La Diputación, obligada a actuar
con celeridad para salvar la Feria del Pilar.
ÁNGEL G. ABAD
Diario ABC de Madrid
El Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón
ha anulado la adjudicación de la gestión de la plaza de toros de Zaragoza a la
UTE Tauroejea-Circuitos Taurinos, y todo el procedimiento de licitación
promovido por la Diputación Provincial de Zaragoza, propietaria del coso de la
Misericordia.
El Tribunal ha dado la razón a Fernando Polo, administrador
de una de las cuatro empresas que concurrieron al concurso, al estimar su
recurso del 9 de mayo basado en que el contrato conllevaba obligaciones imposibles
de realizar. Además, alegaba que el sorteo entre dos empresas que determinó la
adjudicación no cumplió con los criterios de publicidad, transparencia y no
arbitrariedad; solicitaba por ello la nulidad de la adjudicación, destacando la
ausencia de solvencia técnica de la empresa que resultó ganadora del concurso.
El acuerdo del Tribunal de Contratos Públicos, frente al que
cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, complica todavía
más el desarrollo de la temporada taurina en la plaza aragonesa, ya diezmada al
no haberse celebrado la tradicional feria de San Jorge. Ahora, la Diputación
Provincial tiene ante sí la encrucijada de la organización de la Feria del
Pilar, la que cierra la temporada española en cosos de primera categoría.
Tormentoso proceso
Tras un tormentoso proceso que comenzó en los primeros días
de enero, el concurso por la plaza de la capital aragonesa ha sido anulado por
orden judicial. El concurso ya fue paralizado por un juzgado por una denuncia
de la patronal taurina, lo que significó el retraso que impidió que los plazos
legales permitieran llegar con tiempo para organizar el primer ciclo de la
temporada.
Finalmente, el 20 de marzo, la mesa de contratación de la
Diputación Provincial de Zaragoza procedió a la apertura de las plicas
presentadas, sobre las que se iban a aplicar las fórmulas matemáticas que
dieran los puntos a cada empresa licitante.
Y ahí llegó la primera sorpresa, las ofertas de Castejón
Abogados, una de las empresas del entorno de Ignacio Zorita, resultó idéntica
en los seis puntos baremados con Tauroejea. Las dos ofrecían el máximo del
canon, 300.000 euros anuales, y las dos los mismos descuentos en todos los
apartados contemplados. Un 25 por ciento en los abonos de temporada, un 20 para
jóvenes, un 20 para jubilados y un 1 por ciento en las entradas generales.
Este empate, que el pliego de condiciones consideraba que se
podría resolver mediante diferencias en cada uno de los apartados, al
producirse la misma oferta por parte de los dos licitadores, hubo de resolverse
por sorteo.
Las otras dos empresas, Kranebitten y Medicamp Marketing,
ofrecieron un canon más bajo, de 152.000 y 241.000 euros, respectivamente.
La mesa de contratación convocó una hora después a las
partes para proceder al sorteo. Se instaló una urna, y en ella se introdujeron
cinco sobres iguales. Tres con un folio en blanco, y dos con el nombre de las
empresas. Y fue Tauroejea la que primero salió, y por tanto la nueva
adjudicataria. El presidente de la mesa, el diputado Alfredo Zaldívar, abrió el
plazo de 10 días para la ganadora acreditara su solvencia técnica y la oferta
artística, y a la vez se formalizó el tiempo para la presentación de recursos,
que al final llegaron con un final abre un nuevo tiempo con la Misericordia en
el limbo de la gestión.
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