martes, 14 de junio de 2016

SANATORIO - Baja a planta: Rafael Serna: "Me asusté mucho, se me nubló la vista y sentí un cosquilleo muy raro"

El novillero sevillano, que ha sido trasladado de la UCI a planta, revive la escalofriante cornada sufrida el pasado domingo en Las Ventas que le partió la safena y la femoral.

ÍÑIGO CRESPO
@Crespo_Inigo
Diario ELMUNDO de Madrid

"Sabía que me había dado muy fuerte. Me asusté mucho. La sangre salía como un caño a mucha velocidad y rápidamente fui consciente que aquello no era normal, había algo descontrolado. Se me nubló la vista, sentí un cosquilleo muy raro. Cuando llegué a la enfermería le pedí al doctor por favor que me durmiera porque aquel dolor era insoportable".

Con esta entereza y este realismo cuenta el novillero Rafael Serna los instantes tan dramáticos que vivió el domingo en Madrid, cuando un ejemplar de Guadaira le rompió las venas safena y femoral además de contundir la arteria femoral.
Ha pasado ya lo peor. Durante cuatro horas en la madrugada del domingo al lunes, en una mesa de operaciones del Hospital San Francisco de Asís, un baypass de urgencia logró salvarle la vida, recuperar el pulso en su pierna derecha y abrirle las puertas a un futuro que su mente únicamente acierta a ver delante de un toro. "Eso es lo que quiero, volver cuanto antes a la plaza y volver con más fuerza", asegura Rafael Serna desde una habitación del Hospital, tras haber permanecido toda la jornada del lunes en la Unidad de Cuidados Intensivos.

"Me hablan de una recuperación larga. Unos me dicen dos meses, otros tres. No quiero pensarlo. Mi idea es poder torear en Huelva el 3 de agosto.", augura.

El percance sobrevino a la hora de matar. Había que entregarse tras haber cuajado dos buenas faenas y haber mostrado su entidad y su concepto de buen torero en la plaza que da y quita. "Estoy feliz porque Madrid me vio torear, vio mi dimensión en los dos novillos. Si hubiese metido la espada estaríamos hablando ahora de dos orejas en Las Ventas", recuerda el sevillano. "A mi primer novillo que fue muy agresivo pero tuvo clase le toree muy despacio. Y el sexto tuvo clase pero no se le podía apretar para que no se violentase. Es de las tardes que uno cruza la línea. La crucé para entrar a matar y no me escapé, pero estoy muy orgulloso de ser lo que soy", subraya.

"Me tiré a matar o morir", relata sobre el momento fatídico del percance. "Sabía que tenía la oreja y me tiré con mucha verdad encima del novillo. Muy derecho. Me cogió entregado de verdad, sin medias tintas que es como te tiene que coger un toro", explica Serna con una autenticidad y una madurez impropia de sus veinte años. "Estoy dolorido y muy molesto, muy incómodo. Pero poco a poco voy teniendo más sensibilidad y aunque todavía tengo la pierna agarrotada, espero poder empezar dentro de unos días la rehabilitación", admite.

Las imágenes del percance han tenido mucha trascendencia. "Estoy emocionado por las muestras de afecto y cariño que he tenido", revela. "Me han llegado al alma los mensajes de ánimo y las muestras de cariño que he recibido a través de las redes sociales de muchas figuras del toreo y de los aficionados. Estoy muy agradecido", concluye.

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