Tras casi dos años de ausencia en
España, el fenómeno de Galapagar vuelve en Algeciras. Agotó los abonos en 10
horas. Por ahora, es su única tarde anunciada en 2018.
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
En la cima de las empinadas escaleras que suben desde el
ferial a la plaza de toros de Algeciras, unos cuantos reventas otean el
horizonte a la espera del cliente. Como apaches en Las Rocosas. Pululan en
torno a la escultura de Miguel Mateo 'Miguelín'. Aquel crack de la tierra al
que siempre se recuerda por haber saltado de espontáneo en Madrid a un toro de
El Cordobés en mayo del 68, y no por el fuera de serie que fue.
No se les había visto con tanta actividad desde la tarde en
que José Tomás pisó por última vez la arena de Las Palomas en 2007. JT es un
torero de últimas veces. El fenómeno del eterno retorno. Ahora vuelve de nuevo
tras casi dos años de voluntario exilio de los ruedos españoles.
La fuerza de su (re)aparición es tal que en 10 horas agotó
los abonos. El puto amo de sus tiempos, sus ausencias y sus silencios. Dueño de
la capacidad de generar nostalgias antes de haberse ido. Por si de verdad es la
última vez.
José María Garzón baja ufano y eufórico del
enchiqueramiento. En su tercer año como gestor de Algeciras con su empresa
Lances de Futuro, lo ha petado. No sólo se ha apuntado el tanto del regreso,
sino que hasta el momento es la única corrida anunciada por José Tomás para
2018: "Fíjese, agotar los abonos en 10 horas, ¡12.000 abonos!, es algo histórico. No recuerdo que una plaza
entera se haya abonado en 10 horas. Al inalcanzable tirón de José Tomás hay que
sumar nuestra política de precios. Que un abono de sol para tres corridas
cueste 45 euros ayuda bastante a ese reventón".
- Es la primera vez que
contrata a JT para una de sus plazas. Dicen que el fenómeno de Galapagar escoge
con qué empresarios se anuncia. ¿Cómo es la operación de negociar con él?
No sé si elige o no elige. Yo me puse en contacto con ellos,
lo estudiaron y vieron oportuno venir a Algeciras.
- ¿Y las condiciones
de José Tomás en porcentaje sobre la venta del total del abono son duras?
No voy a entrar ahí porque tenemos un pacto entre
caballeros. Él tiene unas condiciones, que en parte las entiendo por la fuerza
que trae y el volumen de venta que arrastra. Las acepté y estoy contento y
feliz.
- ¿Es rentable José
Tomás?
Por supuesto. En muchos sentidos. También en el económico.
No soy hombre de números, sino de sentimientos. Hay que valorar el bien que
hace a la zona del Campo de Gibraltar. El impacto económico en estos días en la
comarca se estima entre ocho y nueve millones de euros.
- ¿Cómo surge el
cartel del mano a mano con Miguel Ángel Perera?
Es un gran torero y va a haber una rivalidad brutal.
- Y una rivalidad
cada uno con sus toros -Cuvillo para JT y Jandilla para Perera-, ¿cómo lo ve?
Bueno, vamos a ver si es cada uno con sus toros...
- Así lo ha
anunciado.
Lo importante es que han buscado una corrida de toros muy
bien presentada, uno o dos puntos por encima de Algeciras.
José Tomás toreó su última tarde en España un 9 de
septiembre de 2016 en Valladolid. Despidió entonces su selectiva campaña
-Jerez, Alicante, Huelva, San Sebastián y también Valladolid; colmadas todas en
taquilla- y nunca más se supo. La incógnita y el misterio habituales
persiguieron su sombra durante toda la temporada en blanco de 2017. Hasta que
la llamada a la solidaridad con México, asolado por los terremotos del otoño,
provocó una nueva salida a escena: el pasado 12 de diciembre JT vistió de luces
ante la inmensa Monumental del DF abarrotada. Un cartel monstruo -Pablo Hermoso
de Mendoza, El Juli, José María Manzanares, Joselito y Luis David Adame, Sergio
Flores y El Payo- capitaneado por la fuerza del fenómeno de Galapagar. Y otra
vez el silencio, el arma mediática de su ausencia.
Cuando el mes de abril tocaba a su fin, la Empresa Lances de
Futuro anunciaba su "regreso" en Algeciras. Cada aparición de José
Tomás se cuenta como reaparición. Un periodo de casi dos años sin pisar ruedo
español. En 2016, hasta que saltó la noticia de la vuelta en Jerez, transcurrió
incluso más tiempo sin noticias de Dios: la perfecta apoteosis con seis toros
en Nimes (Francia) el 16 de septiembre de 2012 dejó el eco grandioso como todo
alimento para los nostálgicos.
Entre medias, cerró un círculo vital en Aguascalientes
(México) el 2 de mayo de 2015. La resurrección en la plaza que lo vio casi
morir desangrado en 2010.
El oleaje del Guadiana tomista brota como un géiser en cada
nueva vuelta. Luego de aquella sangría de 2010 reapareció un 23 julio en
Valencia. Y antes había vuelto en 2007 en Barcelona. Cuando el mito, después de
un parón de un lustro, se hizo carne.
Un día, José Tomás, a sus 42 años, no volverá de sus
ausencias y sus silencios. Y después de mañana quién sabe. Quedaremos a la
espera de la próxima cita. Siempre con la prematura nostalgia y el temblor
incierto de si es la última vez.
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