domingo, 19 de febrero de 2017

Alejandro Talavante, con la corrida de Victorino en San Isidro

La figura extremeña abre la línea de fuego con la primera gran apuesta en la reina de todas las ferias.
 
ROSARIO PÉREZ
Diario ABC de Madrid
Fotos: EFE

Un torero impredecible e imparable. Un torero que no solo sorprende en cada muletazo, sino que busca la sorpresa de principio a fin. Y ahora da la primera campanada de la temporada con los toros de Victorino Martín en San Isidro. Su nombre: Alejandro Talavante. Su gesto: anunciarse con la divisa que ha mandado como figura ganadera de Madrid y con la que apostó en solitario en mayo de 2013.

Así, cuatro años después, el artista extremeño -autor de una gran campaña en 2016, con obras para enmarcar en un museo- abre la línea de fuego en la madre y reina de todas las ferias, la feria más importante del mundo, con el objetivo de dar cuenta de los toros de la A coronada, salvo cambios de última hora y a falta de rematar los últimos flecos. Aquella otra encerrona generó una expectación de «No hay billetes», pero el balance artístico salió cruz, con una solitaria ovación. Su nuevo gesto volverá a suscitar una expectación inusitada en una plaza que es monumentalmente «talavantista».

En aquella ocasión explicaba así las razones de su reto en solitario (en esta ocasión será en terna): «Me divierte matar seis victorinos. No hay un porqué, aunque sí uno inmaterial que no se puede explicar, la búsqueda de una sensación que no sabes si vas a encontrar. Tengo todos los motivos del mundo y a su vez ninguno. Me siento un privilegiado: al igual que Sabina quiere contratar al mejor músico, yo busco un toro que embista, y lo de Victorino embiste».

Tal vez como Joaquín Sabina con su nuevo tema, «Lo niego todo», Talavante busca renovar sus musas con un hierro que no forma parte del «ritual» de las figuras. Sabedor de que la afición reclama que los toreros de la cumbre estoqueen este tipo de encastes y, al igual que Sabina se retrata en su nuevo single negando estereotipos, el pacense también saca su propia cámara, rompe moldes y tira la moneda con los victorinos.

Cuentan que es una victorinada con el serio trapío de Madrid y guapeza: «¡Qué corrida más buena, si la vieran las figuras…!» La frase es del considerado «el más sabio de los mayorales»... Talavante se ha apuntado a ella, a la segunda de las victorinadas que saltarán al ruedo venteño tras el estreno del Domingo de Ramos. El juego de la bravura será un misterio, como el toreo de uno de los más grandes artistas del escalafón. Sin trampa ni cartón, el «mago» destapa en la primera plaza la chistera. Pero la temporada de Talavante en Madrid será mucho más que Victorino...

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