viernes, 20 de julio de 2012

TEMPORADA DE NOVILLADAS EN LAS VENTAS: Vacante el trono de la novillería


A punto de llegarse a la final del certamen veraniego de noveles en las Ventas, no se adivina ni posible triunfador ni siquiera una terna para la final del domingo próximo.
Todo un “gallo tapao” puede ser este domingo César Valencia, para quien la veterana pluma de Barquerito no cuenta entre los protagonistas de esta temporada de novilladas veraniegas en Las Ventas, con más sangre que lucimiento por parte de los coletas actuantes hasta el momento.
BARQUERITO

El certamen anual de novilladas nocturnas de Madrid está resultando este año accidentado y decepcionante. En cada una de las tres novilladas celebradas –tres domingos de julio- ha habido partes de guerra. El día 1 resultó herido de gravedad en los dos muslos el barcelonés Jesús Fernández; el domingo 8, el colombiano Juan Viriato cobró también dos cornadas severas; el pasado domingo fue el sevillano Juan Ortega quien salió alcanzado en una pantorrilla.

No ha habido ningún triunfo de entidad y las puertas para acceder a la final del 29 de julio están abiertas a una posible repesca. En el festejo del domingo que viene, con ganado de La Guadamilla –antes encaste Santa Coloma, y ahora Domecq-, están anunciados dos de los favoritos del concurso: el madrileño Fernando Adrián y el francés –de Arles- Juan Leal. Con ellos, el venezolano César Valencia. Quien se proclame ganador de la final tendrá puesto en la novillada de la Feria de Otoño.

Ese premio es una tentación arriesgada. El riesgo reside en que los novillos de Madrid son de una exigencia excesiva para toreros noveles. La imagen difundida en Internet de los seis novillos de Javier Molina jugados el 9 de julio ha dejado pasmado a todo el mundo. Tres de los toritos de Murteira Grave que abrieron la serie de cinco festejos tenían hechuras sobresalientes. Por razones distintas no han toreado ni van torear el concurso ninguno de los novilleros más en boca de la gente: Gómez del Pilar, Álvaro Sanlúcar, Curro de la Casa, Alberto Durán, Rafael Cerro, Gonzalo Caballero o Román Collado, que se anuncia Román a secas.

El concurso de novilladas nocturnas se instauró hace casi dos décadas y ha contado con el patrocinio del Canal Plus. Hasta el último ejercicio han convivido en Madrid dos certámenes para noveles: éste del mes de  julio y un segundo en septiembre, llamado de las Ocho Naciones por estar abierto a representantes de los ocho países donde está viva la tauromaquia: España, Francia, Portugal, México, Colombia, Perú, Venezuela y Ecuador. El ganador del Ocho Naciones tenía asegurada una plaza en el abono de San Isidro del año siguiente. Ahora se han fundido en una sola las dos competiciones.

En un año en que el número de novilladas picadas va a derrumbarse a causa de la supresión de subvenciones públicas, el recorte de Madrid no hará sangre porque el calendario de novilladas de septiembre –cuatro festejos en domingo- se mantiene en vigor. Solo que ha pasado a dar protagonismo a los hierros. Se trata de experimentar con ganaderías ajenas al circuito de ferias españolas y la opción se sirve a “encastes minoritarios”, que dan nombre al programa de septiembre. Pablo Romero (Partido de Resina), Veragua (Prieto de la Cal)…

El palmarés más reciente de triunfadores del concurso clásico no es desdeñable: Daniel Luque, Rubén Pinar, Javier Cortés, Javier Herrero, Arturo Saldívar, Conchi Ríos. La idea de refrescar hierros y divisas será polémica, pero el hecho mismo de que provoque polémica debe entenderse como positivo. Lo que de momento no cabe es casar los encastes minoritarios con los toreros en agraz o meros proyectos de torero.

El balance de los nueve aspirantes que ya han desfilado por las Ventas no invita a aventuras. El más preparado, el catalán Jesús Fernández, pagó con sangre. El de corte más artístico, Juan Ortega, de temple natural, no parece el más ambicioso. El más resuelto, el colombiano Viriato, no es el más refinado. El portugués Días Gomes ha dejado impresión de forcado más que de torero clásico. Al franco-lusitano Thomas Cerqueira le falta bastante; el cordobés Mazzantini, de regusto clásico, está sin hacer o por ver, o las dos cosas; y lo mismo le pasa al jerezano Ángel Puerta, reciclado en el circuito torista de la Alcarria; el valenciano Pascual Javier es, de momento, puro torero de oficio, que no es poco pero tampoco suficiente. Luis Miguel Castrillón, colombiano de Medellín, toreaba su primera novillada picada en España justamente el pasado domingo. No caben juicios, por tanto.

Pese a los recortes, septiembre volverá a ser el mes de los novilleros y las novilladas: los abonos de Arnedo, Algemesí, Arganda del Rey, Villa del Prado, Moralzarzal o Guadarrama serán criba y estímulo. El trono de la novillería está vacante. Salvo que Juan Leal dé en Madrid un aldabonazo el domingo que viene.

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