PACO AGUADO
El joven diestro peruano Andrés Roca Rey, que ya fue uno de
los triunfadores de la pasadas Fallas, tuvo hoy otro rotundo éxito en la plaza
Valencia, con una actuación premiada con tres orejas y la consiguiente salida a
hombros, en el segundo festejo de la Feria de Julio.
El peruano Roca Rey sigue coleccionando grandes triunfos en
esta su primera temporada completa como matador de toros, en una racha que ya
puede calificarse de excepcional, puesto que, tras su doble salida a hombros en
San Fermín, continuó hoy con el corte de tres rotundas orejas en otra plaza de
primera categoría.
El joven peruano, de sólo 19 años de edad, se está dejando
ver como un torero maduro que llevara un largo rodaje en la primera fila, pues,
como sucedió hoy en Valencia, resuelve los problemas que le plantean los toros
con una pasmosa facilidad y un valor sereno y sin aspavientos.
Después de salir a hombros en marzo, antes de que ardieran
las Fallas, Roca volvió a golpear hoy en la misma plaza ante un lote de toros
de El Pilar que exigió, además de esa ambición que derrocha, un despliegue
mayor de aciertos técnicos y una inteligente estrategia lidiadora.
Le pasó así con su primero, un toro bravo y de buen fondo de
El Pilar que inicialmente no anduvo sobrado de fuerzas. Pero con temple y
acertando perfectamente con los tiempos, el torero de Lima fue asentándolo y
logró así sacarle todo lo mejor que el animal llevaba dentro para, finalmente,
aún poner la plaza en pie con el remate final en los terrenos de cercanías.
Pero aún hubo un momento de gran tensión, cuando Roca se
tiró a matar por derecho y fue prendido aparatosamente por el toro, que le tuvo
colgado del pitón a la altura del chaleco, sin que el torero lograra
desprenderse en unos segundos angustiosos, aunque afortunadamente sin mayores
consecuencias.
El triunfador de la tarde le cortó ya una oreja a ese
primero de su lote, pero aún faltaban las dos que le arrancó al segundo, un
toraco bravucón, más que bravo, que acabó queriéndose rajar y volverle grupas,
sin que el joven torero se lo consintiera.
A pesar de su mansa condición, Roca le sacó a ese sexto
naturales de largo trazo tirando de la renuente embestida con los vuelos de la
muleta, para después, con el animal ya negado, darse otro calmado y ajustado
arrimón con idéntica rotundidad.
También pudo haber salido a hombros el rejoneador Hermoso de
Mendoza, de no haber fallado reiteradamente con el rejón de muerte tras la
antología de toreo a caballo que dio con el bravo toro de El Capea que salió en
cuarto lugar.
El jinete navarro, al que el presidente le había negado un
trofeo por su más que estimable faena al que abrió plaza, probablemente por un
pinchazo previo a un rejonazo fulminante, desplegó toda su maestría con el
cuarto "murube" al que, de tan bravo y entregado, hizo auténticas
diabluras con "Beluga", uno de sus nuevos caballos.
En cambio, José María Manzanares se dejó ir el claro triunfo
que le ofrecieron sus dos toros. Quizá no tanto su primero, que tuvo clase
aunque las fuerzas más que justas, pero sí el quinto, que se empleó
clamorosaamente con auténtica bravura tras unos engaños que el alicantino
manejó de manera tan destemplada y ventajista, y durante tan largo rato, como
con el anterior. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Dos toros, despuntados para rejones, de los hierros de Carmen Lorenzo y El Capea, corridos en primer y cuarto lugares, respectivamente; y
cuatro de El Pilar, para lidia
ordinaria. Los de a caballo, bien presentados, hondos y de muy buen juego,
sobre todo el bravo cuarto. Los de a pie, aunque desiguales de volúmenes,
lucieron buenas hechuras y cuernas apretadas. En cuanto a juego, sacaron clase
y bravura -aunque muy escasos de fuerzas los dos primeros- salvo el sexto,
bravucón y rajado.
El rejoneador Hermoso de Mendoza,
con casaca azul marino: pinchazo y rejonazo arriba (vuelta al ruedo tras
petición de oreja); rejonazo trasero contrario, medio rejón trasero, tres
pinchazos y dos descabellos (ovación).
José María Manzanares, de grana y oro: media estocada delantera
(silencio); media estocada tendida (palmas tras dos avisos).
Andrés Roca Rey, de azul noche y oro: pinchazo y estocada
delantera (oreja con petición de la segunda); estocada delantera desprendida
(dos orejas). Salió a hombros.
Entre las cuadrillas, destacó el buen tercio de varas de José Antonio Barroso con el segundo.
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