Firmado
el Acuerdo 013 del Concejo por la alcaldesa de Bogotá sobre la prohibición de
las corridas; que los concejales llaman eufemísticamente desincentivar la
tauromaquia. Los juristas expertos preparan las demandas contra la decisión del
cabildo capitalino.
GUILLERMO
RODRÍGUEZ
www.tendido7.com.co
Foto: Camilo Díaz
Foto: Camilo Díaz
Era previsible (no sabíamos cuándo), que la
alcaldesa Claudia López enredada en una de las etapas más críticas de la
historia de la ciudad y rodeada de fantasmas.
Contratos poco transparentes, contradicciones en
su quehacer de gobernante, actitudes desobligantes con funcionarios de su
administración y una ciudad asolada por el desorden, la inseguridad manifiesta
y agobiante, la ausencia de un norte en cuanto a las medidas por adoptar para
enfrentar a este virus ofensivo.
Y una falta de atención a los problemas de la
salud derivados del Covid19 para no mencionar sus querellas con el presidente
de la nación.
El día que el Concejo aprobó el malhadado y
esperpéntico «Acuerdo 013» que hace inviable dar corridas en La Santamaría la
situación desatada por el coronavirus estaba arrasando con vidas humanas.
El colega Juan Guillermo Palacio apunta:
El 9 de junio, cuando Bogotá reportaba 13.709
contagiados y Colombia sumaba 1.372 fallecidos, los concejales de Bogotá votaba
un acuerdo sobre cómo debían ser las corridas de toros.
Lo hacían cuando la curva de contagio aceleraba,
en una ciudad de más de
siete millones de habitantes que no tiene las
suficientes salas de cuidados
intensivos para atender a más de mil enfermos
graves de Coronavirus.
La UNDETOC se pronunció:
Para la afición taurina del país y especialmente a
la capitalina, la señora Alcaldesa sancionó el acuerdo 013 de 2020 del concejo
de Bogotá.
Queremos manifestarles que esto ya se preveía,
pues al no objetar el acuerdo en el tiempo indicado por la ley, estaba claro
que iba a sancionarlo, lo bueno es que es justo ahora y no días antes de que la
temporada se adjudique.
Ya se tienen adelantadas las acciones tanto
penales, administrativas y constitucionales para contrarrestar el efecto
jurídico de este acuerdo, este es un llamado a la unidad y a la calma pues esto
apenas está comenzando.
Basta ya de discriminación
al toreo: Se abre la batalla jurídica
Se abre la batalla jurídica. La alcaldesa de
Bogotá nos ha retado de manera agresiva y temeraria. Se lo expreso con todos
los respetos pero ella o sus asesores jurídicos le debieron advertir que si
firmaba como lo hizo el rocambolesco Acuerdo 013 del Concejo de Bogotá, asumido
en una delirante sesión virtual cuando el 9 de junio la pandemia asolaba de
muerte y destrucción en Colombia y la ciudad que le encargó por 4 años de la
alcaldía se movía entre muertos, y tristezas por el Covid19.
Pero, !ala!!, vamos a acabar con el toreo, ese es
el problema (cómo no, señores concejales. Equivocados están), vamos a extinguir
al toro bravo y decimos que defendemos al toro, (lo proclamaron en esa
embriaguez de odio contra la fiesta en aquella tarde malhadada en el seno de un
Concejo integrado por malquerientes ofensivos hacia una fiesta que desconocen
en su rica historia, en lo que representa ese toro como guardián del
ecosistema).
Un concejal espetó sin que se le moviera un pelo:
maldita herencia!!!.
Desde hace varias semanas un grupo de juristas
está estudiando el Acuerdo plagado de excesos y cruzando la línea roja que
jamás debieron transitar los concejales al tocar las puertas de la Ley 916, de
los pronunciamientos de la Corte Constitucional a más de imponer tributos
discriminatorios al toreo que no pueden gravar un espectáculo solo porque el
toreo no es de su agrado a estos mal llamados representantes de la sociedad.
Nuestros abogados presentarán los recursos
necesarios y oportunos.
El toreo nos ha enseñado el temple, la distancia,
la elegancia, el valor, y con esos elementos y otro más, claro, vamos a los
tribunales a dirimir, con altura, con argumentos, no con consejas o supuestos.
Somos una minoría que merece respeto, ciudadanos a
quienes se nos debe un trato digno de los gobernantes. Jamás se me ocurrirá
denigrar o atropellar los derechos de la alcaldesa a amar a otra mujer. Ni de
persona alguna. No sería noble de mi parte. Pero exijo, con la cabeza en alto,
que respeten nuestra cultura.
Usted, señora Claudia López, se formó en el
Externado, la universidad de Fernando Hinestrosa que nos enseñó a respetar no
solo el derecho, sino al otro, justamente en su diferencia. Porque esa diferencia
es lo que enriquece una sociedad. O Usted no iba a clase o jamás entendió la
formación que se le dio o lo guardó en el armario.
De momento los animalistas se frotan las manos.
Que gocen, La última palabra no se ha pronunciado. Tiempo al tiempo.
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