Declaraciones de Ponce en El
Español
“A nadie le ponen una pistola en
la cabeza para ir a los toros, el que quiera ir que vaya y el que no, pues no,
pero con sentido común” / “Hay muchísimos más taurinos que antitaurinos” /
“Cuando el toro te coge, estás como en manos de Dios…”
Búscate un torero con discurso, me mandaron. Bueno, pues yo
conozco pocos o ningún torero con la cabeza mejor amueblada y el discurso mejor
organizado que Enrique Ponce (Chiva, Valencia, 1971). Además de hincharse a
torear como pocos, Ponce es Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes –el
primer matador de toros que lo consigue- y es también el primer torero
académico de la Historia, reconocido como tal por la Real Academia de Ciencias,
Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. ¿Quién da más? Brindó la siguiente
entrevista a Víctor Barrio y a todos los antitaurinos de salón que además de
dar cornadas de caracol en Twitter sepan leer. A lo mejor alguno todavía está a
tiempo de salvar su alma.
Lo de Víctor Barrio ha sido una tragedia enorme, un mazazo
tremendo. Ha sido muy duro para todo el mundo del toro, ya no te digo la
familia directa y los amigos íntimos… Nosotros como toreros sabemos que esto
puede ocurrir y ocurre. Siempre que hacemos el paseíllo sabemos a qué nos
exponemos. El toro mata. El toro puede matar. ¿Que cómo nos preparamos para
recibir una noticia así? No sé si nunca estamos preparados. Lo que sí hay que
estar es mentalizados. A la gente se le olvida que esto puede ocurrir, pero a
los toreros y a sus familias, nunca. Desgraciadamente el toreo es algo muy
bonito pero también es muy serio. Pocos espectáculos hay en el mundo que se
hagan con tanta verdad.
Me pregunta usted cómo nos preparamos, o mejor, mentalizamos
para esto mi gente y yo, que es verdad, como usted dice, que toreo mucho,
muchísimo, que soy de todo menos reservón, que creo que debo de ser de los que
tienen más corridas a sus espaldas… Mire, es que yo he querido ser torero desde
niño. Desde que tenía seis años y empecé a torear de salón con mi abuelo, esto
es lo único que yo he querido ser en la vida. Desde siempre he tenido presente
que esto es así. Yo he tenido siempre en mente que un toro puede matar y
desgraciadamente, además, lo he presenciado. Y lo he vivido. Yo he sufrido dos
cogidas en las que he estado a punto. De la última, de la de Valencia, me
acordé mucho cuando vi la foto de lo de Víctor, y eso que no la he querido ver.
Yo estuve a un centímetro de que el pitón me llegara a la yugular y me matara
en el acto. No he podido evitar recordarlo.
No, no hace falta que se disculpe usted por preguntar eso.
Entiendo que le dé vergüenza, que le pueda dar hasta pudor preguntar. Pues eso,
que qué se siente cuando te coge un toro. Pues mire, en ese momento estás deseando
que aquello pase, que te quiten el toro de encima. Sientes el dolor de la
herida, la presión del pitón en tu carne. Yo recuerdo esa cogida de Valencia,
noto el pitón que me entra por la axila, pasa por debajo de la clavícula y
llega hasta el cuello. En aquel momento yo veía que el toro me podía matar, que
me estaba matando, estaba yo esperando el hachazo… Tuve la suerte de que el
toro perdió las manos y no derrotó hacia arriba, cayó encima de mí y sacó el
pitón…
Esa es la vez que más cerca he estado, y dándome perfecta
cuenta, además. Pero no se crea usted que tampoco da mucho tiempo a pensar en
nada. Estás como en manos de Dios. Eres torero y te sientes torero hasta en ese
momento. Estás ahí como diciendo, bueno, pues esto es lo que soy. Lo encajas.
Como venga. El torero está para ser torero. El toro no es de juguete. Es un
animal irracional, sin sentimientos, y si puede te destroza. Es una máquina de
matar. Esa es la belleza terrible del tema. Jugarse la vida para hacer arte.
Cuando el toro te coge, estás como en manos de Dios… Eres torero y te sientes torero hasta en ese momento… |
La esposa de Víctor Barrio le vio morir en la plaza. Es
verdad que mi mujer no viene nunca a verme torear. Cada cual lo sobrelleva como
puede. Paloma nunca me ha visto en la plaza no ya desde que nos casamos, sino
desde que empezamos a ser novios. A ver torear a otros sí va, podemos ir
incluso los dos juntos, pero a mí no quiere verme. Y que conste que a ella los
toros le encantan, proviene de una dinastía taurina muy importante, los
Valencia; ha vivido el mundo del toro desde niña y comprende y entiende muy
bien qué es todo esto. Lo ha mamado en casa, está en el ADN de su familia.
Ya he visto que se ha formado un cierto revuelo con eso de
que a Víctor Barrio lo recogiera este banderillero, el Pirri, hijo del Pali que
ya recogió en su día al Yiyo. Es verdad que en el mundo del toro hay mucho
temor supersticioso, pero, sinceramente, en este caso no veo por qué, lo
sucedido es pura casualidad, una mera coincidencia. Si el Pirri ni siquiera
estaba en la cuadrilla de Víctor Barrio, quien por lo demás no tenía ni
siquiera cuadrilla fija. Ninguno de los tres toreros de aquella tarde en Teruel
la tenía. Podía haber ido uno a recoger al matador caído como podía haber ido
cualquier otro.
