Cuando se aspiraba
a que la Administración, consciente de la realidad de los número taurinos,
ofreciera un mejor tratamiento fiscal para la Fiesta, llega el jarro de agua
fría de la subida del IVA. La crisis y la generalización sin matices de sus
medidas fiscales han llevado al ministro Montoro a subir el IVA taurino de una
forma tremenda. La reacción de los empresarios ha sido de seria preocupación y
alarma por lo que pueda ocurrir a partir del 1 de septiembre, cuando además del
nuevo precio de las localidades tendrán que hacer frente a los nuevos impactos
fiscales de las demás partidas que componen su cuenta de negocios. ¿Tendrá en
cuenta esta nueva realidad la Comisión Wert para su "Plan de Promoción y
Protección de la Tauromaquia"? Si no lo hace, estará perdiendo el tiempo.
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Cuando los responsables de la Fiesta
aspiraban, una vez que los toros pasaron al departamento de Educación, Cultura
y Deportes, a que se propiciara una reducción del IVA para los espectáculos
taurinos, la decisión del último Consejo de Ministros de subir en tres y dos puntos los respectivos tramos de este
impuesto ha supuesto un jarro de agua fría, que ha llevado la alarma a los
empresarios y a los aficionados.
Ya en su momento se recibió con satisfacción
la decisión del Gobierno portugués --país afectado por el rescate de la Unión
Europea-- de reducir el IVA que se aplica a los espectáculos taurinos: si en
Portugal era posible, con mucha más motivo lo sería en España. Luego ha
resultado que no, que en España se ha hecho justamente lo contrario.
Esta reducción, que hubiera supuesto un ahorro
de en torno a unos 20 millones de euros, se consideraba que era asumible por la
Hacienda pública y resultaba vital para el apoyo de todo lo taurino, en unos
momentos en los que la crisis económica se deja notar duramente. Así lo
manifestaron numerosos conocedores del tema.
En este sentido se pronunció, por ejemplo,
Juan Manuel Albendea, Presidente de la Comisión de Cultura del Congreso, en su
conferencia “Qué puede hacer Cultura con las competencias taurinas”. Incluso
cuando era ministra de Cultura Angeles Sinde solicitó de la entonces
Vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, que se modificara de
forma más favorable el régimen fiscal taurino, de manera homogénea con lo que
ocurre con otras manifestaciones culturales.
Y tenían motivos para pronunciarse así. A este
respecto, conviene recordar que los
toros constituyen el acontecimiento cultural que más ingresos proporciona a la
Hacienda española en concepto de IVA. De hecho, la recaudación por el IVA de
las entradas vendidas en los espectáculos taurinos celebrados en 2011
quintuplicó a lo recaudado por el cine español y tres veces más que lo
correspondiente al teatro. Incluso esta aportación a las arcas del Estado es
también superior a lo ingresado por la exhibición de largometrajes extranjeros,
y el triple que la contribución de los conciertos de música popular.
Por eso se ha entendido menos que ha sido sido
el Gobierno que, precisamente, se propone desarrollar un “Plan de promoción y
Protección de la Tauromaquia” ha sido el que ha realizado esta subida del IVA,
que ahora viene a crear un grave problema añadido a los muchos que ya
arrastraba la Fiesta.
Consecuencias inmediatas
A partir de la decisión del Gobierno, desde el
1 de septiembre una entrada de un tendido de sombra para cualquier feria en
plazas de 1ª o 2ª categoría, por ejemplo, se incrementará entre 2 y 3 euros. Lo
cual, para una plaza que tenga en torno a las 15.000 localidades supone hasta
un total que supera los 20.000/25.000 euros por festejos. Se trata de una
cantidad que si se multiplica por el número de espectáculos que se programe
resulta difícilmente absorbible por el empresario de turno, salvo casos muy excepcionales
en los que están garantizados de antemano un alto número de abonos. Desde luego, en las plazas que vienen siendo
deficitarias, la situación sería mucho más difícil.
Pero resulta necesario tener en cuenta que al
empresario no se le puede pedir que asuma en solitario una sobrecarga fiscal
creciente, que le afecta en lo que se corresponde con los ingresos por
taquilla, pero que también viene afectado por el tratamiento fiscal de todos
los otros elementos sustanciales del espectáculo, como la compra de toros o la
contratación de toreros.
