Como
torero y ganadero
Tanto
en una como en la otra actividad, advierte con notable preocupación la
situación que actualmente se vive en la Fiesta Brava por la pandemia
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial
para VUELTA AL RUEDO
Resulta más que evidente la ansiedad,
incertidumbre y preocupación que está padeciendo los toreros con motivo de los
estragos que ha provocado la pandemia por el Covida-19 al haber mermado la
economía y en consecuencia arrastrar de mala forma a la Fiesta de los Toros,
pero más aún la resienten aquellos espadas quienes además tienen la
responsabilidad de conducir una ganadería de reses bravas al ver como se les
van quedando en el campo toros puestos para lidiarse y no hay ninguna plaza
para ello.
Ese es el caso del estupendo matador de toros
potosino Fermín Rivera, quien además de estar tratando de estar a tono como
torero para no perder el sitio, está viendo por la dehesa que fundó su abuelo,
el diestro del mismo nombre, Fermín Rivera, ubicada en el rancho La Alianza,
casa de la divisa en azul, verde y blanco, enclavada en el municipio de
Ojuelos, Jalisco, ya que en ambas actividades la situación no es nada
favorable.
- Primeramente,
como torero ¿cómo has ido sorteando la pandemia?
“Pues la verdad, entre salvando la situación y,
más que nada, sobreviviendo. Estamos aguantando de verdad. Esta muy duro esto”.
Al principio -siguió Fermín- “lo de la pandemia
nos agarró en el rancho, luego de haber toreado mi más reciente corrida, el
domingo 8 de marzo en Mérida, Yucatán, pues lo de Querétaro, en ‘El Salitre”,
una semana después ya no pudo ser por el brote del coronavirus”.
- Entonces
¿cómo has mantenido tu forma física y taurina en estos más de 110 días de
cuarentena?
“Como se ha podido. Con mucho esfuerzo y dedicación.
He logrado lidiar y matar a puerta cerrada cuatro toros en ganaderías como Los
Cues y Espíritu Santo, siendo en esta última donde volveré a tentar en estos
días, además también de haber probado ganado en las dehesas de Jorge Hernández
Andrés y José Garfias, haciendo eso sí, todo guardando las normas sanitarias
dictadas por las autoridades. En tanto, hay que seguir esperando a ver cuándo
se reactivan los festejos taurinos. No se sabe nada al respecto”.
TAMBIÉN SUFRE COMO GANADERO
En su carácter como ganadero, Fermín Rivera nos
confesó: “Imagínate lo que se está padeciendo en el campo bravo cuando muchos
ganaderos están tratando de ver que sus toros no se vayan así nada más porque
sí al rastro, cuando menos los están echando en sus respectivas plazas de
tienta, pero tampoco es la forma ya que hay toda una inversión atrás. Hay toros
con mínimo 500 kilos y ante la incertidumbre no se sabe qué hacer. Por
desgracia así están las cosas”.
En lo que se refiere a la ganadería que maneja, Fermín
señala: “Ahora mismo tenemos siete toros, pero ante la actual situación hemos
tenido que administrar su alimentación, su crianza. Sin embargo, pasan los días
e insisto, al no saberse nada con certeza, uno lo que quiere es lidiar los
astados ya que, de no ser así, está la otra opción, la de echarlos a puerta
cerrada, pero ese no es el modo. Se está sufriendo de verdad”.
Sobre otras actividades camperas, el torero
ganadero, nos dijo que apenas ha tentado un par de vacas, pero si está más que
pendiente de las nacencias en el rancho, mismas que se le dan de marzo a
octubre. Y una buena noticia dentro de esta difícil situación es que ya llovió
en el rancho, que ese era otro problema, que no le había caído agua. ¡Suerte
matador!
DATO
Fermín Rivera ha logrado lidiar y matar a puerta cerrada
cuatro toros en dehesas como la queretana de Los Cues y la potosina de Espíritu
Santo
DATO
Ahora mismo en el rancho ojuelense de La Alianza tiene Fermín
Rivera siete toros, pero ante la actual situación ha tenido que administrar su
alimentación
En el campo
bravo: El trabajo familiar no se detiene
De la
dehesa de La Joya dependen concretamente cinco familias, algunas con más de 20
años de experiencia desde que esta se fundó en 1998
Desde Tlaxco, Tlaxcala, nuestro colega y amigo
Luis Miguel Martínez nos informa que el ganadero José Antonio González
Esnaurrizar, quien dirige los destinos de la dehesa poblana-tlaxcalteca de La
Joya, ha tenido un día de herradero en compañía de su familia y vaqueros,
siendo ésta es una de las actividades que no se pueden detener en el campo
bravo y consiste en marcar al ganado a muy corta edad para su control,
aprovechando igualmente para aplicar vitaminas, desparasitar y vacunar a cada
uno de los ejemplares.
ACTIVIDADES GENERACIONALES
De las 267 ganaderías que se encuentran
registradas ante la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia (ANCTL),
37 como se sabe están asentadas dentro del estado de Tlaxcala, mismas que se
ubican diseminadas a lo largo y ancho de 10 municipios.
En el caso de La Joya, dependen concretamente de
ella cinco familias, algunas con más de 20 años de experiencia desde que esta
se fundó en 1998, con registro en Zacatlán, Puebla, y fundada por don José
González Dorantes (q.e.p.d.), con ganado del encaste español de Parladé.
Actualmente dirige esta casa ganadera, con la
misma seriedad y entusiasmo, su hijo José Antonio, con la participación de sus
jóvenes herederos Santiago y Victoria, así como los caporales y vaqueros, quienes
también involucran a sus nuevas generaciones.
Por lo que a las labores del campo bravo se
refiere, además de ser una forma de sustento, también están mostrando ser de
las pocas actividades que se siguen compartiendo y heredando de manera
generacional, de padres a hijos y de abuelos a nietos, evidenciando la
importancia de convivir con la naturaleza y de reconocer los orígenes del
sustento de cualquier ser vivo.
Don José Antonio González Esnaurrizar pudo
apoyarse la mañana de este martes en sus hijos Santiago y Victoria sin dejar de
mencionar a la pareja del ganadero, doña Nash Hernández, quien con el buen
ánimo que le caracteriza, también participó en todo momento.
Al final de la tarde, se disfrutó de unas carnitas
a la leña, así como del aroma de la tierra mojada tras una intensa lluvia que
alimentó al campo tlaxcalteca.
En este 2020, se sabe que La Joya tenía previsto
regresar a la Feria de Aguascalientes en abril, pero debido a su cancelación ya
no pudo ser por las razones ya conocidas.
Por lo pronto, esta importante ganadería está en
espera de que concluya la contingencia para volverse a ver anunciada en la
Monumental Plaza México, donde dejó un gran sabor tras el indulto del toro
“Tocayo” por el matador balear Antonio Ferrera durante la pasada temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario