El Fandi |
La vistosidad con el capote y un notable
tercio de banderillas de El Fandi durante la lidia del cuarto
toro fueron las únicas notas de color de una
nueva tarde gris y plomiza en la Feria de San Isidro.
La ganadería de Jandilla, la única
anunciada dos tardes en esta Feria de San Isidro, volvió a fracasar hoy en Las Ventas. Si ya de
salida el lidiado el 23 de mayo fue un
encierro vacío de casta, el de seis días después, con sólo cuatro toros
aprobados por los veterinarios, se fue
vaciando sobre la marcha, pero tan rápidamente que ya se pararon cuando tocaban a matar.
Esta vez, al menos, los "jandillas" tuvieron más trapío y más seriedad en las cabezas.
Y tan serios como ellos, aunque más altos de agujas, fueron los toros de El
Torreón y Las Ramblas que remendaron el encierro pero que tampoco
ayudaron a remontar otra tarde lluviosa
y gris del triste mayo taurino madrileño.
Sólo El Fandi consiguió darle al ajado
lienzo algunas pinceladas de color, aprovechando el buen son que tuvo el de Las
Ramblas en los dos primeros tercios. El granadino lo recibió con una larga cambiada en el tercio, para
después torearle con compostura y vistosidad con verónicas y chicuelinas.
Pero los momentos más vibrantes llegaron
cuando El Fandi cogió las banderillas, el punto fuerte de su repertorio, y clavó tres
buenos pares en un alarde de facultades y conocimiento de los terrenos. Los dos
primeros fueron en la modalidad de "la
moviola", aguantando el galope del toro corriendo de espaldas hasta
llegar al embroque, y el tercero en la suerte de "violín", con las dos banderillas en una sola mano y clavándolas
al toro por encima de su brazo izquierdo. Esas tres espectaculares reuniones
con los palos provocaron la mayor, y casi única, ovación de la tarde. Y la
faena pareció coger más vuelo aún cuando El Fandi la abrió directamente con una tanda de derechazos con
las dos rodillas en tierra, pero el toro
comenzó a apagarse, y el torero a descentrarse, hasta que el ambiente
decayó al mismo nivel del resto de la
tarde.
Porque la corrida ya comenzó a la baja con un
primer toro de El Fandi que se encogió
pronto, acusando tal vez una lesión interna. Y, en segundo turno, el
sobrero de El Torreón tuvo calidad
en sus embestidas pero no fuerzas para desarrollarla, a pesar de la suavidad con que le toreó Daniel Luque. En cambio, con el quinto,
un cinqueño de Jandilla que se defendió con genio y cierto sentido, el sevillano mostró mayores
precauciones, con la muleta y con la espada.
Jiménez Fortes |
Por su parte, Jiménez Fortes fue el único torero de la terna que lidió dos toros
de la ganadería titular, y con ambos se
debatió el malagueño en sendos intentos vanos e
infructuosos de hacerles moverse con un mínimo celo detrás de la muleta.
/ EFE
FICHA DEL FESTEJO
Cuatro toros de Jandilla, con cuajo y seriamente armados, pero descastados y de
nulo fondo; un remiendo de Las Ramblas
(4º), voluminoso, con clase y pocas
fuerzas; y un sobrero de El Torreón (2º),
sustituto de otro de Las Ramblas
devuelto por flojo, alto de agujas y cornalón, noble pero de escasa duración.
El
Fandi: pinchazo, estocada y descabello (silencio);
estocada desprendida (palmas).
Daniel
Luque: dos pinchazos y estocada trasera caída
(silencio); tres pinchazos y descabello
(silencio).
Jiménez
Fortes: estocada honda contraria (silencio);
estocada tendida (silencio).
Entre las cuadrillas destacó bregando José Antonio Carretero.
Miércoles 29 de mayo. Vigésimo primer festejo
de abono, en tarde lluviosa y con casi lleno en los tendidos.
Daniel Luque |
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