GUILLERMO
SALAS
CIUDAD
DE MÉXICO.- Una lástima que el mal uso de la espada
haya impedido a los mexicanos César
Ibelles, Antonio Lomelín y Ricardo
Frausto cosechar trofeos en la segunda novillada de la temporada en la
Monumental Plaza México.
Tarde lluviosa y húmeda en la que se lidiaron
seis novillos del hierro de La Guadalupana desigual en peso y
que han sido con clase aunque con poca fuerza el segundo, magnífico para el
torero el cuarto, ambos de dulce y los otros manso el primero y se dejó, débil
el tercero y toreables, sin mucha clase, quinto y sexto. Antes del festejo cayó
un aguacero, después aunque húmeda hubo ligera lluvia en el primero y quinto y
con mas intensidad en el sexto.
Ibelles, después de torear sin suerte en dos campañas anteriores, tuvo su
mejor tarde. Bien en el primero al que mató de estocada contraria. Saludó en el
tercio y mejor en el cuarto que tuvo exquisito estilo. Faena en que hubo
tandas, sobre todo por el pitón izquierdo, bien logradas. Mató de pinchazo y
estocada baja, Saludos en el tercio.
Lomelín, con el segundo toreó tanto con el capote como la muleta con gran
calidad estructuración y sentimiento. Mínimo tenía en la espuerta las dos
orejas, pero pinchó más de la cuenta y todo quedó en una salida al tercio con
mucha fuerza. Con el quinto estuvo en torero y mató de dos intentos para
ovación. Tiene muchas cualidades y es un interesante elemento.
Frausto, debutó con el pie derecho, mostró hechuras, talento y trazó dos faena
bien estructuras. Su primero tenía nula fuerza le cuajó un trasteo interesante
y firme, pinchó para saludar en el tercio y en el sexto, otra labor de un
elemento con muchas posibilidades por su firmeza.
Lástima que mató de estocada baja. Unánime
petición de oreja que no concedió el juez. Bronca al palco y el torero salió,
lo que vale mucho, en el ánimo de la gente. / EFE
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