El empresario hace
balance del ciclo recién concluido
"La feria económicamente ha sido muy difícil. La
crisis afecta a todos los sectores de actividad, especialmente en la Comunidad
Valenciana, y en esta feria he perdido dinero. Eso forma parte del trabajo
empresarial: unas veces se gana y otras se pierde". Son palabras de Simón Casas,
entrevistado por este medio a la conclusión de la Feria de Julio de Valencia.
El empresario francés, admite: "Estamos
en un momento extremadamente complicado. Se puede perder de vez en cuando, pero
cuando las pérdidas son casi sistemáticas el final ya se sabe cuál es. Y no
hablo de mi empresa en particular. Esta es una situación generalizada que debe
llevarnos este invierno a trabajar todos los sectores taurinos junto a las
entidades públicas para buscar una solución de modelo económico que tenga en
cuenta la actual crisis. La fiesta de los toros está en peligro total. Esto se
va al carajo si no se toman medidas. En Valencia he perdido dinero, no me extraña,
me lo esperaba, pero nuestra economía empresarial no debe ser un pozo sin
fondo. No se pueden perder 35.000 euros en una novillada sin caballos y 50.000
en una con caballos, por ejemplo. Eso es inviable, en Valencia y en cualquier
sitio".
Ante tal panorama, y cuestionado sobre si la fiesta
tiene futuro, comenta: "Seguirá existiendo pero adaptada a las
circunstancias. Históricamente ha habido un trasvase irreversible de
importancia de Julio a Fallas. En cualquier caso, el secreto de Julio es muy
sencillo: no es un problema de cantidad de festejos sino de calidad de la
programación. Eso sí, para conseguir calidad previamente hay que invertir
dinero. Y como no hay dinero para ir a más de tres festejos dada la coyuntura
actual, quizá la solución sea dar esos tres festejos con carteles muy
rematados, al menos mientras persista la crisis. Si no, si se sigue exigiendo
cantidad, la feria desaparecerá. Y no es sólo problema de Valencia. Ahí están
los casos de Córdoba, Málaga, Zaragoza, Granada... todas estás en peligro de
desaparición. Quien no entienda que la cantidad va en contra de la calidad,
está equivocado".
Pero no todo son lamentos. El empresario, en
el plano artístico, sí se siente satisfecho del último abono valenciano: "Hemos
visto cosas importantes. Ponce tuvo una de sus tardes mejores en Valencia, que
pudo ser incluso de cuatro orejas, el día en que Morante, con menos suerte en
el sorteo, cuajó una emotiva faena. Hemos visto también a un Castella que
estuvo importantísimo, realizando una de las faenas más importantes no sólo de
esta temporada, sino de muchas otras temporadas; la entrega de Fandiño con tres
ganaderías emblemáticas; una entretenida novillada y una corrida de rejones en
la que los tres toreros y el mayoral salieron a hombros. El balance artístico
suele ser siempre importante en mis ferias y eso lo achaco a que, por encima de
empresario, soy aficionado".
Acerca de la ausencia de Javier Castaño, que reapareció en Santander al día siguiente de
ausentarse en Valencia, matiz que no sentó bien entre algunos aficionados,
asegura: "Le dije ayer a su apoderado que me parece poco acertado que
reapareciera en Santander. Cuando me comunicó que no torearía en Valencia me
dijo que tenía para días y luego toreó en Santander. No le ha gustado a algunos
aficionados y a mí tampoco, y quizá a mí menos que a otros incluso...".
El otro punto caliente del ciclo ha sido la
escasa entidad de algunos toros que saltaron al ruedo. Al respecto, asevera: "La
presentación depende de los equipos veterinarios y de la autoridad. Ese es un
problema sin fin y eterno. ¿Dónde y cuándo falla la presentación de algunos
toros? Ya sabemos con qué tipo de cartel: con el de las máximas figuras del
toreo. Ese problema no es sólo de Valencia, es de todas las plazas. La
tendencia natural de la figura es buscar un toro cómodo, eso es una evidencia y
humanamente se entiende. Tampoco debemos exigir el elefante. Pecar por exceso
también es defecto. Lo bueno es siempre el punto medio".
Sobre el premio concedido por la Diputación
Provincial al sexto toro de Bohórquez del día de rejones como
animal más bravo del serial, ironiza entre risas para concluir: "Ese
día no estuve en la plaza y como no lo vi no puedo juzgar, pero sí vi el sexto
del mano a mano Ponce-Morante y ese fue bravísimo...". / Ángel Berlanga – Redacción APLAUSOS
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