Este pasado martes en la noche en Caracas
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
La larga noche de este pasado martes, lamentablemente dejaría
de latir el corazón de un taurino que fue eso precisamente: puro corazón y pasión
a la fiesta brava. Me refiero a Nelson Arreaza, el mismo que se hizo un nombre
en la historia taurina venezolana por haber colocado, con su habitual estilo y precisión,
fechas, datos y elementos históricos del toreo nacional e internacional. Los hechos
y su gran labor están a la vista.
Fue Nelson todo un personaje muy singular en sus formas y maneras
de hacer y ser dentro y fuera de las plazas de toros, el cual para él era un
santuario sagrado. No en vano dedicó gran parte de su vida a llevar en orden lo
que antes de él era cuestiones dispersas. En pocas palabras investigó y puso cronicidad
al gran batiburrillo que era la fiesta brava nacional, donde la puntualidad del
dato preciso adolecía de alguien en quien confiar.
Amante de la lectura taurina era habitual el referirse a
libros puntuales taurinos que pocos aficionados han podido disfrutar más que él.
Además de ello, no ocultaba su querencia por el toreo mexicano y todo lo que le
embargaba, de tal forma que numerosos eran sus amistades del hermano país,
quienes incluso le rendían mayor pleitesía que nosotros mismos.
Así tenemos que los primeros pasos de “Numerito” Arreaza (apodo
colocado por el recordado cronista taurino del Diario El Nacional Oswaldo Pérez
Esteves “K-pitalino”), a finales de los 60’ fue en Caracas cuando esta era
epicentro de gran parte de la actualidad y ambiente taurino que muchos frutos
ofreció, con grandes temporadas de primer nivel, además sede de numerosas peñas
taurinas en las cuales destacaba el imberbe joven de gafas caraqueño. En esa redacción
conocería a quien luego se convertiría en todo un referente del periodismo
taurino venezolano durante más de tres décadas ininterrumpidas como es el
maestro Víctor José López “El Vito”, quien hacia sus primeros pininos, para
luego ya formalizada la redacción del primer diario deportivo del país, como lo
fue por muchos años Meridiano, hiciera de su página todo un fijo con sus datos en
el acontecer taurino para el aficionado.
Fue en Meridiano donde Nelson se destacaría por llevar
adelante importante aportes, además de las estadísticas puntuales de la temporada,
tenemos que junto a “El Vito”, haya dado luz a importantes piezas bibliográficas
de la fiesta brava en el país, «Yo Girón», «Fragua
de Toreros», «Solera Brava»,
las dos biografías de César Girón: «Venezuela vestido de luces»
y «Girón»,
además de haber colaborado como corresponsal de la Agencia EFE en Caracas, por
intermedio del recordado Don Antonio Aragón, quien le tuvo del mismo modo como
colaborador habitual en su revista Venezuela Taurina a finales de los 70’ hasta
1982 cuando sale por última vez dicho semanario, así como contertulio y
productor del añorado programa taurino de televisión ¡¡¡A los Toros!!! moderado
por Don Federico Núñez y “El Vito” respectivamente, a mediados de los 80’.
Otras publicaciones y espacios donde tuvo tribuna Nelson
Arreaza, y que nos resume el maestro El Vito, fueron el programa Clarín, de
Radio Nacional de España (1990-1994), el anuario francés (Annee Taurine) y la
revista francesa «Le Courrier de Ceret» (1989, 1990, 1991, 1992,
1993), de Marc Lavie y «Síntesis de año taurino en
América» publicado en el libro «En corto
y por derecho», de la colección La Tauromaquia de Espasa-Calpe
publicado en 1991 así como el resumen taurino de la temporada venezolana de
1991 en el Anuario Taurino de Bilbao, de Esteban Sánchez y en el
Superanuario’92 (El año taurino 1991), de José Luis Carabias. Los últimos años
le leíamos puntuales notas en portales taurinos como www.torosenelmundo.com, dirigido por el gran
periodista Pepe Mata, el cual guardaba una entrañable amistad de “cuates”.
Pero lo más llamativo fue haber llevado a cabo un meticuloso
orden cronológico a las temporadas de las principales plazas de toros del país.
Las arenas de los ruedos de Mérida, San Cristóbal, Maracaibo, Valencia, Maracay,
así como festejos puntuales como la Corrida de la Prensa, la PTJ y muchísimas
otras más, llevan la tinta y la minuciosidad de Arreaza para posteriormente
serle consultado, por periodistas, aficionados o incluso propios toreros y
ganaderos, quienes no del todo reconocieron la importante labor que supuso lo
realizado por “Numerito”.
El estado de salud de Nelson no era el mejor desde hacía
varios años. Su cronicidad empeoraba paulatinamente a la par de lo imposible para
conseguir medicamentos indispensables, apelando a la buena voluntad de muchos
de sus amigos. Finalmente, en su casa materna, al calor y cuido de su madre y
hermana, exhalaba su último suspiro este martes en la noche, ante la tristeza
de muchos enterados de la infausta noticia, quienes le conocimos y no tendremos
como agradecerle todo lo aportado a lo largo de todos estos años como acucioso
taurino.
Descansa en paz amigo Nelson, queda el deber hecho. El orden
y la cronicidad de los hechos en el último medio siglo de toros en Venezuela han
contado con un fiel custodio. Queda la responsabilidad de tomar el testigo.
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