domingo, 10 de junio de 2018

ENTREVISTA - Diego Ventura: "Cortar un rabo en Madrid era una utopía que me obsesionaba"

PACO AGUADO

El rejoneador hispano-luso Diego Ventura, que ayer se convirtió en el primer jinete de la historia en cortar un rabo en la plaza de toros de Las Ventas, aseguró a EFE que ese excepcional triunfo era "una utopía" que le obsesionaba durante toda su carrera.

"Por eso cuando ayer vi asomar el tercer pañuelo, el de la concesión del rabo, pegué un salto tremendo. Sentí una alegría arrolladora, porque ese era el sueño de mi vida, una utopía que siempre me ha dado vueltas en la cabeza pensando si algún día podría conseguirla", explica el rejoneador.

De hecho, solo han sido diez los toreros de a pie que han logrado un triunfo así en los 87 años de historia de la plaza de Las Ventas, desde el mítico Juan Belmonte -que cortó dos en los años treinta- hasta Palomo Linares, que paseó el último rabo el 22 de mayo de 1972.

Ventura considera que "si ha sido así de difícil para los que se visten de luces, mucho más lo parece para los rejoneadores. En realidad es un reto casi imposible, porque puedes cuajar un toro y hacerlo todo perfecto, pero el trofeo, aun haciendo todos los méritos necesarios, al final no depende de ti".

"Hace falta -continúa- que el público lo pida y que el presidente no se deje llevar por el miedo escénico y el temor a las más que seguras críticas que va a recibir por concederlo. Pero el que estaba ayer en el palco, afortunadamente, obró con una gran sensibilidad. Y con ese simple gesto de sacar el pañuelo por tercera vez ha conseguido hacerme el hombre más feliz del mundo".

El jinete sevillano matiza que la de ayer fue "una de esas raras tardes en Madrid en que los nervios se te van ya en el primer toro. Después de cortar las primeras dos orejas y asegurarme la salida a hombros, la sensación era que tenía ya los deberes hechos, por lo que solo me quedaba disfrutar del resto de la corrida con la mente despejada, sin tensión. Por eso todo me salió con naturalidad".

En cuanto a los toros de Los Espartales, y en concreto el del histórico triunfo, Ventura opina que "hubo de todo, mejores y peores, pero casi todos dejaron estar a gusto. Quizá 'Biemplantando', el del rabo, fue el más complicado, porque embestía con arreones fuertes, sin ritmo, aunque precisamente eso hizo que transmitiera más peligro y emoción al tendido".

"La forma en que lo paré de salida con la garrocha, los quiebros perfectos de 'Fino', que le aguantó toda esa violencia que tanto 'paquete' me hizo pasar, porque el toro apenas obedecía, y el par a dos manos sin cabezada de 'Dólar' o el rejonazo de muerte en los medios con 'Remate'... Todo fue muy importante", asegura.

"Aunque los otros dos toros me permitieron estar más relajado, con ese toro del rabo -insiste Ventura- hubo momentos de mucho mérito y de los que me siento muy orgulloso. No fue nada fácil lidiarlo, pero ayer era uno de esos días en los que uno está motivado e inspirado y tira para adelante con lo que le echen".

Si algo marcó toda la actuación de Diego Ventura ayer en Las Ventas fue el largo e intenso concepto del toreo que mostró, no solo por su forma de clavar banderillas y rejones con ajuste y precisión, sino también por la forma de llevar la lidia y de poder a los toros fuera de las suertes.

"Es que de lo que se trata es de torear a caballo, no solo de clavar los hierros. Soy un gran aficionado al toreo a pie, y además lo practico mucho, porque creo que conocerlo es algo fundamental para los rejoneadores", matiza el jinete nacido en Lisboa y residente en Puebla del Río (Sevilla).

"Creo que es necesario -recalca- saber manejar los terrenos, el temple y el mando sobre las embestidas, como hacen los de a pie, para así aplicar ese concepto al rejoneo y poder llevar a los toros con ligazón, enganchar y soltar las arrancadas donde uno quiere".

En cuanto a su amplia cuadra de caballos, que ayer se desenvolvió a un altísimo nivel, el rejoneador asegura que "está pletórica, pero para eso nos sacrificamos todos los días", y aún añade tajante que la que ahora disfruta "es la cuadra más completa no del rejoneo actual sino de todas las épocas".

Y en especial Ventura señala a uno de ellos, el castaño "Nazarí", "que ayer estuvo inmenso. Y de ese sí que puedo decir con orgullo que es el mejor caballo de rejoneo de toda la historia, porque cuaja a todo tipo de toros, sean como sean, con el mismo temple y con la misma pureza.

Después de este triunfo histórico, que le ayudó a conseguir otra de las grandes marcas nunca logradas en el rejoneo, como es haber salido hasta en dieciséis ocasiones por la Puerta Grande de Las Ventas, Ventura espera que esta especialidad taurina "se ponga por fin en el sitio y con la categoría que se merece".

"Y le pido a Dios que, de una vez, desde el negocio del toro se me permita ser feliz, sin más controversias de despacho ni malos rollos de otros compañeros", expresa con vehemencia el rejoneador, que, pese a su indiscutible categoría, tiene problemas de contratación con ciertas empresas.

"Espero que después de esto dejen de hacerme daño y empiecen a respetar todo lo que he conseguido, que se acabe eso de no anunciarme en plazas como Pamplona, Bilbao, Logroño, Salamanca... por que esos públicos tienen derecho también a disfrutar del gran momento por el que atravieso. Todo lo que no sea así, por muchos intereses creados que existan, es ir en contra no de mí sino de la propia fiesta de los toros", finaliza. / EFE

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