«Cuando llegué a España era una
estudiante francesa que no tenía ni idea de toros, ni de rejoneo».
Jesús Rubio
Diario LARAZON de
Madrid
Joven amazona que con tan sólo 4 años empezó a ver la vida
desde los lomos de un caballo. Amante de los equinos. Profesión por vocación.
Lea Vicens dejó su tierra natal, Nimes, para afincarse en Sevilla y formar
parte del equipo de domadores del maestro Ángel Peralta. Su personalidad
innata, su experiencia con los caballos y el contacto con grandes personalidades
del rejoneo despertaron en su persona el interés por un arte que nunca imaginó
crear. El arte del toro y del caballo, el arte de Marialva. La joven
rejoneadora habla para LA RAZÓN tras su gran actuación en la monumental de Las
Ventas la semana pasada.
- ¿Cómo se encuentra
después de su actuación en Madrid?
Muy contenta y con ganas de seguir entrenando. La tarde de
Madrid ha sido un empujón de motivación, y el resultado de muchísimos años de
trabajo, dedicación y sacrificio.
- ¿Con qué sensaciones
se fue de la plaza?
La plaza me ha parecido maravillosa, tanto por su capacidad
de público como por la calidad de éste. Se llenaron todos los tendidos. Hubo
una profundidad del espectáculo. Me sentí la protagonista número uno, aunque
eso sea en todas las corridas, pero en Madrid aún más. Sentí mucha presión,
pero yo creo que la supe gestionar.
- ¿Cree que el
presidente actuó de forma injusta al no concederle el segundo trofeo y, en
consecuencia, la puerta grande?
Yo creo que un presidente debe respetar las decisiones del
público, sobre todo cuando son tantos y unánimes los que piden el trofeo. Hubo
una petición general, completa y eufórica; el presidente debe, por respeto al
público, conceder la oreja.
- Aunque el
presidente no se la concediese, el público de Las Ventas se fue contento con su
toreo.
Así es. Eso me da muchísimo calor y ganas para seguir
adelante con mi profesión. Te hace ser más fuerte y seguir manteniendo la
ilusión para afrontar nuevos compromisos, seguir entrenando a los caballos y
domar otros nuevos.
- El hecho de ser
mujer en esta profesión, ¿le ha influido de alguna manera?
No, porque en mi caso, yo empecé desde cero aquí. Fui
creando mi cuadra y domando mis propios caballos. Llegué a España sin nada y
poco a poco fui haciendo todo. La gente ya empezó a conocer mi historia. Igual,
si hubiese llegado de otra manera, tomándome esta profesión como capricho y con
todo ya organizado, igual se me hubiese tratado de otra forma.
- Dejó Francia y se
afincó en Sevilla, ¿qué le ha aportado esta tierra que no le pudo aportar
Francia?
Cuando llegué a España era una estudiante francesa que no
tenía ni idea de toros, ni de rejoneo. Simplemente me gustaba un poco, pero no
lo practicaba. España me ha aportado absolutamente todo a nivel taurino, pero
también a nivel de formación y de vida. Andalucía es una cultura increíble,
fuerte, con identidad propia.
- ¿Cuándo decide ser
rejoneadora?
Yo, desde que era muy pequeñita, he montado a caballo, pero
nunca había tenido la oportunidad de ser torera. Por no tener, no tuve ni la
oportunidad de imaginarlo. Era tan lejano e imposible que ni lo soñé. Era un
sueño imposible. Como ser astronauta y pisar la luna. Pero cuando llegué a
España, por una serie de casualidades, me encontré con esto. Y aquí estoy. No
se cómo, pero aquí estoy.
- Francia nos lleva
muchos años de ventaja en cuanto a la defensa y protección de la tauromaquia.
¿Qué cree que debemos aprender?
No te puedo decir lo que España debería aprender de Francia,
porque sería presumir de que un francés le tenga que decir a un español lo que
debe aprender para defender una cultura tan arraigada como la suya. Lo que sí
te puedo decir es que en Francia existe una gran unión solidaria entre
profesionales y aficionados y, al final, la unión hace la fuerza. Esta es la
mayor diferencia que veo entre los dos países. En España hay más asociaciones,
grupos y plataformas independientes. Ahora, con la fundación Toro de Lidia,
creo que se está unificando el sector. Yo creo en esa fundación. Ha sido un
punto muy positivo para el mundo del toro en España.
- Para los que no aún
no le han visto en los ruedos, ¿cómo es su toreo?
Yo lo definiría como clásico, pero a la vez moderno. Con
calma, pero con torería. Un toreo cercano, de proximidad y muy de frente.
- ¿De qué fuentes de
inspiración ha bebido?, ¿cuáles son sus referentes?
He tenido muchos referentes, quizá, desde varios puntos de
vista. Por ejemplo, como personaje, a Ángel Peralta; como modernidad en el
toreo, a Pablo Hermoso de Mendoza; como espectacularidad, a Diego Ventura. Los
portugueses, como Joao Moura, también me han encantado.
- Hablemos sobre su
cuadra, ¿con cuántos caballos cuenta actualmente?
Se compone de 14 caballos toreando. Todos los he domado yo
desde que eran potros y, por ello, he conseguido tener la cuadra perfecta a mi
gusto. Ahora estoy con unos potros que voy a sacar dentro de poco tiempo,
quizá, en la siguiente corrida en Badajoz. Son tres caballos los que deberían
debutar este año.
- ¿Sus caballos
estrella?
Principalmente los que saqué en Madrid. «Bach», «Bazuka» y
«Desafío». Estos son los figuras, con los que mayor tranquilidad siento cuando
estoy en el ruedo.
- Al igual que un
ganadero selecciona los toros que va a llevar a una plaza, ¿cómo selecciona los
caballos que va a llevar, por ejemplo, a Madrid?
Para ir a Madrid elijo la cuadra de mayor confianza, los que
nunca me fallan, los que más tiempo llevan toreando y los que me transmiten
mayor seguridad. También, los que sean capaces de hacer un espectáculo
especial. En definitiva, con los que yo sepa que puedo ir a la guerra y no me
van a vencer.
-¿Qué le han enseñado
los caballos?
He aprendido mucho de ellos, porque no sólo los he montado,
sino que también los he domado. Todo lo que he aprendido y me han enseñado lo
he aplicado a los humanos y a la vida en general. No se le puede exigir a un
caballo ni a un humano más de lo que pueden hacer. También he aprendido en
trato, hay que estar suave pero firme a la vez.
- ¿Cuántas horas
pasas con ellos?
Estoy de media 10 horas en un día.
- ¿Cómo se estructura
una jornada de entrenamiento?
Por una parte, tengo a los potros que estoy domando, y por
otra, a los caballos toreando. Entreno mucho con el carretón, con manso y
vacas. Luego están mis caballos preferidos, mis “cracks”, a los que les doy
paseos para relajarlos. Ellos también son toreros y hay que relajarles la
mente.
- ¿Cómo se le plantea
la temporada?
Ahora he toreado en 6 plazas de primera categoría y con muy
buenos resultados. En total, posiblemente haga más de 40 paseíllos. La mayoría,
en plazas muy importantes.
- Para finalizar,
¿cuáles son sus objetivos en el toreo?
A corto plazo, continuar preparando caballos para aumentar
la cuadra, ir triunfado y seguir amando este arte. A largo tiempo, no lo sé. Ya
veremos.
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