El novillero sevillano, que ha
sido trasladado de la UCI a planta, revive la escalofriante cornada sufrida el
pasado domingo en Las Ventas que le partió la safena y la femoral.
ÍÑIGO CRESPO
@Crespo_Inigo
Diario ELMUNDO de
Madrid
"Sabía que me había dado muy fuerte. Me asusté mucho.
La sangre salía como un caño a mucha velocidad y rápidamente fui consciente que
aquello no era normal, había algo descontrolado. Se me nubló la vista, sentí un
cosquilleo muy raro. Cuando llegué a la enfermería le pedí al doctor por favor
que me durmiera porque aquel dolor era insoportable".
Con esta entereza y este realismo cuenta el novillero Rafael
Serna los instantes tan dramáticos que vivió el domingo en Madrid, cuando un
ejemplar de Guadaira le rompió las venas safena y femoral además de contundir
la arteria femoral.
"Me hablan de una recuperación larga. Unos me dicen dos
meses, otros tres. No quiero pensarlo. Mi idea es poder torear en Huelva el 3
de agosto.", augura.
El percance sobrevino a la hora de matar. Había que
entregarse tras haber cuajado dos buenas faenas y haber mostrado su entidad y
su concepto de buen torero en la plaza que da y quita. "Estoy feliz porque
Madrid me vio torear, vio mi dimensión en los dos novillos. Si hubiese metido
la espada estaríamos hablando ahora de dos orejas en Las Ventas", recuerda
el sevillano. "A mi primer novillo que fue muy agresivo pero tuvo clase le
toree muy despacio. Y el sexto tuvo clase pero no se le podía apretar para que
no se violentase. Es de las tardes que uno cruza la línea. La crucé para entrar
a matar y no me escapé, pero estoy muy orgulloso de ser lo que soy",
subraya.
"Me tiré a matar o morir", relata sobre el momento
fatídico del percance. "Sabía que tenía la oreja y me tiré con mucha
verdad encima del novillo. Muy derecho. Me cogió entregado de verdad, sin
medias tintas que es como te tiene que coger un toro", explica Serna con
una autenticidad y una madurez impropia de sus veinte años. "Estoy dolorido
y muy molesto, muy incómodo. Pero poco a poco voy teniendo más sensibilidad y
aunque todavía tengo la pierna agarrotada, espero poder empezar dentro de unos
días la rehabilitación", admite.
Las imágenes del percance han tenido mucha trascendencia.
"Estoy emocionado por las muestras de afecto y cariño que he tenido",
revela. "Me han llegado al alma los mensajes de ánimo y las muestras de
cariño que he recibido a través de las redes sociales de muchas figuras del
toreo y de los aficionados. Estoy muy agradecido", concluye.
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