DATO
Ahora mismo en el rancho ojuelense de La Alianza tiene Fermín Rivera siete toros, pero ante la actual situación ha tenido que administrar su alimentación

En el campo bravo: El trabajo familiar no se detiene
De la dehesa de La Joya dependen concretamente cinco familias, algunas con más de 20 años de experiencia desde que esta se fundó en 1998

Desde Tlaxco, Tlaxcala, nuestro colega y amigo Luis Miguel Martínez nos informa que el ganadero José Antonio González Esnaurrizar, quien dirige los destinos de la dehesa poblana-tlaxcalteca de La Joya, ha tenido un día de herradero en compañía de su familia y vaqueros, siendo ésta es una de las actividades que no se pueden detener en el campo bravo y consiste en marcar al ganado a muy corta edad para su control, aprovechando igualmente para aplicar vitaminas, desparasitar y vacunar a cada uno de los ejemplares.

ACTIVIDADES GENERACIONALES

De las 267 ganaderías que se encuentran registradas ante la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia (ANCTL), 37 como se sabe están asentadas dentro del estado de Tlaxcala, mismas que se ubican diseminadas a lo largo y ancho de 10 municipios.

En el caso de La Joya, dependen concretamente de ella cinco familias, algunas con más de 20 años de experiencia desde que esta se fundó en 1998, con registro en Zacatlán, Puebla, y fundada por don José González Dorantes (q.e.p.d.), con ganado del encaste español de Parladé.

Actualmente dirige esta casa ganadera, con la misma seriedad y entusiasmo, su hijo José Antonio, con la participación de sus jóvenes herederos Santiago y Victoria, así como los caporales y vaqueros, quienes también involucran a sus nuevas generaciones.

Por lo que a las labores del campo bravo se refiere, además de ser una forma de sustento, también están mostrando ser de las pocas actividades que se siguen compartiendo y heredando de manera generacional, de padres a hijos y de abuelos a nietos, evidenciando la importancia de convivir con la naturaleza y de reconocer los orígenes del sustento de cualquier ser vivo.

Don José Antonio González Esnaurrizar pudo apoyarse la mañana de este martes en sus hijos Santiago y Victoria sin dejar de mencionar a la pareja del ganadero, doña Nash Hernández, quien con el buen ánimo que le caracteriza, también participó en todo momento.

Al final de la tarde, se disfrutó de unas carnitas a la leña, así como del aroma de la tierra mojada tras una intensa lluvia que alimentó al campo tlaxcalteca.

En este 2020, se sabe que La Joya tenía previsto regresar a la Feria de Aguascalientes en abril, pero debido a su cancelación ya no pudo ser por las razones ya conocidas.

Por lo pronto, esta importante ganadería está en espera de que concluya la contingencia para volverse a ver anunciada en la Monumental Plaza México, donde dejó un gran sabor tras el indulto del toro “Tocayo” por el matador balear Antonio Ferrera durante la pasada temporada.

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