Frente a esta realidad, el empresario tiene
qué acertar a la hora de hacer sus cálculos acerca de en qué medida los mayores
costes fiscales van a detraer publico de las taquillas. Y a partir de este
dato, valorar que conviene más: perder espectadores, o reajustar los
beneficios.
Pero a la hora de realizar estas valoraciones,
que resultan cruciales para los empresariales, habrá que tener en cuenta que
para el aficionado el incremento del IVA también le afecta en todos los demás
gastos colaterales que le supone la asistencia a una corrida. En unos casos,
será tan sólo el transporte; en otros, cuando obliguen a desplazamientos
mayores, el impacto es mucho mayor: hoteles, restaurantes, etc. Y todo ello
acaban condicionando a la hora de decidir si se realiza el gasto taurino o no.
Si este es el panorama en las ferias, muchos
más preocupante resulta este incremento de la presión fiscal representa para la
llamada “fiesta de base”, la que sobrevive con dificultades en miles de pueblos
de orden menor. En estos casos, cuya economía ya estaba muy dañada, el nuevo
incremento resulta de especial importancia.
Preocupación empresarial
En este contexto, nada más confirmarse la
decisión del Gobierno, que había sido adelantada por taurologia.com, las
reacciones empresariales no se han hecho esperar. Y como no podía ser de otra
manera han sido reacciones de gran preocupación.
Y así, Eduardo Canorea, empresario de Sevilla,
considera esta subida en 3 puntos va a afectar mucho a la hora de la
organización de espectáculos taurinos, pues "al encarecer el producto,
costes de toreros, cuadrillas y ganaderos tenemos que subir el precio de las
entradas, y en consecuencia la gente acudirá menos a la plaza", manifestó.
"Esto va a ser un desastre. Hay muchos empresarios que están teniendo
importantes pérdidas económicas en la organización de eventos taurinos, y con
esta subida habrá más. No les va a quedar más remedio que reducir números de
festejos o incluso ´echar el cierre´. Un golpe muy duro", añadió
"Y qué decir de las novilladas -dijo
finalmente el empresario sevillano-, un espectáculo totalmente en decadencia y
que para muchos empresarios no es rentable organizarlas. Y ahora con esta
subida se van a dar muchas menos. Una pena, porque son los toreros del futuro,
y ahora tendrán muchas menos posibilidades de torear".
Por su
parte, Óscar Chopera ha lamentado la subida del IVA para los espectáculos
taurinos y ha anunciado que "ahora sí que va a costar un mundo llevar a la
gente a la plaza", quien añadió que "esta subida llega en momento muy
duro, y más para el sector taurino, que está en una irrefrenable cuesta
abajo".
"Todos los empresarios –--explica
Chopera-- nos estamos acogiendo a una política de congelación en los precios de
las entradas para tratar de favorecer que la gente pueda ir a los toros, y ni
así lo conseguimos. Ahora que tendremos que subir los precios de las entradas
va a ser mucho peor".
Chopera ha puntualizado que "en muchas plazas donde habitualmente se
suele ´acabar el papel´ en la gran mayoría de las tardes que componen sus
ferias, se ha visto que la gente ha ido menos este año. En Madrid, por ejemplo,
se ha puesto el ´no hay billetes´ solo en tres tardes durante todo San Isidro.
Un hecho histórico, pero en lo negativo".
Aunque la subida del UVA no será efectiva
hasta el 1 de septiembre, para Chopera "da lo mismo, porque en
septiembre y octubre también hay ferias muy importantes".
"Hay muchos empresarios que tienen ya
conformadas sus ferias taurinas y los precios para las entradas y los abonos.
Evidentemente habrá que hacer modificaciones drásticas que pondrá a la gente en
contra nuestra, porque pensarán que somos nosotros los que subimos los precios
sin más, como ha pasado siempre", expresó.
Óscar Chopera ve "injusto" que esta
subida tan fuerte del IVA afecte al sector taurino. "No llevamos ni un año
que las competencias taurinas dependen del Ministerio de Cultura, y pienso que
se nos debía haber aplicado un tipo de IVA más reducido en principio, y, por
consiguiente, no pegarnos esta subida tan fuerte. No sé cómo saldremos de este
pozo. Tendremos que abrocharnos el cinturón toda la familia taurina si queremos
que este espectáculo sobreviva", finalizó.
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