El torero extremeño se presenta
como matador de toros este domingo en Las Ventas junto a dos de las sensaciones
del pasado San Isidro, Octavio Chacón y Javier Cortés, ante toros de la divisa
charra de Montalvo.
GONZALO I. BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Diario EL MUNDO de Madrid
Tomás Campos gozó de ambiente ya sin caballos como alumno
aventajado de la Escuela Taurina de Badajoz, el semillero más fecundo del
toreo. Actuó en muchos pueblos con su tocayo y compañero Tomás Angulo. Tras
debutar con los del castoreño en Olivenza continuó con su buen ambiente y llegó
a ser apoderado por Rivera Ordóñez. Toreó en cuatro ocasiones en Las Ventas,
destacando en dos de ellas.
En Badajoz tomó la alternativa de manos de Morante y se
trasladó a vivir a Arnedo, el lugar donde cayó herido de novillero y dónde
redescubrió el toreo de la mano de Diego Urdiales: "Me ha enseñado
registros que antes no podía ni imaginar. He encontrado mi camino. Me he
asentado como persona y como torero. Me encuentro feliz".
Una felicidad que conlleva una madurez y a su vez un
convencimiento pleno: "Por fin se han reunido las circunstancias propicias
para confirmar en Madrid. Llegan en un momento ideal porque ahora sé que soy
capaz de decir algo importante en esa tarde".
Cuatro años se cumplen de su último paseíllo en Las Ventas:
"He pensado mucho en Madrid porque cuando estás bien con un toro en su
plaza sientes unas sensaciones tan maravillosas que no se pueden comparar con
las de otras plazas. Ha habido momentos en estos años en los que me sentía
preparado para confirmar, tenía la necesidad de ir. Ahora que ha llegado, sólo
tengo en mente aquellas sensaciones que viví cuando más a gusto me sentí".
La dura espera que padecen tantos toreros tras tomar la
alternativa llega a su fin cuatro temporadas después. En el agrio intervalo no
ha faltado el aliento de un grupo de partidarios que han impulsado al
extremeño: "Un grupo de franceses me empezaron a seguir de novillero. Hice
amistad con alguno de ellos. Organizaron una asociación para ayudarme, han sido
un apoyo fundamental para alimentar mi espíritu. Pese al parón, he podido
seguir creciendo como torero gracias a los toros que me han regalado. Les estoy
muy agradecido por como se han portado conmigo".
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