miércoles, 29 de junio de 2016

IN MEMORIAM - Ha muerto Julio Pérez "Vito"

Ha sido toda una leyenda de la Tauromaquia, que hasta su último día ha ilustrado con su sabiduría y su afición a quienes tenían la enorme suerte de frecuentar su amistad. Se trata de Julio Pérez "El Vito", que ha fallecido en la pasada madrugada en Sevilla a la edad de 88 años. Con toda justeza de él se dejó escrito: "Flor de los banderilleros, rumbo y señorío de los toreros viejos, de los pocos que vivieron enamorados del traje de luces como la ilusión suprema de su vida". Descansa en paz, torero.
Redacción www.taurologia.com

En la pasada madrugada de este miércoles ha muerto en su domicilio sevillano Julio Pérez "Vito" a los 88 años de edad. Hasta ahora era el decano de los matadores de toros y siempre ha sido un referente indispensable para acercarnos a la historia de la Tauromaquia en los últimos decenios. Primero como matador de toros, de corta pero lucida trayectoria; luego como primera figura de los hombres de plata y siempre como un aficionado cabal, que amó a la Fiesta apasionadamente, a la que se entregó por completo.

La capilla ardiente del torero desaparecido se ha instalado en el tanatorio de su pueblo natal, Camas, donde el jueves se celebrará un funeral antes de su entierro en el panteón familia en el Cementerio San Fernando, de Sevilla.

Julio Pérez Herrera nació el 24 de enero de 1928 en la localidad sevillana de Camas. Desde niño vivió el mundo del toro, su padre Manuel Pérez "Vito", fue novillero. Con el mismo apodo paterno pisó los ruedos desde temprana edad, con apenas 15 años.

Se presentó en público en la plaza de toros de Madrid el 14 de abril de 1946 junto a Manuel Perea y “Parrita”, lidiando novillos de Jordán de Urries. Tomó la alternativa el 1 de septiembre de ese mismo año con Carlos Arruza de padrino y El Choni de testigo en la plaza de toros de Valencia. Confirmó su doctorado en Madrid el 3 de octubre siguiente.

Durante su etapa como matador de toros, compartió cartel con Pepín Martín Vázquez, Cagancho, Chicuelo, Domingo Ortega, Gitanillo de Triana, Pepe Luis Vázquez... las máximas figuras del momento.

Muy castigado por los toros, su carrera como matador de toros fue corta. De hecho, en 1951  renunció a su alternativa para tratar desde volver a empezar, ahora partiendo de México. Pero como no vió mayores esperanzas, decidió cambiar el oro por la plata para convertirse en uno de los mejores banderilleros de  todos los tiempos.

“Su elegancia y seguridad con los rehiletes –escribió hace unos años Fernando Martínez-- pronto le hicieron auparse a la primera línea entre los banderilleros, sin duda alguna se trata de uno de los mejores que en el mundo han sido. Empezó en las filas del matador sevillano Juan Posada y muy pronto comenzó el gran matrimonio con el ídolo onubense, Miguel Báez Litri”. Luego integraría la famosa cuadrilla de Jaime Ostos, que de por sí ya era en si misma un aliciente añadido a los carteles.

Un hombre de plata que pronto se vio rodeado de su propia leyenda, hasta ser considerado como un verdadero ídolo por muchos aficionados. Por eso se escribió de él que “se dejaba ver con gallardía, andaba con temple hacia la cara del toro y cuando estaba en la distancia justa, salía por cualquiera de los pitones, reunía en la cara, clavaba en el morrillo, se apoyaba en los garapullos y salía andando de la suerte con una naturalidad pasmosa”.

Su vida taurina está plagada de hechos singulares, como cuando  inauguró la plaza de toros de Casablanca, o de cuando toreó en París con Conchita Cintrón y Ángel Luis Bienvenida.

Descanse en paz el gran torero, el gran hombre que fue Julio Pérez Herrera, que honró en los ruedos el nombre de “El Vito”.

Muere Julio Pérez "Vito", inventor de la "vitolina"


El decano de los matadores españoles, Julio Pérez "Vito", murió en la madrugada de este miércoles en Sevilla a la edad de 88 años, y su cuerpo será velado en la localidad de Camas, de donde era originario este torero que en los cincuentas vino a actuar a plazas de México.

Vito nació el 24 de enero de 1928 en Camas y desde niño se aficionó a los toros porque su padre, Manuel Pérez "Vito", era banderillero. Se presentó en Madrid el 14 de abril de 1946, con una novillada de Jordán de Urriés y dio una vuelta al ruedo. Tomó la alternativa el 1 de septiembre de ese año en la plaza de Valencia, de manos de Carlos Arruza y como testigo Jaime Marco "El Choni", con toros de Felipe Bartolomé. 

Dos meses después confirmó el doctorado en Las Ventas de Madrid, el 3 de octubre, fecha en la que Carlos Arruza, que fue el testigo de la ceremonia, le cortó dos orejas a un toro de Felipe Bartolomé. En esa ocasión, Curro Caro fungió como testigo y también actuó el rejoneador Pepe Anastasio.

En 1951 renunció a la alternativa llegó a México. Debutó en el coso de Insurgentes el 22 de julio de ese año, con una novillada de San Mateo y acartelado con dos de los espadas más importantes de la época: Fernando de los Reyes "El Callao" y Miguel Ángel. Al segundo ejemplar de su lote, de nombre "Granate" le hizo una buena faena malograda con el acero y dio una vuelta al ruedo.

El domingo 5 de agosto lo repitieron con un encierro de La Laguna, y el domingo 16 de septiembre toreó una novillada de Zacatepec, aunque en ninguna de las dos consiguió cortar orejas. Y el 3 de febrero de 1957, cuando ya vino como banderillero, colocado en la cuadrilla de Litri, le hicieron saludar una ovación en el tercio tras un gran tercio de banderillas ante un toro de Piedras Negras.

En palabras del intransigente crítico Don Ventura, Vito fue un "banderillero fino, elegante y seguro, y fue uno de los mejores que hemos conocido, una auténtica figura". Se retiró en 1967 y su nombre siguió sonando por haber sido el inventor de la "vitolina" o "vitamina", este vistoso muletazos que se prodiga en los ruedos. Se retiró en 1967, y desde entonces fue un habitual en las tertulias sevillanas, donde siempre se sintió toreo y dictó cátedra.

Andando el tiempo, al escasear los contratos como novillero, y arrastrando algunos percances graves sufridos en Sevilla y Jaén en sus años como matador, se convirtió en uno de los mejores banderilleros de su época, y estuvo mucho tiempo en las cuadrillas de varias figuras del toreo, como fue el caso de Miguel Báez "Litri" o Jaime Ostos, entre otros.

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