Competente,
preparado y valeroso, el joven torero de El Batán presenta su candidatura en el
certamen estival de novilleros. *** Dos novillos de nota de Sepúlveda. *** Serio
Curro Durán, torro de buen aire.
BARQUERITO
DOS NOVILLEROS debutantes en las Ventas: uno de
vuelta, José Manuel, antes El Suresteño, murciano de Alquerías, veintiocho
abriles, y otro, de ida, Daniel Menes o Menés, madrileño de El Batán, donde la
célebre Venta taurina abandonada, diecinueve añitos. Trayectorias, perspectivas
y estilos muy distintos.
Con la hierba en la boca Daniel, torero bien
enseñado, muy de escuela taurina pero no solo: amplio y hasta exagerado
repertorio del toreo de capa –crinolinas, saltilleras, faroles, largas
cambiadas de rodillas, gaoneras, galleos, revoleras, una larga afarolada frontal
y vertical del baúl de Antonio Ordóñez y, en fin, la verónica sin cargar la
suerte, y las medias clásicas- y una compostura diligente para torear de muleta
sin esconderse, puesto siempre, no siempre igual de encajado, airoso manejo del
engaño. Serenidad para aguantar el cite de largo en el toreo en distancia.
Temeridad para abrir de rodillas una faena, la primera, de prometedora soltura.
Muchas cosas. Tantas que a ratos se amontonaban. Y
dos faenas distintas: más redonda y resuelta la del debut que la otra, que fue
de dos mitades porque, después de un desarme y varios enganchones previos,
Daniel decidió recomenzar. No es sencillo jugar la baza de las dos faenas
dentro de una. No fue mejor la segunda mitad que la primera. Y, sin embargo,
fue en esta segunda faena donde se vio a Daniel mejor colocado y dispuesto,
acompasado, caído de hombros, firme, entero, un punto aparatoso también.
Resueltos ataques con la espada. Las tres primeras novilladas de julio en las
Ventas conforman un certamen o concurso que premiará a los aspirantes
distinguidos. El primero de ellos, este Daniel Menés.
Dos años, entre 2010 y 2012, estuvo castigado sin
poder torear en público José Manuel El Suresteño. Por haberse tirado de
espontáneo una tarde de feria en La Condomina. Carrera cortada. Retomada no se
sabe si a tiempo. Torero con oficio, pero más oficio que ajuste o asiento.
Sitio, entendimiento del toro, probado en sus dos bazas. Banderillero de aire
fandista, pero más la intención que los logros. Repertorio de capa: buenos mandiles
clásicos, tafalleras despegadas, los lances de El Zapopán en alicorta versión,
verónicas rodilla en tierra y en la vertical también, de buenos brazos, no
siempre a suerte cargada. Muletero forzado, de torear a la voz en exceso, de
perder pasos. La espada no funciona.
Y un novillero que inaugura dinastía, Curro Durán,
hijo de su homónimo, que fue un año triunfador de San Isidro y antes de eso
había salido de novillero por la Puerta del Príncipe. Sevillano de Utrera, como
su padre y mentor. Buena planta, figura compuesta con naturalidad, saber estar
y andar, buen aire, decisión llamativa con la espada, ortodoxia clasicista.
Torero de interés. Sin lote propicio.
Y la novillada de Sepúlveda, que salió variada y
seria. Un novillo sobresaliente: el último, procedente del refresco de Daniel
Ruiz, en manos de Menés. Otro bastante completo: el tercero, fijo y pronto por
las dos manos. Un quinto muy complicado, por ofensivo y agresivo, el quinto,
bien sangrado por Francisco Javier Ortiz, que fue hasta hace nada novillero en
ejercicios, y toro que puso a prueba la entereza de Durán.
Y tres más de distinto signo. Bondadoso pero sin
fuerza y por eso punto descompuesto, también de sello Daniel Ruiz, el primero
de Curro. Y los dos de José Manuel: un primero muy escarbador pero de meter la
cara antes de acabar afligido camino de las tablas y un cuarto de fondo brusco
que no llegó a ir metido en el engaño y sin embargo resistió. Volvieron grupas
a la vista del caballo primero y quinto. Cumplieron los demás. El sexto, con
nota.
Postdata
para los íntimos.- La canícula mesetaria.
FICHA DEL FESTEJO
Seis novillos de Sepúlveda de Yeltes (Íñigo y Luis Sánchez- Urbina)
José
Manuel, de Alquerías (Murcia),
nuevo en esta plaza, silencio y silencio tras dos avisos.
Curro
Durán, silencio en los dos.
Daniel
Menes, de Madrid, nuevo en esta
plaza, una oreja y silencio.
Notable en brega y banderillas Antonio Martín.
Domingo, 3 de julio de 2016. Madrid. 1ª de
la Promoción de Novilleros. 4.000 almas. La tarde más calurosa del año. Dos
horas y veinticinco minutos de función.
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