Escasos momentos de lucimiento ha deparado la corrida dominguera ferial, cartel flojo en el papel, donde los desigualmente presentados astados de Don Hugo Domingo Molina no del todo ofrecieron posibilidades de éxito.
Oreja de valida pero discutido talante la paseada por el tachirense Fabio Castañeda. Foto: Archivo |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Al llegar a la plaza nos encontramos con un decorado
singular a la habitual que es nuestra bella y coqueta arena emeritense. Es válido
este tipo de motivos, más cuando necesitamos salirnos un poco de la rutina, sin
faltar al orden y principios de seriedad que embarga el toreo.
Otra cosa fue el concierto onírico que por momentos nos hizo
casi caer en sueño REM las adormecidas interpretaciones de nuestra banda taurina
de la Mesa de los Indios, con vals y repertorio venezolano no propio para
acompañar de fondo musical gran parte de las faenas de muleta ayer. Señores esos
inventos, a otro lugar, pues nada más taurino es en una plaza de toros sería
como se cree es considerada la de Mérida, que el pasodoble taurino durante la actuación
de muleta.
Confieso que por poco en el primer toro de Pedrito de Portugal
me duermo ante la ¡¡¡leeeeentaaaaa!!! interpretación en rito de vals de «Venezuela»
que no tenía alma en una faena ayuna de alma y emoción ante un toro endeble y anovillado
del que el veterano y resucitado por estas tierras diestro lusitano se encargó
de adornar con series a media altura, templadas y pulcras en especial por la diestra
al nobilísimo astado, que las seguía con la docilidad borreguil que caló en los
adormecidos tendidos, para dar pie tras la estocada tendida y trasera luego de
un pinchazo, la concesión de una generosa oreja, otorgada con el mismo
entusiasmo que adornó el acompañamiento musical. Raro inventos señores los que
se ven por estos días.
Poco le ayudó el segundo del lote de Pedrito, torero que
tuvo predicamento en esta plaza unos cuantos años atrás, tras las chicuelinas
de recibo y luego cambiado por la espalda con la que arrancó faena de muleta. Otro
flojito torito, que buscó topar más que embestir los vuelos del engaño no del
todo atinado en el temple de parte del mencionado coleta, lo que hizo de esta insulsa,
para ser silenciado tras aviso, luego de necesitar cuatro viajes con el acero. Regaló
el sobrero, un animal de censurable presencia como condicionadas fuerzas con
una nobleza que rayaba casi en la mansedumbre, como lo manifestó en su marcada
querencia en tablas, donde se entretuvo Pedrito en pasarlo por ambas manos
cumplimentando el gesto del regalo ante la parroquia, a la que incluso quiso
vender ante la aburrida y exasperada masa la insistencia del indulto, de
vergonzosa y cuestionable valía y penoso actitud así mismo por parte del
torero. Fue silenciado tras estocada defectuosa.
El venezolano Fabio Castañeda de la misma manera se hizo de
una oreja de muy cuestionable valía, y lo señalamos con la buena intención de
no confundir un torero de cifradas esperanzas por parte de a afición tachirense,
al que se le nota falto de rodaje y limitada técnica. Su segundo del lote le permitiría
gustarse intermitentemente en series donde el muletazo/trallazo sin temple y
ligero de pies fue la tónica, frente a un ejemplar de noble condición en su
embestida, al que se le pudo sacar mejor partido. Previamente había
banderilleado con solvencia en tres pares, traseros, lo que tras más de tres
cuartos traseros y caídos de ración toricida, hizo dudar al palco en la concesión
de una oreja que al final la concedió y es válida por la fuerte petición de muchos
de los presentes tal vez premiando no sé qué, pero para nuestro concepto, pobre
en valor para lo visto en el ruedo.
