El torero de Gerena ha sido
trasladado a planta pero preocupan las posibles secuelas de la gravísima
cornada que le arrancó la femoral y la safena el pasado sábado en Alicante.
ZABALA DE LA SERNA
Madrid
Manuel Escribano abandonó este martes la UCI y fue
trasladado a planta después de que el doctor José María Reyes confirmara que la
cornada que arrancó el pasado sábado la vena femoral y la safena interna
evoluciona favorablemente. Aunque permanece la preocupación por las secuelas y
los problemas circulatorios.
Como consecuencia del arrancamiento, la femoral ha sufrido un acortamiento de 10
centímetros, según explicaba a EL MUNDO el apoderado del torero,
José Luis Blanco. La recuperación se espera larga y el entorno del torero
valora si continuarla, cuando reciba el alta hospitalaria, en Sevilla bajo la
tutela del doctor Jiménez, que ya trató a Escribano hace unos años de un grave
percance que le afectó la iliaca, o en Zaragoza a las órdenes del doctor Val
Carreres.
El último parte facultativo emitido explicaba que la mejoría
presentada por Escribano había sido progresiva. El doctor Reyes recordaba en
Canal Sur Radio lo trágicos momentos vividos: «De habernos demorado tres o
cuatro minutos más en cerrar la hemorragia, el desenlace habría sido fatal. La
herida presentaba unos rasgos similares a la que sufrió Manolete en Linares,
que acabó con su vida».
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