KIKE ROSALES
@kikefutbol
La feria de San Sebastián 2017 está en ascuas; una serie de
vericuetos tienen a la misma sumida en un remolino de enredos, algunos
provocados por la crisis económica y otros por la desorganización empresarial.
Las deudas que se tienen son inocultables, Íñigo Fraile
quien maneja la asociación que gremialmente agrupa los toreros españoles lo ha
dicho, la espera es ver si los dólares aparecen este año; aunque de verdad eso
está metido más en dudas que en certezas.
El gobernador del estado Táchira fue quien colaboró en los
“tensos lobbys” para conseguir dinero, en aquel año cuando se anunciaron los
hierros españoles, la duda de la presencia de los mismos revoloteaba el
ambiente taurino.
La razón es que para los ganaderos poder embarcar las
corridas debían tener el pago hecho, de lo contrario de sus dehesas en España
no se movería un pitón.
Eso llevó a generar angustias que se callaban con la llegada
de los astados a Pueblo Nuevo. Pero empezaron a ocurrir hechos por demás lamentables; toros
que fueron indultados terminaron “ajusticiados” en las fincas donde pastaban;
el argumento o la razón: violación de acuerdos sanitarios.
En estos momentos, el gobernador no se apareció más para los
dólares, la empresa que ganó lícitamente la concesión vio cómo el dinero verde
no aparecía y debe dar una feria que rueda como una pelota que en vez de alegría
lo que va sumando es problemas.
Incluso se habló de la posibilidad de quitar la concesión,
cuando de repente aparecen anuncios de toreros para el año que viene, sin ser
oficialmente nada aprobados por la alcaldía, incluyendo el no hablar con los
coletas que se les adeuda. Eso ha llevado a que el concejal Gerardo Rincón generara una
mesa de trabajo para ver qué se puede hacer; a esa reunión la empresa no
asistió.
Entonces sale una deuda de millones con el municipio donde
altos funcionarios piensan que si no se paga no se daría la feria 2017; es
decir que el acto de las corridas pende de un hilo que se llama deuda.
Lo más curioso es que pasa el tiempo y de la Fiss de verdad
no se sabe nada, la empresa poco habla (normalmente lo hace muy poco) y el
municipio plantea reuniones que solo son eso. Si no hay toros en San Cristóbal el año que viene no solo es
por la responsabilidad de la empresa taurina Fabio Grisolia, es que hasta el
momento el Concejo Municipal y la Alcaldía guardan un mutismo, ese mismo que
por calle llaman “silencio cómplice”.
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