Había pasado en su anterior fatigas, labor desordenada en planteamiento
y en la misma tónica de lo que fue su tarde, acelerado y sin el reposo que debe
de imperar en su toreo, ante otro astado de noble condición pero cuestionadas
fuerzas en las telas. Fue silenciado tras aviso.
Quien si no tuvo materia prima de lucimiento fue el
colombiano Juan de Castilla, el cual entraba al cartel sustituyendo al caído
Eugenio de Mora. El torero paisa hubo de enfrentar geniudos bureles complicados
por la desordenada lidia que el peonaje hizo así mismo de estos, con excesivos
capotazos y pasadas en falso en banderillas que acrecentaron las dificultades
de dichos morlacos. Su primero lo pasó dejando series de gran firmeza de pies,
corriendo la mano a las aviesas intenciones del animal las veces que pudo,
mientras que su segundo, una prenda de la que hizo esfuerzo en lucirlo, pero
poco más, llevando la cara por las nubes, siempre marcando salida hacia querencia
de tablas. En ambos fue silenciado.
En su segunda actuación nuevamente el rejoneador Francisco Javier Rodríguez “toca pelo” con distinto matiz a su labor del sábado. Foto: Archivo |
Abrió plaza la actuación del rejoneador Francisco Javier Rodríguez
quien lidió un escurrido ejemplar de Los Aranguez, al que pasó de sangría en
los tres rejones de castigo, y luego en la colocación, mejor termino este último
utilizado en la forma como dejo banderillas, clavando hasta ocho farpas (toda una
exageración) a la grupa, en lidia de excesivos tiempos muertos. El rejón de
muerte señalado trasero, contrario y caído dio pie a la concesión de una oreja
de discutida valía y trascendencia.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental
“Román Eduardo Sandia”
Domingo 26 de febrero
de 2017.
III corrida de la
XLVIII Feria del Sol
Con poco más de media
plaza (aproximadamente 8000 personas) en tarde fría, entoldada y ligera
llovizna se han lidiado toros de las ganaderías RANCHO GRANDE (3º, 5º, 7º y 8º de
regalo), EL PRADO (2º, 4º y 6º) y LOS ARANGUEZ (1º) para rejones, en su
conjunto discretos de presencia, anovillados y aparentando menos peso que los
colocado en la romana, y en su juego, mansurrones, flojos de remos, pero
nobles, buscando querencia a tablas, siendo el más complicado por genio
desarrollado y mal lidiado los corridos en 4º y 7º.
Pesos: 430, 430, 435,
440, 430, 430 430 y 430 kilos
FRANCISCO JAVIER RODRÍGUEZ
(A la usanza campera)
Oreja
PEDRITO DE PORTUGAL
(Corinto y oro con cabos blancos)
Oreja, silencio y
silencio tras aviso en el de regalo
FABIO CASTAÑEDA
(Catafalco y oro con
cabos blancos)
Silencio y oreja con división
de opiniones
JUAN DE CASTILLA
(Blanco y oro)
Silencio y silencio
tras aviso
INCIDENCIAS: Destacaron nuevamente en las banderillas
Salvador Moreno y Carlos Pizutto tras clavar con desparpajo, así como el joven Ramón
Contreras, y en la puntilla otra tarde Eliecer Paredes. *** Actuó como
sobresaliente el matador de toros Rafael Martínez. *** Buen puyazo señalado de
Luis Quintana, a pesar del limitado castigo infligido a la corrida, por parte
de Luis Quintana al 7º. ***Corrida con decoración de los burladeros del ruedo a
cargo del joven artista plástico tovareño Alfredo Salazar, haciendo hincapié en
la temática venezolanista. *** Para esta tarde finalmente ha quedado cerrado el
cartel en el mano a mano entre Daniel Luque y Rafael Orellana, ante toros de
Los Ramírez, tras la caída en el cartel el pasado jueves del diestro Ginés Marín.
*** Esta crónica la puedes complementar con fotos y otras notas a través de www.ruben-villafraz.blogspot.com
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