Dejando claro todo esto, sí hay que reconocer el poder de la
superstición en el mundo del toro. Cuando entre nosotros nos saludamos y nos
deseamos suerte, no lo decimos por decir. Es que en esto nuestro, la suerte
influye mucho. Es hasta cierto punto normal que las supersticiones sean muy
fuertes. Tenemos derecho a tener nuestras manías, nuestras rarezas…
El mundo antitaurino lo que tiene es que tener un poco de sentido común. Toros no equivalen a violación, ni siquiera en Pamplona |
¿Por los Sanfermines, me pregunta ahora usted? ¿Por el
escándalo de esos abusos sexuales, de esas violaciones en Pamplona? Pues qué me
va a parecer, algo absolutamente deplorable… Pero, oiga, es que eso no tiene
nada que ver con el toro. Lo que ocurra en las calles y en las fiestas de
Pamplona, donde puede concentrarse mucha gente joven, muy bebida, es
completamente ajeno a lo que ocurra en el encierro o en la plaza de toros.
En mi opinión el mundo antitaurino lo que tiene es que tener
un poco de sentido común. Toros no equivalen a violación. La fiesta gira en
torno al toro, por eso Pamplona es Pamplona, con su impacto económico de no sé
cuántos millones de euros. Pero qué tiene que ver lo que ocurra en una
borrachera de calle, que lleguen tres o cuatro desaprensivos y cometan una
barbaridad de ese tipo, con el toro. Hay que condenarlo, pero no tiene
absolutamente nada que ver.
Déjeme decirle que yo creo que no hay tantos antitaurinos
como parece. Son muchísimos más los taurinos. Y también hay muchos antitaurinos
que lo son en el sentido de que no les gustan los toros, pero que tampoco
arremeten contra ellos, y que por supuesto nunca mandarían mensajes cargados de
odio en Twitter como lo que hemos visto al morir Víctor Barrio. Esa una bajeza
que no es digna de persona humana. Deja claro qué clase de calaña, qué clase de
gente… Es que me parece increíble. Por muy antitaurino que seas, ¿cómo te
puedes alegrar de la muerte de un chico de 29 años y del sufrimiento de toda su
familia? Es que eso es no estar bien de la cabeza.
Insisto, una cosa es el antitaurino serio y otra es el que
antepone el animal al hombre, como hacen esta especie de gente repugnante, de
bestias salvajes, que otro nombre no tienen. Esos mensajes tienen que estar
penados, y ya se están tomando medidas para eso. El artículo 510 del Código
Penal lo dice bien clarito, castiga las incitaciones al odio. Parece mentira que
haya que legislar esto, que pueda haber gente que ni siquiera se le ocurra algo
así.
Hay muchísimos más taurinos que antitaurinos, estos son
poquísimos y menos van a ser después de esta bajeza, de estos mensajes de odio
por el Twitter, eso es indigno de persona humana
Oiga, y es que además aquí a nadie le ponen una pistola en
la cabeza para ir a los toros. El que quiera que vaya, y el que no, pues no.
Pero con un mínimo de sentido común y de respeto. Y hasta de cultura general
para entender que el toro de lidia nace y se cría para esto. Si quitamos la
corrida, desaparece el toro. Mire, yo estoy convencido de que lo único que van
a acabar consiguiendo es que mucha gente escasamente taurina, gente que era
fría con los toros, lo que se vuelva sea anti-antitaurina. ¡Va a ir incluso en
detrimento de ellos!
Pero mientras haya un hombre capaz de ponerse delante de un
toro y crear ese arte y esa belleza, esto siempre estará allí, siempre
existirá. Hay mucha afición, cada vez más, de gente joven que está dando la
cara. No está el toreo en crisis como a algunos les gustaría.
A nadie le ponen una pistola en la cabeza para ir a los toros, el que quiera ir que vaya y el que no, pues no, pero con sentido común y con respeto |
Pero no lo van a conseguir. El antitaurino de calle (ya no
hablo de estos salvajes que decía…) puede protestar, manifestarse incluso, pero
nunca tendrán la fuerza porque simplemente son menos, porque son minoría, para
quitar los toros. Otra cosa es cuando un político tiene la oportunidad y la
fuerza para hacer daño. Como pasó en Cataluña. No ha sido la gente, han sido
los políticos los que han abolido los toros allí. En San Sebastián pasó y los
toros han vuelto en cuanto ha cambiado el alcalde. Es ridículo que un político
pueda hacer daño a algo tan importante. Mire usted los llenazos en Madrid, en
Pamplona, en todas las plazas importantes. Y los que se manifiestan en contra
con suerte son quince personas.
En Valencia hubo el 13 de marzo una de las primeras
manifestaciones taurinas, el mundo del toro se movilizó, y fue algo
multitudinario. Yo estaba. Y los 40 ó 50 que estaban en contra hacían el
ridículo frente a los 40.000 ó 50.000 a favor. O que simplemente lo respetan aunque
no les guste. Es demasiado importante. Y puro. Cuando alguien me dice, es que
yo no entiendo de toros, yo le digo, ni falta que hace entender. Basta con ir y
con dejarse embargar por la emoción. Fluye solo.
A la gente se le olvida que los toros matan pero a los toreros nunca. Pocos espectáculos hay que se hagan con tanta verdad |
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