miércoles, 11 de julio de 2012

QUINTO ENCIERRO: Un toro ralentiza una carrera rápida y sin corneados en el encierro pamplonés


PAMPLONA.- Los toros de la ganadería de Fuente Ymbro protagonizaron el quinto encierro de los sanfermines, sin corneados y veloz en su mayor parte, aunque ralentizado en los metros finales por un astado que tuvo que ser ayudado a entrar en los chiqueros por los dobladores. Por este motivo, la carrera duró 3 minutos y 12 segundos, aunque sus cinco hermanos estaban en chiqueros antes de que se cumplieran los dos minutos y medio.

El encierro comenzó con unos segundos de retraso al no prender la mecha del cohete anunciador y tener que recurrir al de reserva. Abandonados los corrales de Santo Domingo por la manada, que partió agrupada y con los cabestros liderando el grupo, los toros de Fuente Ymbro imprimieron desde el principio una gran rapidez y así dos de ellos al poco de contactar con los mozos tomaron la cabeza.

De esta forma recorrieron este tramo hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento donde se formó un pequeño montón de corredores en la pared lateral de la Casa Consistorial, aunque al parecer sin consecuencias graves.

Con un toro negro y un jabonero por delante, el grupo cruzó la calle Mercaderes sin problemas y llegó a la curva de la Estafeta donde los dos primeros resbalaron, lo que reagruparon a la torada.

Los astados se pusieron en pie rápidamente y con una gran velocidad enfilaron este tramo del recorrido, rodeados de mozos que pudieron disfrutar de la cercanía de las astas, al abrirse algunos huecos entre los bureles, que en un instante hicieron un pequeño tapón al resbalarse un manso y en otro saltaron sobre algunos corredores caídos en el pavimento, sin fijarse en ellos.

El grupo llegó a Telefónica, sin embargo, algo disgregado con el consiguiente riesgo acrecentado por un resbalón que sufrieron dos astados, aunque sin llegar a quedar tendidos en el suelo.

Ya en la plaza los cinco primeros de Fuente Ymbro se dirigieron sin mayores problemas a los chiqueros, mientras que el sexto, que entró por la izquierda, perdió las manos en repetidas ocasiones y llegó a quedar tendido en la arena por lo que los dobladores se vieron obligados a ayudarle a levantarse tirando de él, para así poder introducirlo finalmente en chiqueros. / EFE

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