Para la Feria de La Grita
Manolo Muñoz, hijo de recordado banderillero Enrique Muñoz, entra en La Grita. Foto: Aníbal García Soteldo |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Señalábamos días atrás el hecho de estarse “cociendo” en los
hornos de la imaginación de valientes empresarios lo que sería el prólogo a la
temporada taurina nacional, la misma que se antoja difícil, con un panorama que
Dios mediante la suerte nos acompañe. El primero de estos, el que más de un
aficionado ha pegado el grito al cielo con los precios que los abonos de las ferias
de San Cristóbal y Mérida, en especial esta última, todo un despropósito no
ajeno a la realidad que vive el toreo nacional.
Lo cierto del caso que los pueblos andinos hacen el prólogo
a las grandes citas, y una de estas es el poblado de La Grita, el cual ya habíamos
adelantado cartel, con la novedad de la falta de un nombre. Sí, pues a los ya
anunciados matadores Jonnatan Guillén y el peruano debutante en Venezuela, Víctor
Hugo Garavito García, se une el del joven valenciano Manolo Muñoz, torero a
quien las pocas oportunidades que ha tenido desde su alternativa en noviembre
de 2011, de seguro que le tienen con “hambre de triunfo” para comenzar a
despuntar en este cerrado y difícil circuito de ferias nacional.
A falta de un nombre en el cartel para rematarlo, no estaría
demás que esa opción la ocupe un novillero, y que mejor la mejor baraja novilleril
emeritense, como es el caso de José Antonio Salas, de quien poco se le menciona
en plazas el cual el año pasado había dejado importante tarjeta de presentación
y que desafortunadamente manos mezquinas actualmente está ninguneando los méritos
alcanzados en el ruedo. Cosas oscuras del lio del toro que son parte de su
sucio corolario que le adorna desafortunadamente.
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