César Valencia |
JAVIER LÓPEZ
Gonzalo Caballero
fue el novillero destacado de la tarde de hoy en Las Ventas. Sin embargo,
perdió un posible triunfo al "pinchar"
en dos faenas que calaron en los tendidos. Por eso, al finalizar la tarde, se
mostraba muy disgustado: "Perder el triunfo en Madrid con la
espada es para matarme. Me voy muy, pero que muy contrariado, pues tenía muchas
esperanzas puestas en esta tarde para lograr un triunfo que me hacía muchísima
falta y que se me ha escapado por mi culpa, pues, si llego a matar a los dos
novillos como es debido, hubiera cambiado mucho la película",
señaló Caballero.
"Pero bueno, la vida sigue, esta profesión es así, y ahora me toca
volverme a mi pueblo a seguir comiendo arroz y piña", finalizó un
visiblemente entristecido Gonzalo
Caballero.
Álvaro Sanlúcar,
que venía a Madrid después de dejar "cositas"
interesantes en su debut en esta plaza el pasado mes de abril, no pudo hacer
nada con dos novillos bien distintos uno del otro, pues, mientras su primero se
paró y apenas le dio opción, el cuarto tuvo mas fondo y, sobre todo, "transmisión". "El toreo es así. Por mucho que uno
venga con todas las ganas del mundo tienen que coincidir muchas cosas para
poder triunfar; y hoy creo que hemos tenido muchas complicaciones durante toda
la tarde por la dificultad del ganado y por el mal tiempo que ha hecho",
declaró el joven sanluqueño, quien aseguró que tanto con el primero como con el
segundo novillo "no he tenido opciones".
Por último, al tercer espada, el venezolano César Valencia, le tocó bailar con la
más fea, pues a sus manos fue a parar el lote con menos opciones en conjunto de
toda la tarde. "No he tenido nada de suerte, me he chocado contra un muro en mis
dos novillos, pero hay que mirar al futuro y tirar para adelante como sea",
manifestó un lacónico Valencia. / EFE
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