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| Arturo Saldívar |
AGUASCALIENTES.- Los
mexicanos Juan Pablo Sánchez y Arturo Saldívar cortaron una oreja cada
uno y Diego Silveti se fue en vacío
por pinchar, en la séptima corrida de la Feria de San Marcos 2013, celebrada
esta tarde en la plaza monumental de Aguascalientes, centro del país.
Los jóvenes diestros mexicanos han respondido cada vez más a
las expectativas del público. Sánchez
se desempeñó muy bien, Saldívar
cuajó la faena del ciclo hasta este momento, y Silveti, les peleó las palmas por lo que ha sido recibido con
beneplácito por la afición.
Con casi tres cuartos de entrada, en día laboral y difícil,
se lidiaron nueve toros de Begoña, tres de ellos de regalo. En
la lidia ordinaria, el primero mostró nobleza y el segundo mejor clase, en
tanto que los cuatro restantes no han dado opciones, y de la misma manera los
de regalo, el séptimo y el octavo fueron malos sin atenuantes y el noveno que
se dejó llevar un poco más.
Sánchez, con el
que abrió plaza mostró el buen momento en que atraviesa y cuajó una faena
metido entre los pitones para extraer muletazos con torerismo. Dio una estocada
para recibir oreja. Con el cuarto toro se vio deslucido y con pases muy por
arriba, por lo que recibió aplausos y en el séptimo, que tampoco sirvió, hizo
el esfuerzo y la gente le entendió cabalmente. Saludó en el tercio.
Saldívar, con el
segundo lo manejó a las mil maravillas y cuajó un trasteo con enorme calidad y
torería hasta poner la plaza boca abajo. Es la faena del ciclo hasta el
momento. Lástima que pinchó una vez antes de la estocada, por lo que recibió
una oreja que fue poco premio, pero se llevó la admiración de la gente.
Con el quinto actuó muy torero y logró enlazar pases de
mucho mérito y mató pronto, y recibió saludos en el tercio. Tampoco dio
opciones del octavo, pero trabajó muy encima de la res hasta convencer al
público que lo hizo salir al tercio con fuerza.
Silveti salió a
no dejar ganar la pelea. En sus primeros destellos que no calaron, lo mismo en
el sexto toro muy deslucido que no dio opción a nada. Silencio en el tercero,
palmas en el sexto.
En el noveno tuvo momentos en que el público se le entregó y
ya con la oreja ganada, por pinchar cuatro veces se esfumó el trofeo. De todos
modos la gente le brindó una calidad ovación. / EFE
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